¿Cuándo
terminará la pandemia?
Hace algunos días hice una llamada a un amigo para
preguntarle cómo estaba, ya que fue diagnosticado con covid. Él me comentó que
después de nueve meses de haber dado positivo a la enfermedad, aún no se sentía
recuperado y no precisamente por los estragos físicos, sino principalmente por
la falta de capacidad para concentrarse que seguía presentando.
Hoy sabemos que este padecimiento entra dentro de lo
que los científicos han categorizado como niebla mental, una de las principales
consecuencias del covid prolongado o long covid, pues han detectado que después
de los malestares propios de la infección, muchos pacientes tienen secuelas por
12 semanas o más.
Este tipo de estragos son más frecuentes de lo que
imaginamos, e incluso algunos investigadores estiman que más de 100 millones de
personas sufrirían de covid prolongado, con secuelas crónicas y muy variadas que
se presentarán aún meses después de la infección.
A la fecha, a ciencia cierta no se sabe qué es lo que
provoca que algunos pacientes padezcan estos síntomas de la enfermedad, sin
embargo hay estudios que arrojan que las personas con obesidad y las que
requirieron respiradores artificiales tienen más probabilidades de desarrollar
covid prolongado.
Estos hallazgos resultan interesantes dado que a la
fecha muchas personas menosprecian los estragos de la variante ómicron creyendo
que son “leves” e incluso piensan que esta nueva etapa de contagios, denominada
“cuarta ola” marca el tan anhelado paso de la pandemia a una fase endémica de
la enfermedad.
Por otra parte, hay otros puntos de vista que no lo
ven así y que, por el contrario, han activado las alarmas respecto al rumbo que
tomará la pandemia. No pierden de vista que Ómicron presenta un riesgo cinco veces
mayor de reinfección en comparación con la cepa Delta, lo que significa que la
protección contra la reinfección podría ser de tan sólo el 19%.
Y es que se ha visto que desde la
introducción del virus de Covid-19 a finales de 2019, la evolución adaptativa
del virus ha dado lugar a una mayor transmisibilidad y resistencia a la vacuna.
Lo que más llama la atención es que en
días anteriores el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, anunció el
retiro de medidas para evitar el contagio del virus, debido a que la ola de la
variante Ómicron ya había llegado a su máximo límite a nivel nacional. Por lo
tanto la población de ese país, desde esta semana, ya no estará obligada a usar
cubrebocas en ningún lugar y tampoco a trabajar desde casa, asimismo ya no se
exigirá el certificado de vacunación contra el covid-19.
Estas medidas contrastan a lo
planteado por otros países europeos, así como lo establecido en China y Hong
Kong donde siguen vigentes las medidas de cero tolerancia para prevenir los
contagios.
Tampoco podemos dejar de lado que
Reino Unido ha registrado más de 152 mil
muertes, lo que lo ha colocado en el séptimo lugar más alto de decesos a nivel
mundial.
Lo más alarmante es que investigadores
han registrado en este mismo país más de 400 casos de una nueva sub-variante de
Ómicron, la cual ha sido descrita por la Agencia de Seguridad Sanitaria del
Reino Unido (UKHSA, por sus siglas en inglés) como BA.2.
Los primeros análisis de los
especialistas sugieren que podría propagarse incluso más rápido que la variante
Ómicron y ha sido designada como una “variante de preocupación”.
Precisamente, en Dinamarca esta nueva
sub-variante BA.2 ha desplazado a gran velocidad a la variante Ómicron en su
versión original y se estima que ya representa el 45% de los nuevos contagios.
Tan sólo en la última semana promedia
más de 40 mil contagios diarios, la mayor cifra vista en la pandemia, por lo
cual los especialistas advierten que este cambio de tendencia podría
presentarse en otros países.
Incluso la Organización Mundial de la
Salud (OMS) ha bautizado a la BA.2 como “sigilosa” por su capacidad de evadir
los métodos de detección habituales como son las pruebas de antígenos.
Es por ello que estos hechos no nos
permiten tener claridad respecto a si el fin de la pandemia por Covid-19 está
cerca o no, ya que independientemente de esta variante podrán seguir surgiendo
nuevas o incluso enfrentar a nuevos virus y por ende nuevas pandemias. Lo que
si podemos hacer es seguir actuando para evitar que el virus siga
fortaleciéndose, que los contagios crezcan y más aún, que se sigan perdiendo
vidas.
Hoy, más que nunca, tengamos presente
la importancia de cambiar hábitos para fortalecer nuestro sistema inmune,
comiendo de manera saludable, haciendo ejercicio y no descuidando las medidas
preventivas.
Recordemos que el covid se respira,
por ello hagamos del uso de cubrebocas parte inherente de nuestro día a día, ya
que mientras el virus siga teniendo la posibilidad de mutar, continúa
existiendo la posibilidad de enfermar a los más vulnerables.
No le demos más vueltas para seguir
buscando una fecha de término de la pandemia, mejor pongámosle día y hora al
inicio de una vida más consciente y saludable.
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