martes, 31 de enero de 2017

LOS OJOS MÁS HERMOSOS Por Nadia Fuentes García

¿Has tenido la oportunidad de ver unos ojos llenos de gratitud?, ¿pero de verdadera gratitud, aquellos ojos que te transmiten paz, amor y alegría?, unos ojos que te miran con admiración? Quizá te parecerá estúpido, pero yo si he podido ver esa maravillosa mirada y puedo decir que más de una vez, viene de quien menos lo imaginas… por siempre llamado el mejor amigo del hombre, ¡EL PERRO!
No siempre fui una persona consiente sobre el tema de los animales, y hasta puedo decir que participé en el maltrato de mi perro. Él se llamaba chester, era un french macho, muy simpático ya que tenía como gracia tomar su cobija y ponérsela de almohada; han pasado alrededor de 16 años desde que lo conocí, llego a mi vida porque su anterior dueña ya no lo quería, no le daba atención, estaba amarrado a la pata de una mesa, sin diversión; aun puedo recordar cuando lo vi por primera vez, se emocionó mucho, quizá pensó que su vida cambiaría radicalmente, sin embargo al cabo de unos años su vida volvió a ser igual e incluso peor y yo fui miembro activo en eso.

Mi abuela no era tan empática con los perros, solo de un pastor alemán que tuvo en el pasado, no quería perros durmiendo en casa y menos en la cama, ella aún tenía la idea de que los perros iban afuera, yo tenía aproximadamente 12 años y como niña aun me tocaba acatar las órdenes de mi mama y mi abuela. 

Chester y yo en un principio jugábamos, dormía en la cocina, pero hacía del baño dentro de casa e incluso sobre los colchones, yo no era responsable y un tanto ignorante, por el tema del baño chester comenzó a dormir afuera de casa, en la cochera, después pasó a la azotea, y yo comencé a jugar menos con él, es preciso señalar que permanecía amarrado con su cadena para que no ensuciara todo el piso pues eso molestaba a mi abuela, tenía su casa, pero aun así no gozaba de mucha libertad.

No me percaté y no recuerdo en que momento chester se volvió agresivo, después de años   entiendo que las condiciones de vida lo detonaron y que la falta de amor acabó con mi tierno chester y su semblante se volvió triste. Una tarde chester mordió a mi abuela, ella reaccionó pegándole con el palo de la escoba, yo me interpuse entre ellos para que dejara de hacerlo, a partir de ese momento todos lo verían como un mal perro, sin embargo, el culpable no era él; a pesar de que años más tarde al recordar esa escena reclamé a mi abuela por pegarle, ella no era la única culpable ya que yo vivía ahí, en esa casa y tampoco hice nada, no es justificación pero siendo una niña se deben obedecer a los padres y muchas veces los deseos y opiniones de los niños no son tomados con gran importancia, pues casi siempre pensamos que no saben lo que dicen.

Después de ese evento chester siguió viviendo en la azotea y a pesar de que tenía su casa, eso no impidió que las inclemencias del tiempo y el lugar perjudicaran su salud, su piel comenzó a ponerse muy rosa, su pelo chino se hizo lacio y comenzó a caérsele, constantemente tenia garrapatas, mi mamá tomó la decisión de llevarlo al arca de Noé, muchos sabemos que por la módica cantidad pueden acabar con sus vidas, y aunque mi mamá no lo podía creer, sé en mi corazón que chester murió ahí, solito, jamás le pude pedir perdón por ser tan irresponsable y no luchar lo suficiente para darle una vida digna, por dejarlo vivir afuera, jamás le pedí perdón por las horas de juego que deje pasar a su lado, pero sobre todo por no permitirme amarlo mejor.

Esto fue una lección de vida, y como tal puedo decir que el recuerdo de ese pequeño me ha permitido a no volver a caer en lo mismo, a cuidar a mis perros con amor, responsabilidad y dignidad, a defenderlos de cualquier persona, porque ellos solo me tienen a mí; aprendí a hacer respetar mis ideales y forma de pensar y a mostrar a mi familia el camino correcto. Mi abuela no es un moustro simplemente en ese momento no entendía ciertas cosas debido a su educación, pero ha aprendido a querer a los perros e incluso no olvidaré cuando me ayudo a rescatar a basurita de la basura, ahora ella tiene más compasión por aquellos que no tienen voz y sabe perfectamente que a un perro hay que tratarlo con dignidad; mi madre también ha aprendido aunque no lo exprese la muerte de chester creo un acto de conciencia en ella, ahora tiene a rocky al cual ama, cuida y protege, ambas han permitido que lleve perros de la calle e incluso han recogido por su propia iniciativa.

Sin duda alguna una de las labores más difíciles es cambiar la vida de otro ser, no tengo muchos años rescatando pero he pasado por frustración, tristeza, enojo, coraje, falta de dinero; pero sin duda alguna cada una de esas emociones vale la pena por la satisfacción de ver esa mirada de agradecimiento en cada uno de esos pequeños con cola de reguilete, por ello me atrevo a invitarlos a formar parte de esto de tomar esa  responsabilidad en sus manos, las rescatistas y fundaciones necesitamos de más personas dispuestas a cambiar una vida.


Llevo en hombros la muerte de un perrito, pero aún me falta muchas colitas que salvar y ver 

LOS OJOS MÁS HERMOSOS 

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martes, 31 de enero de 2017

LOS OJOS MÁS HERMOSOS Por Nadia Fuentes García

¿Has tenido la oportunidad de ver unos ojos llenos de gratitud?, ¿pero de verdadera gratitud, aquellos ojos que te transmiten paz, amor y alegría?, unos ojos que te miran con admiración? Quizá te parecerá estúpido, pero yo si he podido ver esa maravillosa mirada y puedo decir que más de una vez, viene de quien menos lo imaginas… por siempre llamado el mejor amigo del hombre, ¡EL PERRO!
No siempre fui una persona consiente sobre el tema de los animales, y hasta puedo decir que participé en el maltrato de mi perro. Él se llamaba chester, era un french macho, muy simpático ya que tenía como gracia tomar su cobija y ponérsela de almohada; han pasado alrededor de 16 años desde que lo conocí, llego a mi vida porque su anterior dueña ya no lo quería, no le daba atención, estaba amarrado a la pata de una mesa, sin diversión; aun puedo recordar cuando lo vi por primera vez, se emocionó mucho, quizá pensó que su vida cambiaría radicalmente, sin embargo al cabo de unos años su vida volvió a ser igual e incluso peor y yo fui miembro activo en eso.

Mi abuela no era tan empática con los perros, solo de un pastor alemán que tuvo en el pasado, no quería perros durmiendo en casa y menos en la cama, ella aún tenía la idea de que los perros iban afuera, yo tenía aproximadamente 12 años y como niña aun me tocaba acatar las órdenes de mi mama y mi abuela. 

Chester y yo en un principio jugábamos, dormía en la cocina, pero hacía del baño dentro de casa e incluso sobre los colchones, yo no era responsable y un tanto ignorante, por el tema del baño chester comenzó a dormir afuera de casa, en la cochera, después pasó a la azotea, y yo comencé a jugar menos con él, es preciso señalar que permanecía amarrado con su cadena para que no ensuciara todo el piso pues eso molestaba a mi abuela, tenía su casa, pero aun así no gozaba de mucha libertad.

No me percaté y no recuerdo en que momento chester se volvió agresivo, después de años   entiendo que las condiciones de vida lo detonaron y que la falta de amor acabó con mi tierno chester y su semblante se volvió triste. Una tarde chester mordió a mi abuela, ella reaccionó pegándole con el palo de la escoba, yo me interpuse entre ellos para que dejara de hacerlo, a partir de ese momento todos lo verían como un mal perro, sin embargo, el culpable no era él; a pesar de que años más tarde al recordar esa escena reclamé a mi abuela por pegarle, ella no era la única culpable ya que yo vivía ahí, en esa casa y tampoco hice nada, no es justificación pero siendo una niña se deben obedecer a los padres y muchas veces los deseos y opiniones de los niños no son tomados con gran importancia, pues casi siempre pensamos que no saben lo que dicen.

Después de ese evento chester siguió viviendo en la azotea y a pesar de que tenía su casa, eso no impidió que las inclemencias del tiempo y el lugar perjudicaran su salud, su piel comenzó a ponerse muy rosa, su pelo chino se hizo lacio y comenzó a caérsele, constantemente tenia garrapatas, mi mamá tomó la decisión de llevarlo al arca de Noé, muchos sabemos que por la módica cantidad pueden acabar con sus vidas, y aunque mi mamá no lo podía creer, sé en mi corazón que chester murió ahí, solito, jamás le pude pedir perdón por ser tan irresponsable y no luchar lo suficiente para darle una vida digna, por dejarlo vivir afuera, jamás le pedí perdón por las horas de juego que deje pasar a su lado, pero sobre todo por no permitirme amarlo mejor.

Esto fue una lección de vida, y como tal puedo decir que el recuerdo de ese pequeño me ha permitido a no volver a caer en lo mismo, a cuidar a mis perros con amor, responsabilidad y dignidad, a defenderlos de cualquier persona, porque ellos solo me tienen a mí; aprendí a hacer respetar mis ideales y forma de pensar y a mostrar a mi familia el camino correcto. Mi abuela no es un moustro simplemente en ese momento no entendía ciertas cosas debido a su educación, pero ha aprendido a querer a los perros e incluso no olvidaré cuando me ayudo a rescatar a basurita de la basura, ahora ella tiene más compasión por aquellos que no tienen voz y sabe perfectamente que a un perro hay que tratarlo con dignidad; mi madre también ha aprendido aunque no lo exprese la muerte de chester creo un acto de conciencia en ella, ahora tiene a rocky al cual ama, cuida y protege, ambas han permitido que lleve perros de la calle e incluso han recogido por su propia iniciativa.

Sin duda alguna una de las labores más difíciles es cambiar la vida de otro ser, no tengo muchos años rescatando pero he pasado por frustración, tristeza, enojo, coraje, falta de dinero; pero sin duda alguna cada una de esas emociones vale la pena por la satisfacción de ver esa mirada de agradecimiento en cada uno de esos pequeños con cola de reguilete, por ello me atrevo a invitarlos a formar parte de esto de tomar esa  responsabilidad en sus manos, las rescatistas y fundaciones necesitamos de más personas dispuestas a cambiar una vida.


Llevo en hombros la muerte de un perrito, pero aún me falta muchas colitas que salvar y ver 

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