CHIVA QUEEN- Columnista
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“LAS TERTULIAS DE LA CHIVA”
¡¡¡Helloooooo!!! Y estamos nuevamente en otra tertulia, y con este clima tan húmedo y con una rica taza de café pondremos sobre la mesa el tema de la amistad.
La palabra amistad proviene del latín amicitas, amicitátis, que se deriva de amicitia, que significa “amistad”. Y a su vez, viene de amicus, que traduce “amigo”. Este último término, por su parte, procede del verbo amáre, que significa “amar”.
Una palabra que a muchos se nos hace fuerte, como si fuese un lazo inquebrantable, es esa relación de afecto, simpatía y confianza que se establece entre personas que no son familia, y que llegas a querer como si realmente fueran de la misma familia.
Cuando somos niños nuestra vida gira en torno a nuestros amigos, si nos juntábamos a jugar con los compañeros de la escuela o con los vecinos, o los hijos de la señora que nos vendía tortillas y jugábamos en algo muy rápido en lo que hacía entregas. Era tan fácil decir “es mi amig@”, porque con el hecho de que compartiéramos un juego o un juguete sentíamos que estábamos unidos por algo en común, pero conforme nos vamos haciendo adultos (¡¡¡qué horror!!!) les vamos quitando importancia a estas personas. ¡¡¡Y ES UN ENORME ERROR!!! Son de las relaciones más importantes, nos ayudan a superar problemas y a entender el mundo de distinta forma, es más, hasta nos mantienen saludables.
Pero hoy en día, y con las diferentes opiniones de diversos temas o simplemente con comentarios en ciertas redes de sociales o publicaciones, hemos visto que la unión, la hermandad, la complicidad, la solidaridad, la casi casi secta que teníamos con alguien o con un cierto grupo de “amigos” se termina muy fácilmente, y de ser amigos pasan a ser “examigos”.
Muchos años atrás hubiese caído en depresión por perder amigos o simplemente por sentir que les llevaba la contraria por tener una opinión diferente a la del amigo en turno, y era capaz de cambiar mis opiniones con tal de que no se molestaran o se sintieran mal de que no estábamos en el mismo sentido.
Hoy en día, es muy fácil caer en conflictos con tanta información que hay, pudiendo cada quien hacerse de una idea propia de cualquier tema, y defenderla hasta morir, sin importar perder amistades de muchos años. Algunas veces muchos deseamos cambiar nuestra forma de vida, y algunos amigos no lo entienden, o no les gusta, o simplemente les gustabas más como eras antes.
Estoy aprendiendo a respetar la individualidad de cada ser humano que se ha cruzado por mi vida, sé que muchos no piensan como yo, sé que muchos siguen ciertas ideas políticas que yo no, a muchos no les gusta lo que a mi me gusta, no les apasiona lo que a mí, que no leen lo que yo leo y un sin fin de cosas a las que no estamos conectados, pero más allá de sus gustos en común conmigo, he aprendido a respetar y hasta admirar lo que a ellos los hace diferentes a mi y hacerlos mis amigos por el solo hecho de que son excelentes personas. No me deja de doler que la amistad con ciertas personas llegue a quebrarse, pero hay que saber darles su espacio a los que han decidido molestarse por ideas que no están de acuerdo o no van con ellos.
La vida sigue y no podemos quedarnos a lamentarnos o a tratar de convencer a alguien a que piense u opine lo mismo que uno. El caso es dar un espacio y si más adelante queremos continuar la amistad, pues ¡¡¡adelante!!!
Disfrutemos a los amigos que tenemos, mientras me viene a la mente la rola de Paulina Rubio “My friend, mi amigo”:
“My friend, mi amigo
Yo quiero que tú siempre estés conmigo
Mi cuate, me late, me late corazón, como me late
My friend, mi amigo
Yo quiero que tú siempre estés conmigo
Mi cuate, me late
Yo quiero que tú siempre seas mi cuate…”
Hasta aquí llegamos en Las Tertulias de la Chiva de este día, tenemos una cita para la próxima semana, cuídense y no duden en mandar sus comentarios, que los tomaré en cuenta ya que con las críticas siempre se aprende. Adiós



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