martes, 15 de junio de 2021

El PRI no ganó gubernaturas. ¿Hubo traiciones?

 


SIN LÍMITES 14 DE JUNIO

El PRI no ganó gubernaturas. ¿Hubo traiciones?

Ni siquiera Campeche lo ganó el dirigente nacional Alito

Por Raúl Torres Salmerón

De los 15 estados que el domingo pasado fueron a las urnas para elegir mandatario, ocho son

gobernados por el PRI. El otrora partidazo los perdió: Colima, Guerrero, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala,

Campeche, Zacatecas y San Luis Potosí. Los siete primeros los ganó MORENA y el último estado la

alianza PVEM-PT.

Esta estrepitosa derrota, de acuerdo al periodista de El Universal, Raúl Rodríguez Cortés, levanta

sospechas, sobre todo en Campeche, donde figuraba como candidato el sobrino del actual

dirigente nacional tricolor, Alejandro Moreno, donde fracasó el campechano Christian Campo

Bello.

Hay versiones que corroboran el abandono del comité nacional y otros opinan que fue una traición

de los gobernadores de esos estados y más que traición, dejar de operar políticamente y negociar

con el Presidente AMLO y con las dirigencias de MORENA para evitar situaciones judiciales

posteriores donde en el caso más extremo sería pisar la cárcel.

Por alguna no extraña razón, en Puebla nos viene a la memoria el conocido y nunca desmentido

pacto de Mario Marín Torres, priísta que entregó la plaza al extinto panista Rafael Moreno Valle

Rosas.

Lea usted, la versión actualizada del periodista Raúl Rodríguez, pues se escribió el viernes 11 de

junio y que no tiene desperdicio:

En el análisis del porqué tan estrepitosa derrota, la dirigencia nacional del Revolucionario

Institucional, a cargo de Alejandro Moreno Cárdenas, baraja un menú de respuestas, pero se

inclina por una, el abandono, si no es que la traición de los gobernadores de esos estados a los

candidatos de la alianza PRI-PAN-PRD.

¿Por qué el abandono y/o la traición? Por el temor a ajustes de cuentas judiciales (¿tendrán colas

que les pisen?) que los llevó a amarrar pactos de impunidad.

En Sonora, la gobernadora Claudia Pavlovich, abandonó al priísta Ernesto (a) El Borrego Gándara,

porque sabía que, de ganar, la revisaría implacablemente, no obstante que comparten militancia

en el PRI. Y no sólo eso. En aquella entidad hay mucha suspicacia respecto los negocios del esposo

de la Gobernadora.

En Sinaloa, el candidato de la alianza PRI-PAN-PRD, Mario Zamora Gastélum, Senador de la

República, también es de extracción priísta. Al Senador con licencia lo impulsó el Gobernador

Quirino Ordaz, pero aseguran en el PRI nacional que a mitad de la campaña lo dejó colgado. Dicen


que por el temor de que salgan a relucir los negocios que hizo con el poderoso grupo empresarial

Coppel.

Pugnas interpartidistas y temores a futuros procesos judiciales habrían pesado también en el

ánimo del Gobernador de Colima, José Ignacio Peralta, de origen priísta y perfil empresarial, muy

amigo de personajes centrales del Gobierno de Peña Nieto como Luis Videgaray. No se olvide que

fue Subsecretario de Comunicaciones y Transportes del hoy finado Gerardo Ruiz Esparza, quien es

recordado por sus vínculos con el Grupo Higa, contratista estrella de aquel Gobierno y

protagonista del escándalo de la Casa Blanca y la española OHL.

Culpas similares se le atribuyen al Gobernador de Tlaxcala, Marco Antonio Mena, que mediante un

negociación con la candidata de MORENA, Lorena Cuéllar, antes de tener una tendencia clara con

los resultados preliminares, salió a reconocer la derrota del tricolor y de su candidata aliancista,

también de origen priísta, Anabel Ávalos Zempoalteca.

En San Luis Potosí, el Gobernador Juan Manuel Carreras fue el que metió a la cárcel a Ricardo (a) El

Pollo Gallardo, un personaje sin duda impresentable, pero que ganó la elección por la alianza

PVEM-PT. Su temor a que le regresara la copa, dicen los que saben, llevó a Carreras a negociar y

abandonar al candidato aliancista César Octavio Pedroza, este sí de cuna blanquiazul.

En Zacatecas, el Gobernador Alejandro Tello habría dejado colgado a la candidata aliancista

Claudia Anaya Mota, Senadora de la República con licencia de cuna priísta, luego de pactar con el

clan político local de los Monreal.

En Guerrero, pesó en el ánimo del Gobernador Héctor Astudillo el mismo temor que cuando le

ordenó a su Fiscal Xavier Olea frenar la investigación por abuso sexual y violación contra Félix

Salgado Macedonio, quien emprendería, según sus previsiones, una cacería en su contra. Por lo

tanto, habría pactado con él y abandonado al candidato aliancista de origen priísta Mario Moreno

Arcos.

Campeche tiene un triple empate técnico. Al confirmarse la derrota deberá haber explicaciones de

quien gobernó esa tierra y hoy lidera al PRI. Por lo pronto está el reparto de culpas de Alito. ¿Qué

dirán los que están al otro lado de un priísmo que evidentemente quedó dividido?

Hasta aquí la columna de Rodríguez Cortés. Para fortalecer sus dichos sobre las traiciones y

abandono, hay claros dos ejemplos. Primero, basta leer los titulares principales del periódico La

Jornada días antes de la elección:

Domingo 30 de mayo: Denuncian a Alito por el desvío de $59 millones en Campeche.

Lunes 31 de mayo: Irregularidades de Alito en Campeche por 3 mil 852 mdp.

Dos, sobre el caso Sonora, todo mundo sabe que Claudia Pavlovich fue impuesta por Manlio Fabio

Beltrones, a quien desde hace tiempo se le acusa de haber recibido dinero público para las

campañas del PRI en la elección de 2015, proveniente de las arcas del Estado de Chihuahua.


principios de junio, el Juzgado Tercero de Distrito de Amparo en Materia Penal en Ciudad de

México otorgó una suspensión provisional al ex dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones,

que impide que sea detenido en caso de que las autoridades de Chihuahua hubieran obtenido

alguna orden de aprehensión en su contra, por acusación realizadas en el fuero común.

Hay que agregar el guiño de ojo de AMLO al PRI hace pocos días para que MORENA alcance la

mayoría constitucional en la Cámara de Diputados. En síntesis, presiones, traiciones y abandono

por miedo a pisar la cárcel.

En fin, como escribió el veracruzano Salvador Díaz Mirón (México, 1853-1928), en su poema

Consonancias:

Tu traición justifica mi falsía

aunque lo niegues con tu voz de arrullo;

mi amor era muy grande, pero había

algo más grande que mi amor, mi orgullo.

Calla, pues. Ocultemos nuestro duelo,

la queja es infecunda y nada alcanza;

agonicemos contemplando el cielo

ya que el cielo es nuestra única esperanza.


raultorress@hotmail.com



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El PRI no ganó gubernaturas. ¿Hubo traiciones?

 


SIN LÍMITES 14 DE JUNIO

El PRI no ganó gubernaturas. ¿Hubo traiciones?

Ni siquiera Campeche lo ganó el dirigente nacional Alito

Por Raúl Torres Salmerón

De los 15 estados que el domingo pasado fueron a las urnas para elegir mandatario, ocho son

gobernados por el PRI. El otrora partidazo los perdió: Colima, Guerrero, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala,

Campeche, Zacatecas y San Luis Potosí. Los siete primeros los ganó MORENA y el último estado la

alianza PVEM-PT.

Esta estrepitosa derrota, de acuerdo al periodista de El Universal, Raúl Rodríguez Cortés, levanta

sospechas, sobre todo en Campeche, donde figuraba como candidato el sobrino del actual

dirigente nacional tricolor, Alejandro Moreno, donde fracasó el campechano Christian Campo

Bello.

Hay versiones que corroboran el abandono del comité nacional y otros opinan que fue una traición

de los gobernadores de esos estados y más que traición, dejar de operar políticamente y negociar

con el Presidente AMLO y con las dirigencias de MORENA para evitar situaciones judiciales

posteriores donde en el caso más extremo sería pisar la cárcel.

Por alguna no extraña razón, en Puebla nos viene a la memoria el conocido y nunca desmentido

pacto de Mario Marín Torres, priísta que entregó la plaza al extinto panista Rafael Moreno Valle

Rosas.

Lea usted, la versión actualizada del periodista Raúl Rodríguez, pues se escribió el viernes 11 de

junio y que no tiene desperdicio:

En el análisis del porqué tan estrepitosa derrota, la dirigencia nacional del Revolucionario

Institucional, a cargo de Alejandro Moreno Cárdenas, baraja un menú de respuestas, pero se

inclina por una, el abandono, si no es que la traición de los gobernadores de esos estados a los

candidatos de la alianza PRI-PAN-PRD.

¿Por qué el abandono y/o la traición? Por el temor a ajustes de cuentas judiciales (¿tendrán colas

que les pisen?) que los llevó a amarrar pactos de impunidad.

En Sonora, la gobernadora Claudia Pavlovich, abandonó al priísta Ernesto (a) El Borrego Gándara,

porque sabía que, de ganar, la revisaría implacablemente, no obstante que comparten militancia

en el PRI. Y no sólo eso. En aquella entidad hay mucha suspicacia respecto los negocios del esposo

de la Gobernadora.

En Sinaloa, el candidato de la alianza PRI-PAN-PRD, Mario Zamora Gastélum, Senador de la

República, también es de extracción priísta. Al Senador con licencia lo impulsó el Gobernador

Quirino Ordaz, pero aseguran en el PRI nacional que a mitad de la campaña lo dejó colgado. Dicen


que por el temor de que salgan a relucir los negocios que hizo con el poderoso grupo empresarial

Coppel.

Pugnas interpartidistas y temores a futuros procesos judiciales habrían pesado también en el

ánimo del Gobernador de Colima, José Ignacio Peralta, de origen priísta y perfil empresarial, muy

amigo de personajes centrales del Gobierno de Peña Nieto como Luis Videgaray. No se olvide que

fue Subsecretario de Comunicaciones y Transportes del hoy finado Gerardo Ruiz Esparza, quien es

recordado por sus vínculos con el Grupo Higa, contratista estrella de aquel Gobierno y

protagonista del escándalo de la Casa Blanca y la española OHL.

Culpas similares se le atribuyen al Gobernador de Tlaxcala, Marco Antonio Mena, que mediante un

negociación con la candidata de MORENA, Lorena Cuéllar, antes de tener una tendencia clara con

los resultados preliminares, salió a reconocer la derrota del tricolor y de su candidata aliancista,

también de origen priísta, Anabel Ávalos Zempoalteca.

En San Luis Potosí, el Gobernador Juan Manuel Carreras fue el que metió a la cárcel a Ricardo (a) El

Pollo Gallardo, un personaje sin duda impresentable, pero que ganó la elección por la alianza

PVEM-PT. Su temor a que le regresara la copa, dicen los que saben, llevó a Carreras a negociar y

abandonar al candidato aliancista César Octavio Pedroza, este sí de cuna blanquiazul.

En Zacatecas, el Gobernador Alejandro Tello habría dejado colgado a la candidata aliancista

Claudia Anaya Mota, Senadora de la República con licencia de cuna priísta, luego de pactar con el

clan político local de los Monreal.

En Guerrero, pesó en el ánimo del Gobernador Héctor Astudillo el mismo temor que cuando le

ordenó a su Fiscal Xavier Olea frenar la investigación por abuso sexual y violación contra Félix

Salgado Macedonio, quien emprendería, según sus previsiones, una cacería en su contra. Por lo

tanto, habría pactado con él y abandonado al candidato aliancista de origen priísta Mario Moreno

Arcos.

Campeche tiene un triple empate técnico. Al confirmarse la derrota deberá haber explicaciones de

quien gobernó esa tierra y hoy lidera al PRI. Por lo pronto está el reparto de culpas de Alito. ¿Qué

dirán los que están al otro lado de un priísmo que evidentemente quedó dividido?

Hasta aquí la columna de Rodríguez Cortés. Para fortalecer sus dichos sobre las traiciones y

abandono, hay claros dos ejemplos. Primero, basta leer los titulares principales del periódico La

Jornada días antes de la elección:

Domingo 30 de mayo: Denuncian a Alito por el desvío de $59 millones en Campeche.

Lunes 31 de mayo: Irregularidades de Alito en Campeche por 3 mil 852 mdp.

Dos, sobre el caso Sonora, todo mundo sabe que Claudia Pavlovich fue impuesta por Manlio Fabio

Beltrones, a quien desde hace tiempo se le acusa de haber recibido dinero público para las

campañas del PRI en la elección de 2015, proveniente de las arcas del Estado de Chihuahua.


principios de junio, el Juzgado Tercero de Distrito de Amparo en Materia Penal en Ciudad de

México otorgó una suspensión provisional al ex dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones,

que impide que sea detenido en caso de que las autoridades de Chihuahua hubieran obtenido

alguna orden de aprehensión en su contra, por acusación realizadas en el fuero común.

Hay que agregar el guiño de ojo de AMLO al PRI hace pocos días para que MORENA alcance la

mayoría constitucional en la Cámara de Diputados. En síntesis, presiones, traiciones y abandono

por miedo a pisar la cárcel.

En fin, como escribió el veracruzano Salvador Díaz Mirón (México, 1853-1928), en su poema

Consonancias:

Tu traición justifica mi falsía

aunque lo niegues con tu voz de arrullo;

mi amor era muy grande, pero había

algo más grande que mi amor, mi orgullo.

Calla, pues. Ocultemos nuestro duelo,

la queja es infecunda y nada alcanza;

agonicemos contemplando el cielo

ya que el cielo es nuestra única esperanza.


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