lunes, 16 de mayo de 2022

MANEJO DE LAS EMOCIONES. ¿POR QUÉ SON TAN IMPORTANTES?


 

COLUMNA: ESTAMOS EN CONEXIÓN

MANEJO DE LAS EMOCIONES. ¿POR QUÉ SON TAN IMPORTANTES?

Por: Jorge García D.

 

“Cuanto más abiertos estamos a nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer los de los demás” – Daniel Goleman-

 

Hablar de emociones es algo que probablemente nos cueste trabajo hacer, porque desde pequeños fuimos condicionados a no sentir o no demostrar nuestras emociones, lo que nos impide expresarnos con libertad, tener una plena libertad de nuestros sentimientos de nuestras emociones y de todo aquello que no comunica con nosotros mismos.

 

Identificar tus emociones y manejarlas de una manera acertada, es el primer paso para construir una inteligencia emocional. Para ello deberemos de conocer qué son las emociones, los sentimientos y estados de ánimo, y como interactuamos entre ellos.

 

Una emoción es una cascada de cambios físicos producida en nuestro cuerpo, como consecuencia de algo interno o externo a lo que llamaremos estímulo o situación. Las emociones son sensaciones cortas o intensas, que suelen durar desde un instante hasta varios minutos y provocan un cambio intenso y generalizado el nuestro organismo ante lo que me estoy enfrentando, generando una reacción, que no es un proceso consciente, sino es una respuestas automáticas y rápidas.

 

Un sentimiento es un proceso interno que genera determinada carga afectiva hacia algo o alguien. Son sensaciones mas prolongadas, como el amor. Un sentimiento es una emoción prolongada que trasciende en tiempo y extensión, es una emoción social, por lo tanto, son más bien sensaciones aprendidas, condicionadas por la cultura y de la que el sujeto es mucho más consciente. La duración de un sentimiento es mayor que la de una emoción, pero, la intensidad, por contra, es más baja. Según seamos de pequeños o mayores o según el entorno en el que hayamos crecido y los valores que hayamos asociado a determinados tipos de personas, situaciones, animales, lugares, recuerdos, educación, formación y donde la familia forma parte crucial en el manejo de nuestras emociones y el reconocimiento de nuestros sentimientos.

 

El estado de ánimo es, de los tres el que mayor duración tiene y también el menos intenso. Digamos que es el que tiñe nuestros días de un determinado color. Es también menos específico que una emoción, es decir, que no depende tanto de un hecho en concreto para ponerse en marcha, sino que es una forma de sentir o de estar que se prolonga y a la que, a veces, no podemos encontrar causa inmediata, pues muchas veces dependen más de los procesos cognitivos y emocionales personales de cada individuo.

 

Las emociones, sentimientos y estados de ánimo, forman parte de la vida; mejorando nuestra calidad en medida que reconocemos estas y tenemos una relación positiva con nuestro y entorno.

 

Las emociones nos entregan información

No existen emociones buenas o malas por sí mismas, muy por el contrario, las emociones nos entregan información valiosísima acerca de los procesos que estamos viviendo y cómo nos estamos enfrentando a estos.

 

Emociones primarias universales

Las emociones primarias son de corta duración, e intensas, que pueden prolongarse hasta algunos minutos; una característica particular es que se codifican a través de micro expresiones faciales y de comportamiento y estas son: Miedo. Ira. Alegría. Tristeza. Sorpresa. Asco.

 

Emociones secundarias o dadas por eventos socioculturales

Las emociones secundarias se prolongan en el tiempo a través del pensamiento y pueden durar incluso años, por ejemplo, como cuando recordamos un evento desagradable del pasado y, al hacerlo, parece activarse nuevamente la emoción; llamadas también socioculturales, las cuales derivan de las primarias, pero dependen de la adquisición de conocimientos de la cultura o educación familiar, las cuales son: Alivio. Culpa. Orgullo. Vergüenza. Desprecio. Celos.

 

¿Cuándo una emoción, un sentimiento o un estado de ánimo se convierte en un trastorno?

Todos tenemos emociones, sentimientos y estado de ánimo. Forman parte de nuestra naturaleza, una maravillosa y perfeccionada máquina que nos permite funcionar y responder a situaciones que nunca son las mismas. Pero, a veces, estas respuestas nos provocan problemas en nuestra vida cotidiana, interfiriendo en nuestra vida de pareja, amigos, familiar, social, laboral, o académica, generando un malestar clínicamente significativo. Convirtiéndose en un trastorno.

 

Emociones: agradables y/o desagradables

Para definir la polaridad se propuso un modelo de cuatro dimensiones emocionales. Por un lado, el negativo, en donde están aquellas personas que evitan los sentimientos, quienes se relacionan con la frustración, amenazas y pérdidas. Por el otro, el positivo, en la cual están aquellas que resultan agradables y benéficas, también se relacionan con el logro de metas, optimismo.

 

·         Emociones de alerta: En el polo negativo está compuesto de miedo, incertidumbre, ansiedad y preocupación.  El polo positivo lo compone la confianza, la esperanza y la serenidad. Ambas funcionan como un estado de alerta que sirve como protección a las posibles amenazas que puedes enfrentar.

·         Emociones del ánimo: En el polo negativo lo compone la tristeza, indiferencia, apatía, aburrimiento y resignación. Al otro lado encuentras la alegría, el interés, el entusiasmo, la diversión y la aceptación. Entre ellas se relacionan con el grado de dolor o placer que obtienes de los acontecimientos en un entorno físico y social.

·         Emociones según el afecto: En el polo negativo encuentras la ira, la envidia y el odio, y por el otro, el positivo se compone de compasión, amor y gratitud. Relacionadas con las preferencias en las relaciones y el valor que se confiere a los demás.

·         Emociones según el autoconcepto: En el polo negativo se encuentran la culpa, la vergüenza y la envidia. En lo positivo encuentras la autoestima, el orgullo y la gratitud. Las cuales están relacionadas con la satisfacción que siente la persona consigo misma.

 

Emociones según su intensidad

La intensidad es el factor que nombra y distingue a una emoción de otra. Esto se refiere a la fuerza con la cual se experimenta una emoción. Expertos afirman que las emociones básicas normalmente se presentan combinadas, es decir, en una forma más compleja, o pasamos en segundos de una a otra

 

Aprende a manejar tus emociones, aplica inteligencia emocional

 

Gestionar nuestras emociones no implica eliminar emociones consideradas negativas, como la rabia o la tristeza, sino aprender a reconocerlas, sentirlas y manejarlas antes de expresarlas de manera explosiva o descontrolada. Todas las emociones son necesarias para adaptarse al entorno, pero en intensidades razonables.

 

Las emociones tienen la capacidad de regular la actividad del resto de las funciones cognitivas y son muy útiles cuando nos enfrentamos a información nueva, incompleta o variada, o a situaciones demasiado complejas como para ser resueltas exclusivamente a través del razonamiento. Sin embargo, Daniel Goleman, dice que para hacer una acertada gestión de nuestras emociones será necesario el desarrollo de cinco niveles en nuestra competencia emocional: Primero lograr un autoconocimiento o dominio de uno mismo. El segundo, la autorregulación, es decir, manejar nuestras emociones y los impulsos perjudiciales. El tercer nivel es la motivación. El cuarto, la empatía: comprender a los demás, percibir sus emociones y perspectiva e interesarse en ellos. Y en el quinto lugar, tener la destreza para dar tiempo a que nuestro cerebro racional se active, reacciones y gestionar a la parte emocional que siempre reacciona antes.

 

"Una emoción no causa dolor, sin embargo, la resistencia o supresión a reconocer y sentir una emoción sí puede llegar a causar un gran dolor, estrés interno, incomodidad, inestabilidad y enfermedades". -Frederick Dodson-

 

#EstamosEnConexión #RadioEnRedes

Todos los Lunes de 17:00 a 19 horas, a través de: www.radioenredes.co

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MANEJO DE LAS EMOCIONES. ¿POR QUÉ SON TAN IMPORTANTES?


 

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MANEJO DE LAS EMOCIONES. ¿POR QUÉ SON TAN IMPORTANTES?

Por: Jorge García D.

 

“Cuanto más abiertos estamos a nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer los de los demás” – Daniel Goleman-

 

Hablar de emociones es algo que probablemente nos cueste trabajo hacer, porque desde pequeños fuimos condicionados a no sentir o no demostrar nuestras emociones, lo que nos impide expresarnos con libertad, tener una plena libertad de nuestros sentimientos de nuestras emociones y de todo aquello que no comunica con nosotros mismos.

 

Identificar tus emociones y manejarlas de una manera acertada, es el primer paso para construir una inteligencia emocional. Para ello deberemos de conocer qué son las emociones, los sentimientos y estados de ánimo, y como interactuamos entre ellos.

 

Una emoción es una cascada de cambios físicos producida en nuestro cuerpo, como consecuencia de algo interno o externo a lo que llamaremos estímulo o situación. Las emociones son sensaciones cortas o intensas, que suelen durar desde un instante hasta varios minutos y provocan un cambio intenso y generalizado el nuestro organismo ante lo que me estoy enfrentando, generando una reacción, que no es un proceso consciente, sino es una respuestas automáticas y rápidas.

 

Un sentimiento es un proceso interno que genera determinada carga afectiva hacia algo o alguien. Son sensaciones mas prolongadas, como el amor. Un sentimiento es una emoción prolongada que trasciende en tiempo y extensión, es una emoción social, por lo tanto, son más bien sensaciones aprendidas, condicionadas por la cultura y de la que el sujeto es mucho más consciente. La duración de un sentimiento es mayor que la de una emoción, pero, la intensidad, por contra, es más baja. Según seamos de pequeños o mayores o según el entorno en el que hayamos crecido y los valores que hayamos asociado a determinados tipos de personas, situaciones, animales, lugares, recuerdos, educación, formación y donde la familia forma parte crucial en el manejo de nuestras emociones y el reconocimiento de nuestros sentimientos.

 

El estado de ánimo es, de los tres el que mayor duración tiene y también el menos intenso. Digamos que es el que tiñe nuestros días de un determinado color. Es también menos específico que una emoción, es decir, que no depende tanto de un hecho en concreto para ponerse en marcha, sino que es una forma de sentir o de estar que se prolonga y a la que, a veces, no podemos encontrar causa inmediata, pues muchas veces dependen más de los procesos cognitivos y emocionales personales de cada individuo.

 

Las emociones, sentimientos y estados de ánimo, forman parte de la vida; mejorando nuestra calidad en medida que reconocemos estas y tenemos una relación positiva con nuestro y entorno.

 

Las emociones nos entregan información

No existen emociones buenas o malas por sí mismas, muy por el contrario, las emociones nos entregan información valiosísima acerca de los procesos que estamos viviendo y cómo nos estamos enfrentando a estos.

 

Emociones primarias universales

Las emociones primarias son de corta duración, e intensas, que pueden prolongarse hasta algunos minutos; una característica particular es que se codifican a través de micro expresiones faciales y de comportamiento y estas son: Miedo. Ira. Alegría. Tristeza. Sorpresa. Asco.

 

Emociones secundarias o dadas por eventos socioculturales

Las emociones secundarias se prolongan en el tiempo a través del pensamiento y pueden durar incluso años, por ejemplo, como cuando recordamos un evento desagradable del pasado y, al hacerlo, parece activarse nuevamente la emoción; llamadas también socioculturales, las cuales derivan de las primarias, pero dependen de la adquisición de conocimientos de la cultura o educación familiar, las cuales son: Alivio. Culpa. Orgullo. Vergüenza. Desprecio. Celos.

 

¿Cuándo una emoción, un sentimiento o un estado de ánimo se convierte en un trastorno?

Todos tenemos emociones, sentimientos y estado de ánimo. Forman parte de nuestra naturaleza, una maravillosa y perfeccionada máquina que nos permite funcionar y responder a situaciones que nunca son las mismas. Pero, a veces, estas respuestas nos provocan problemas en nuestra vida cotidiana, interfiriendo en nuestra vida de pareja, amigos, familiar, social, laboral, o académica, generando un malestar clínicamente significativo. Convirtiéndose en un trastorno.

 

Emociones: agradables y/o desagradables

Para definir la polaridad se propuso un modelo de cuatro dimensiones emocionales. Por un lado, el negativo, en donde están aquellas personas que evitan los sentimientos, quienes se relacionan con la frustración, amenazas y pérdidas. Por el otro, el positivo, en la cual están aquellas que resultan agradables y benéficas, también se relacionan con el logro de metas, optimismo.

 

·         Emociones de alerta: En el polo negativo está compuesto de miedo, incertidumbre, ansiedad y preocupación.  El polo positivo lo compone la confianza, la esperanza y la serenidad. Ambas funcionan como un estado de alerta que sirve como protección a las posibles amenazas que puedes enfrentar.

·         Emociones del ánimo: En el polo negativo lo compone la tristeza, indiferencia, apatía, aburrimiento y resignación. Al otro lado encuentras la alegría, el interés, el entusiasmo, la diversión y la aceptación. Entre ellas se relacionan con el grado de dolor o placer que obtienes de los acontecimientos en un entorno físico y social.

·         Emociones según el afecto: En el polo negativo encuentras la ira, la envidia y el odio, y por el otro, el positivo se compone de compasión, amor y gratitud. Relacionadas con las preferencias en las relaciones y el valor que se confiere a los demás.

·         Emociones según el autoconcepto: En el polo negativo se encuentran la culpa, la vergüenza y la envidia. En lo positivo encuentras la autoestima, el orgullo y la gratitud. Las cuales están relacionadas con la satisfacción que siente la persona consigo misma.

 

Emociones según su intensidad

La intensidad es el factor que nombra y distingue a una emoción de otra. Esto se refiere a la fuerza con la cual se experimenta una emoción. Expertos afirman que las emociones básicas normalmente se presentan combinadas, es decir, en una forma más compleja, o pasamos en segundos de una a otra

 

Aprende a manejar tus emociones, aplica inteligencia emocional

 

Gestionar nuestras emociones no implica eliminar emociones consideradas negativas, como la rabia o la tristeza, sino aprender a reconocerlas, sentirlas y manejarlas antes de expresarlas de manera explosiva o descontrolada. Todas las emociones son necesarias para adaptarse al entorno, pero en intensidades razonables.

 

Las emociones tienen la capacidad de regular la actividad del resto de las funciones cognitivas y son muy útiles cuando nos enfrentamos a información nueva, incompleta o variada, o a situaciones demasiado complejas como para ser resueltas exclusivamente a través del razonamiento. Sin embargo, Daniel Goleman, dice que para hacer una acertada gestión de nuestras emociones será necesario el desarrollo de cinco niveles en nuestra competencia emocional: Primero lograr un autoconocimiento o dominio de uno mismo. El segundo, la autorregulación, es decir, manejar nuestras emociones y los impulsos perjudiciales. El tercer nivel es la motivación. El cuarto, la empatía: comprender a los demás, percibir sus emociones y perspectiva e interesarse en ellos. Y en el quinto lugar, tener la destreza para dar tiempo a que nuestro cerebro racional se active, reacciones y gestionar a la parte emocional que siempre reacciona antes.

 

"Una emoción no causa dolor, sin embargo, la resistencia o supresión a reconocer y sentir una emoción sí puede llegar a causar un gran dolor, estrés interno, incomodidad, inestabilidad y enfermedades". -Frederick Dodson-

 

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