EL ABOGADO DE EUKID AL TSJ

EL RINCON DE LA ARAÑA

CELIA FLORES ESCOBAR

EL ABOGADO DE EUKID AL TSJ

No podía creerlo cuando me lo dijeron.

Contrario a mis costumbres (ya que soy una dama) solté un improperio casi sin pensar.

¿Cómo es posible que Ernesto Ramírez López, quien fungió como  abogado de Eukid Castañón Herrera pueda llegar a convertirse en el próximo Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Puebla, según se afirma en los corrillos políticos de la 4T cemitera?

¿Nadie le ha dicho al Señor Gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta qué clase de deleznable sujeto es Ernesto Ramírez López?

¿Y qué pasó con su promesa de respetar a cabalidad la carrera judicial y de garantizar el respeto irrestricto al principio constitucional de separación de poderes?

¿Sabrá acaso el Diputado Gabriel Biestro Medinilla (a quien le tengo un aprecio personal) que Ernesto Ramírez López es cercano, muy cercano, extremadamente cercano -diría yo-  a la ex alfil morenovallista  Patricia Leal Islas?

¿Y si le quitan la Notaria a Paty Leal (como todo el Foro Jurídico poblano lo espera) a quién defenderá Ernesto Ramirez?

¿Al Gobernador Barbosa?

¿A los principios de nuestro Presidente López Obrador?

¿O a su amiga íntima con la que intercambió diversos fluidos corporales?

Conste que es pregunta.

Pero retomando el tema que nos ocupa debo decir que la carrera de Ernesto Ramírez López está marcada por la traición y el oportunismo.

El sedicente Doctor en Derecho no es más que un mercenario de la justicia que se vende al mejor postor.

¿Quieren datos duros para que no digan que escribo estas líneas con la matriz o el hígado?

Pues ahí les van:

Ernesto Ramírez López era un funcionario de medio pelo en la extinta Secretaria de la Contraloría del Gobierno Estatal  (en las épocas de la hegemonía priista)  hasta que tuvo la fortuna de conocer a un verdadero jurista como lo es el Maestro Carlos Meza Viveros,  quien lo cobijo y le enseño todo lo que sabe.

Luego, mordió la mano que le dio de comer y abandonó el despacho de Meza junto con una bola de rumiantes seguidores (un primo suyo de apellido López, otro abogado de apellido Campillo y tres o cuatro chalanes más) que ninguna mella les hizo su ausencia al emérito jurista.

De ahí se instalaron en el piso 21 de la Torre JV I, gracias a un trato con Don Julián Ventosa Senior, quien les dio un espacio en su torre como pago de sus servicios profesionales.

Empezando a trabajarle a distinguidos priistas como Enrique Doger Guerrero (y a sus múltiples fraccionamientos) o a Blanca Alcalá Ruiz (y a sus hotelitos del Centro, entre otras muchas propiedades).

Patrimonios ganados honestamente no vayan ustedes a pensar mal de esos ejemplares distinguidos de la mafia del poder  y si sus peculios se incrementaron astronómicamente durante su paso por la administración pública es puritita casualidad, no faltaba más.

Sin embargo, ante la victoria del célebre Sargento Borolas (Felipe Calderón ) Ernesto Ramírez López empezó a trabajarle a los panistas.

Quizá el caso más notado que llevó el mismo fue el de la prima del ex Presidente de nombre Guadalupe Hinojosa, quien como delegada de la Secretaria de Relaciones Exteriores fue acusada de agredir a un fotógrafo.

Y simultáneamente Ramírez López “el doitor” defendió a su compadrito de grado Javier (Rata) Ramírez y a Alfredo Arango, a quien dicen las malas lenguas que le cobró tres millones de pesos sin mover ni un solo dedo en el término constitucional, mismo proceso que se ventiló en el otrora Juzgado Octavo Penal de la Capital del Estado.

Obviamente Ernesto Ramírez no se nombra en ningún asunto ya que para eso tiene a su primo hermano, al abogado Campillo y a su runfla de seguidores,  a quienes les ha dicho: “el uniforme del despacho es llegar conduciendo un BMW o un Mercedes, si no, ni vengan”.

Con esa calidad humana no le costó trabajo bajarse los pantalones ante Rafael Moreno Valle y gracias a su primo Alberto López (quien trabajó en la extinta PGR) pudo tener acceso al todavía Fiscal General del Estado Victor Carrancá Bourget y a Benjamín Albores Manzo, el que fungió como flamante Fiscal anticorrupción en la época morenovallista.

Y de ahí fue recomendado con Juan Pablo Piña Kurczyn, entonces Secretario de Servicios Legales de Moreno Valle, haciéndose así miguis miguis con el inútil e ignorante hijo del odiado ex gobernador Mariano Rapiña Olaya.

Dios los crea y ellos se juntan, me cae.

Incluso el despacho en que se notificaba el morenovallismo en la Ciudad de México (antes Distrito Federal) es propiedad del difunto tío de Ernesto Ramírez López y con documentos en mano lo sostengo.

Fácil fue llegar entonces a manejar los asuntos personales de Eukid Castañon Herrera, la eminencia gris del morenovallismo y quien sólo en la cárcel o en la tumba va a dejar de hacer daño a los poblanos y, por cierto, ahora se encuentra en tierras queretanas sirviéndole de plomero al Gobernador panista Pancho Domínguez, quien no sabe qué clase de alacrán se echó encima.

Pero, repito, Ernesto Ramírez López no es tan tonto como para haberse nombrado en los asuntos de Eukid Castañón Herrera, no, no, sino que todo lo hizo a través de su primo hermano Alberto López, quien defendió a muchos morenovallistas en el despacho de Ernesto contando obviamente con la aquiescencia de quien era el titular del mismo.

Actualmente y para evitar sospechas, Ernesto Ramírez López dividió su despacho en cuatro partes

a).- La de la torre JV en la que se quedó él.

b).- La de Estrellas del Sur, donde está su primo en Puebla.

c).- La de Quintana Roo, en donde le trabajan al Gobernador panista Carlos Joaquín González, enemigo acérrimo de nuestro Presidente López Obrador, y

d).- El despacho de la Torre JV Juárez, donde dejó a otro de sus chalanes para ver los asuntos que no representan intereses políticos pero sí económicos.

Ahora, por su amistad con el Diputado Federal Nacho Mier, Ernesto Ramírez López se vendió bien a la 4T y fue uno de los autores de la reforma constitucional en ciernes, aunque su verdadera intención es apoderarse del Tribunal Superior de Justicia de Puebla.

No obstante, el Poder Judicial poblano es fuerte y digno, y sí pudo contener los embates de Pacheco Pulido como Gobernador Interino (quien pretendía colocar como Presidente  al ex esposo de su sobrina Marcela Moreno Pacheco, Alberto Miranda Guerra, quien se dedica a revisarle las cavidades corporales a su compañera de Sala en vez de ponerse a trabajar) y pudo salir avante de tantas calumnias, obvio es que las ambiciones insanas de Ernesto Ramírez López no van a hacerle daño alguno.

Y de eso me encargo yo, ya que estoy preparando un voluminoso expediente para entregárselo en propia mano al Señor Presidente de la República el próximo cuatro de octubre en su gira por Puebla, en donde con documentos demuestro la relación de Ernesto Ramírez López con Eukid Castañón Herrera y hacerlo Presidente del TSJ sería encargar la administración de justicia estatal al sirviente del diablo.

Veremos y diremos