lunes, 20 de septiembre de 2021

Crisis Climática, Migración y Seguridad Alimentaria en México


 Columna Un Nuevo Comienzo

Crisis Climática, Migración y Seguridad Alimentaria en México

Alberto Jiménez Merino

Esta semana el precio del maíz alcanzó los 9 pesos con 40 centavos el kilogramo

como promedio mínimo, con una variación de hasta 9.9 pesos, de acuerdo con los

datos de la Secretaría de Economía citados por Jacob Sánchez, en El Sol de

México el 18 septiembre de 2021.

También el gas tiene una tendencia a la alza. No obstante que el precio en

Puebla, oficialmente se estableció para la semana que termina en 458 pesos por

cilindro de 20 kilogramos, diferentes fuentes reportan un precio real cercano a los

500 pesos.

Ya habíamos comentado con anterioridad que, según datos de la Universidad

Tecnológica de Puebla, el costo de producción de la tortilla se compone por 32 por

ciento de maíz y 32 por ciento de gas, por lo que tan solo estos dos insumos

representan el 64 por ciento de lo que nos cuesta un kilogramo de tortillas.

El logro sexenal de la 4T de dotar dos kilogramos de tortillas a cada mexicano por

el aumento del salario mínimo se ve francamente diluido por el incremento de casi

4 millones de personas que no pueden comprar la canasta básica alimentaria y

por la disminución de casi 3 millones de hectáreas que se han dejado de sembrar

por falta de apoyos y problemas de sequía, lo que ha obligado a que las

importaciones de granos hayan subido un 14 por ciento en volumen y un 64 por

ciento en costo en este último año con relación al 2018.

Encima de esta crisis alimentaria que se ha dejado sentir por las importaciones

alimentarias y tendencia alcista del precio de los alimentos básicos, nos

enfrentamos a un problema aún mayor de proporciones mundiales. Antonio

Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),

en su informe sobre evaluación de los compromisos de los 191 países que

suscribieron el Acuerdo de París 2015, alertó que el mundo sigue un rumbo

catastrófico que provocará un aumento de 2.7°C en la temperatura media de la

tierra hacia finales de este siglo, por lo que pidió a los gobiernos redoblar los

esfuerzos.

Es necesaria una reducción del 45 por ciento en la emisión de gases efecto

invernadero (GEI) antes del 2030 con la finalidad de alcanzar la neutralidad del

carbono para el año 2050, señala el Secretario General en su informe citado por

diversas agencias, según El Universal del 18 de septiembre de 2021.

La crisis climática podría representar la migración de cerca de 216 millones de

personas para 2050 por escasez de agua, reducción de la producción agrícola o

incrementos en el nivel del mar, según informes del Banco Mundial. Este


fenómeno será más visible entre los años 2030 y 2050 e incluye a 4 millones de

centroamericanos y mexicanos.

De acuerdo también con el Banco Mundial, la migración es el rostro humano del

cambio climático que en las últimas semanas ha aumentado su presión sobre la

frontera sur de México y que esta semana se ha manifestado con la llegada de 10

mil 500 haitianos que cruzaron el Río Bravo, entre Ciudad Acuña, Coahuila, y Del

Río, Texas.

Como parte de la respuesta al fenómeno migratorio la Comisión Económica para

América Latina y el Caribe (CEPAL), anunció un Plan de Desarrollo Integral para

Honduras, El Salvador, Guatemala y el Sur-Sureste de México, que pretende

detonar el crecimiento de la región y detener la migración irregular durante los

próximos 5 años, destinando un monto de 45 mil millones de dólares (mmd)

provenientes de donantes y gobiernos. Una auténtica carta de intención hasta no

verse reflejada en los presupuestos nacionales.

Tenemos enfrente una crisis climática de proporciones catastróficas, un fenómeno

migratorio creciente que tendrá mayores impactos entre 2030-2050 y grandes

amenazas a la seguridad alimentaria de los mexicanos en el corto y mediano

plazo.

Lamentablemente, la agenda política de México, la de actores y partidos políticos,

está enfocada en la revocación de mandato, las reformas al Instituto Nacional

Electoral y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la sucesión

presidencial adelantada, el desbloqueo o embargo de Cuba, la integración

latinoamericana y el proceso electoral del 2024.

Las políticas públicas sobre prevención y mitigación del cambio climático,

educación para la vida y el trabajo, recursos hídricos y residuos sólidos, seguridad

pública, atención a salud y pandemia por COVID-19, reactivación económica,

adopción de energías limpias, el desarrollo económico de comunidades y

regiones, la seguridad alimentaria de la población y otros problemas nacionales,

pueden esperar.

El 2024 ya está muy cerca. ¡Viva México!

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lunes, 20 de septiembre de 2021

Crisis Climática, Migración y Seguridad Alimentaria en México


 Columna Un Nuevo Comienzo

Crisis Climática, Migración y Seguridad Alimentaria en México

Alberto Jiménez Merino

Esta semana el precio del maíz alcanzó los 9 pesos con 40 centavos el kilogramo

como promedio mínimo, con una variación de hasta 9.9 pesos, de acuerdo con los

datos de la Secretaría de Economía citados por Jacob Sánchez, en El Sol de

México el 18 septiembre de 2021.

También el gas tiene una tendencia a la alza. No obstante que el precio en

Puebla, oficialmente se estableció para la semana que termina en 458 pesos por

cilindro de 20 kilogramos, diferentes fuentes reportan un precio real cercano a los

500 pesos.

Ya habíamos comentado con anterioridad que, según datos de la Universidad

Tecnológica de Puebla, el costo de producción de la tortilla se compone por 32 por

ciento de maíz y 32 por ciento de gas, por lo que tan solo estos dos insumos

representan el 64 por ciento de lo que nos cuesta un kilogramo de tortillas.

El logro sexenal de la 4T de dotar dos kilogramos de tortillas a cada mexicano por

el aumento del salario mínimo se ve francamente diluido por el incremento de casi

4 millones de personas que no pueden comprar la canasta básica alimentaria y

por la disminución de casi 3 millones de hectáreas que se han dejado de sembrar

por falta de apoyos y problemas de sequía, lo que ha obligado a que las

importaciones de granos hayan subido un 14 por ciento en volumen y un 64 por

ciento en costo en este último año con relación al 2018.

Encima de esta crisis alimentaria que se ha dejado sentir por las importaciones

alimentarias y tendencia alcista del precio de los alimentos básicos, nos

enfrentamos a un problema aún mayor de proporciones mundiales. Antonio

Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),

en su informe sobre evaluación de los compromisos de los 191 países que

suscribieron el Acuerdo de París 2015, alertó que el mundo sigue un rumbo

catastrófico que provocará un aumento de 2.7°C en la temperatura media de la

tierra hacia finales de este siglo, por lo que pidió a los gobiernos redoblar los

esfuerzos.

Es necesaria una reducción del 45 por ciento en la emisión de gases efecto

invernadero (GEI) antes del 2030 con la finalidad de alcanzar la neutralidad del

carbono para el año 2050, señala el Secretario General en su informe citado por

diversas agencias, según El Universal del 18 de septiembre de 2021.

La crisis climática podría representar la migración de cerca de 216 millones de

personas para 2050 por escasez de agua, reducción de la producción agrícola o

incrementos en el nivel del mar, según informes del Banco Mundial. Este


fenómeno será más visible entre los años 2030 y 2050 e incluye a 4 millones de

centroamericanos y mexicanos.

De acuerdo también con el Banco Mundial, la migración es el rostro humano del

cambio climático que en las últimas semanas ha aumentado su presión sobre la

frontera sur de México y que esta semana se ha manifestado con la llegada de 10

mil 500 haitianos que cruzaron el Río Bravo, entre Ciudad Acuña, Coahuila, y Del

Río, Texas.

Como parte de la respuesta al fenómeno migratorio la Comisión Económica para

América Latina y el Caribe (CEPAL), anunció un Plan de Desarrollo Integral para

Honduras, El Salvador, Guatemala y el Sur-Sureste de México, que pretende

detonar el crecimiento de la región y detener la migración irregular durante los

próximos 5 años, destinando un monto de 45 mil millones de dólares (mmd)

provenientes de donantes y gobiernos. Una auténtica carta de intención hasta no

verse reflejada en los presupuestos nacionales.

Tenemos enfrente una crisis climática de proporciones catastróficas, un fenómeno

migratorio creciente que tendrá mayores impactos entre 2030-2050 y grandes

amenazas a la seguridad alimentaria de los mexicanos en el corto y mediano

plazo.

Lamentablemente, la agenda política de México, la de actores y partidos políticos,

está enfocada en la revocación de mandato, las reformas al Instituto Nacional

Electoral y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la sucesión

presidencial adelantada, el desbloqueo o embargo de Cuba, la integración

latinoamericana y el proceso electoral del 2024.

Las políticas públicas sobre prevención y mitigación del cambio climático,

educación para la vida y el trabajo, recursos hídricos y residuos sólidos, seguridad

pública, atención a salud y pandemia por COVID-19, reactivación económica,

adopción de energías limpias, el desarrollo económico de comunidades y

regiones, la seguridad alimentaria de la población y otros problemas nacionales,

pueden esperar.

El 2024 ya está muy cerca. ¡Viva México!

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