lunes, 20 de junio de 2022

CUANTO ESTOY DISPUESTO A PERDER (ME) POR AMOR...

 


COLUMNA: ESTAMOS EN CONEXIÓN

CUANTO ESTOY DISPUESTO A PERDER (ME) POR AMOR...

Por: Jorge García D.

 

“No es que muera de amor, muero de ti. Muero de ti, amor, de amor de ti, De urgencia mía de mi piel de ti, De mi alma de ti y de mi boca, Y del insoportable que soy sin ti”. -JAIME SABINES-

 

Para amar no hay que «morir de amor», sufrir, desvanecerse, perder el norte, ser uno con el otro o alterar la identidad: eso es intoxicación afectiva. Cuando confundimos el enamoramiento con el amor, justificamos el sufrimiento afectivo o su conmoción/ arrebato/ agitación y terminamos enredándonos en relaciones negativas que nos amargan la vida porque erróneamente pensamos que: «Así es el amor».

 

A veces, cuando hago terapia, me encuentro con parejas tan incompatibles que me pregunto cómo diablos han llegado a estar juntos. ¿Es que acaso están ciegos? Y la respuesta es que, en cierto sentido, sí lo están. No una ceguera física, sino emocional: el sentimiento, las emociones, los egos y hasta la frustración y el qué dirá... decidió por ellos y los arrastró como un río desbordado. El amor tiene una inercia que puede llevarte a cualquier sitio si no intervienes y ejerces tu influencia afectiva, identificando el lugar en el que estas y haces uso de la razón.

 

Morir de amor, asimismo, es morir de desamor: el rechazo, el insoportable juego de la incertidumbre y de no saber si te quieren de verdad, la espera, el imposible o el «no», que llega como un jarro de agua fría. Es humillarse, rogar, suplicar, insistir y persistir más allá de toda lógica, esperar milagros, reencarnaciones, pases mágicos y cualquier cosa que restituya a la persona amada o la intensidad de un sentimiento que languidece o que ya se nos ha ido de las manos. Infinidad de personas en el mundo se han quedado atrapadas en nichos emocionales a la espera de que su suerte cambie.

 

¿Hasta dónde somos capaces de llegar por amor?

Es difícil explicar lo que cada mente sería capaz de hacer por mantener un amor.

·         Se trata de tomar riesgos por alcanzar lo inalcanzable, por acabar la distancia acompañada de indiferencia que hay entre dos almas, dónde una se ata con fuerza a aquello que no es, ni será.

·         Se trata de dar a montones sin esperar, esperando lo inesperado. De brindar aquello que no conocemos de nosotros hacia otro.

·         Se trata de confiar y perseverar a costa de las minucias de otro, aunque la vida nos grite una y otra vez “¡No lo hagas!”.

·         Es el 1 tan alejado del 2, cuando este último busca su par y el otro se siente único solamente.

 

Pero... ¿QUÉ ESTARÍAS DISPUESTO A HACER POR AMOR? 

Casi todos dirán: TODO… o, HARÍA LO QUE FUERA necesario por amor.

Pero realmente, ¿la gente hace lo que sea por AMOR?

 

Antes de continuar, me gustaría que tú me dejaras en los comentarios… ¿qué estarías dispuesto a hacer por amor?

 

El amor ha sido una fuerte de inspiración en todas las culturas del mundo, en todas las épocas de la historia y en todas las expresiones del ser humano. Y la misma historia nos muestra un sinfín de historias reales, novelas, escritos, poemas, pinturas, mitos, leyendas, pasando de generación en generación y de boca en boca, instalándose en el subconsciente idealizando el amor como cuento de hadas... Bien dicen que “el amor mueve montañas” y hasta el que dice ser nada romántico, cuando es tocado verdaderamente por el amor es capaz de transformarse. Sí, admitámoslo, a todos nos gustaría vivir o haber vivido una gran historia de amor.  Este es uno de los secretos mejor guardados de todos los corazones humanos, es el desear un verdadero amor que te acompañe para siempre. Es por eso que funcionan tan bien las historias de príncipes y princesas, las telenovelas o las películas románticas. Porque siempre encierran una historia de amor donde se vive “felices por siempre”.

 

Pero… ¿ES VERDAD QUE ES AMOR LO QUE NOS MUEVE A HACER TODAS ESTAS COSAS?

Te lo pregunto porque la gran mayoría de los individuos tenemos una gran facilidad para decir que amamos algo: amo viajar, el chocolate, las películas románticas, a mi perrito, mi casa, a mis papás, a mi familia, a mi novio/a o a mi esposo/a, a mis amigos, te amo, me amo, los amo!… 

Y lo peor (o lo mejor, depende) es que, según el caso, hasta nos creemos que realmente sentimos el amor que declaramos.  Y lo decirnos: Ah ¡el amor!, ¡el amor! 

 

¿QUÉ ESTARÍAS DISPUESTO A HACER POR AMOR?

En mi particular punto de vista, por amor damos lo mejor de nosotros, aunque para el otro sean pequeñeces, somos capaz de transformar la vida y renunciar a muchas cosas por estar con el ser amado, pero nunca debería ser por encima de nuestra propia felicidad, integridad o dignidad. Por ello debemos cultivar nuestro amor propio. Por esto surge el dilema ¿cómo poder amar, si no hemos desarrollado el amor por nosotros mismos o amor propio?

 

El amor propio es un ingrediente importante para gozar de bienestar psicológico y se define como la aceptación de los sentimientos que tenemos por nosotros mismos, hacia nuestro físico, personalidad, carácter, actitudes y comportamientos. Es el respeto, las percepciones, el valor, los pensamientos positivos y consideraciones que tenemos y depende de nuestra voluntad, es el auto reconocimiento, autoaceptación, auto reafirmación, autoestima y amor propio, y no de los demás, ni de las situaciones o entornos en que nos desenvolvemos.

 

Las personas que tienen amor propio se identifican por ser amigables, respetuosas, amorosas, independientes, siempre se preocupan por su crecimiento personal, su salud, su formación y por dar lo mejor de sí en todo aquello que realizan. El amor propio no es sinónimo de egoísmo. El amor propio se debe mantener y fomentar con felicidad para poder sentirnos bien con nosotros mismos. Implica, además, que podamos enfrentarnos con mejores recursos a cualquier desafío y en el modo en que hacemos frente a los problemas.

 

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA FORTALECER EL AMOR PROPIO?

Para empezar, debemos tener en cuenta que amor propio es un aspecto psicológico que forma parte lo emocional de toda persona y para fortalecerlo podemos mencionar tareas como:

 

·         Permanecer atento de ti mismo: amate, procúrate, apapáchate, quiérete todo el tiempo “se vale”. Cuando se tiene amor propio se sabe que se piensa, siente y desea. Esto nos ayuda a ser conscientes de quienes somos y cuanto valemos.

·         Actuar en función de nuestras necesidades: Cuando se ama se procura dar al otro lo que necesita, no se puede confundir con cumplir todos sus caprichos. Igual pasa con nosotros mismos, debemos centrarnos en nuestras necesidades, esto nos mantendrá apartados de comportamientos que no son saludables.

·         Mantener hábitos adecuados de cuidado personal, recuerda que dime con quien te juntas y te diré quién eres: Debemos dedicar tiempo a cuidar de nosotros mismos teniendo una alimentación balanceada, realizando ejercicio, descansando y durmiendo el tiempo necesario, compartiendo con amigos, pareja y familia. No obstante, no debemos pensar que somos egoístas al cuidarnos porque el amor propio es un ejercicio saludable para tener un buen equilibrio físico, mental y emocional.

·         Establecer límites: Amarse implica tener el valor para establecer límites y para decir NO a todo aquello que le afecta física, emocional o espiritualmente. Los límites nos ayudan a mejorar la calidad de las relaciones que establecemos y aumentar el amor propio.

·         Revisar el grupo de referencia: Es normal que las personas elijamos los grupos y personas con las que queremos socializar, lo que nos obliga a tener un marco de referencia a partir del cual empezamos a valorar nuestras propias competencias. Por tanto, somos influenciados por el grupo de referencia de acuerdo a la valoración que recibimos y está en nuestras manos valorar si ese grupo de referencia nos satisface o no y cuidar así nuestro amor propio.

·         Muéstrate tal como eres, aprende a ser tú, sin poses y mascaras: Cuantas más personas conozcamos, más fácil nos será conocer a aquellas con las que conectamos, y que ven en nosotros cualidades que otros no ven. Esto fortalece haciendo crecer nuestro amor propio.

·         Evitar las personas negativas o tóxicas: Una persona que se ama evita las personas negativas o tóxicas y no pierde el tiempo con aquellas que intentan dañar su espíritu y ante todo protege su autoestima. Para cultivar nuestro amor propio debemos aprender a desenvolvernos en situaciones complejas imponiendo nuestros derechos y necesidades.

·         Perdonarse a sí mismo: Es muy común que seamos exigentes y muy duros con nosotros mismos, castigándonos frecuentemente deteriorando así nuestra autoestima. Por el contrario, para fortalecer nuestro amor propio debemos aprender de nuestros errores, aceptar nuestra humanidad y perdonarnos.

·         Valorar nuestras fortalezas y debilidades: Identificar nuestras fortalezas y debilidades es un aspecto fundamental en nuestra vida porque nos ayuda a conocernos mejor, explotar nuestras fortalezas y corregir nuestras debilidades mejorado así nuestro amor propio.

·         Vivir con intención: Para aceptarnos es necesario tener consciencia de lo que sucede nuestra vida. Para vivir una vida significativa y saludable debemos tomar decisiones que nos dirija a lograr nuestros propósitos. Esto nos hará sentirnos exitoso fortaleciendo nuestro amor propio. 

 

En conclusión, debemos tener en cuenta que amarnos a si mismo debe ser una filosofía de vida y es una responsabilidad individual que debemos procurar en nuestra cotidianidad, procurando las mejores cosas para nosotros mismos y evitando todo aquello que nos dañe como victimizarse, exigirse más de la cuenta, descalificarse, hablar mal de sí mismo.

 

No dejen de escribir que queremos conocer sus comentarios, recuerden que tenemos una cita en: #EstamosEnConexión #RadioEnRedes

Todos los Lunes de 17:00 a 19:00 horas, a través de: www.radioenredes.com

0 comentarios:

Publicar un comentario

lunes, 20 de junio de 2022

CUANTO ESTOY DISPUESTO A PERDER (ME) POR AMOR...

 


COLUMNA: ESTAMOS EN CONEXIÓN

CUANTO ESTOY DISPUESTO A PERDER (ME) POR AMOR...

Por: Jorge García D.

 

“No es que muera de amor, muero de ti. Muero de ti, amor, de amor de ti, De urgencia mía de mi piel de ti, De mi alma de ti y de mi boca, Y del insoportable que soy sin ti”. -JAIME SABINES-

 

Para amar no hay que «morir de amor», sufrir, desvanecerse, perder el norte, ser uno con el otro o alterar la identidad: eso es intoxicación afectiva. Cuando confundimos el enamoramiento con el amor, justificamos el sufrimiento afectivo o su conmoción/ arrebato/ agitación y terminamos enredándonos en relaciones negativas que nos amargan la vida porque erróneamente pensamos que: «Así es el amor».

 

A veces, cuando hago terapia, me encuentro con parejas tan incompatibles que me pregunto cómo diablos han llegado a estar juntos. ¿Es que acaso están ciegos? Y la respuesta es que, en cierto sentido, sí lo están. No una ceguera física, sino emocional: el sentimiento, las emociones, los egos y hasta la frustración y el qué dirá... decidió por ellos y los arrastró como un río desbordado. El amor tiene una inercia que puede llevarte a cualquier sitio si no intervienes y ejerces tu influencia afectiva, identificando el lugar en el que estas y haces uso de la razón.

 

Morir de amor, asimismo, es morir de desamor: el rechazo, el insoportable juego de la incertidumbre y de no saber si te quieren de verdad, la espera, el imposible o el «no», que llega como un jarro de agua fría. Es humillarse, rogar, suplicar, insistir y persistir más allá de toda lógica, esperar milagros, reencarnaciones, pases mágicos y cualquier cosa que restituya a la persona amada o la intensidad de un sentimiento que languidece o que ya se nos ha ido de las manos. Infinidad de personas en el mundo se han quedado atrapadas en nichos emocionales a la espera de que su suerte cambie.

 

¿Hasta dónde somos capaces de llegar por amor?

Es difícil explicar lo que cada mente sería capaz de hacer por mantener un amor.

·         Se trata de tomar riesgos por alcanzar lo inalcanzable, por acabar la distancia acompañada de indiferencia que hay entre dos almas, dónde una se ata con fuerza a aquello que no es, ni será.

·         Se trata de dar a montones sin esperar, esperando lo inesperado. De brindar aquello que no conocemos de nosotros hacia otro.

·         Se trata de confiar y perseverar a costa de las minucias de otro, aunque la vida nos grite una y otra vez “¡No lo hagas!”.

·         Es el 1 tan alejado del 2, cuando este último busca su par y el otro se siente único solamente.

 

Pero... ¿QUÉ ESTARÍAS DISPUESTO A HACER POR AMOR? 

Casi todos dirán: TODO… o, HARÍA LO QUE FUERA necesario por amor.

Pero realmente, ¿la gente hace lo que sea por AMOR?

 

Antes de continuar, me gustaría que tú me dejaras en los comentarios… ¿qué estarías dispuesto a hacer por amor?

 

El amor ha sido una fuerte de inspiración en todas las culturas del mundo, en todas las épocas de la historia y en todas las expresiones del ser humano. Y la misma historia nos muestra un sinfín de historias reales, novelas, escritos, poemas, pinturas, mitos, leyendas, pasando de generación en generación y de boca en boca, instalándose en el subconsciente idealizando el amor como cuento de hadas... Bien dicen que “el amor mueve montañas” y hasta el que dice ser nada romántico, cuando es tocado verdaderamente por el amor es capaz de transformarse. Sí, admitámoslo, a todos nos gustaría vivir o haber vivido una gran historia de amor.  Este es uno de los secretos mejor guardados de todos los corazones humanos, es el desear un verdadero amor que te acompañe para siempre. Es por eso que funcionan tan bien las historias de príncipes y princesas, las telenovelas o las películas románticas. Porque siempre encierran una historia de amor donde se vive “felices por siempre”.

 

Pero… ¿ES VERDAD QUE ES AMOR LO QUE NOS MUEVE A HACER TODAS ESTAS COSAS?

Te lo pregunto porque la gran mayoría de los individuos tenemos una gran facilidad para decir que amamos algo: amo viajar, el chocolate, las películas románticas, a mi perrito, mi casa, a mis papás, a mi familia, a mi novio/a o a mi esposo/a, a mis amigos, te amo, me amo, los amo!… 

Y lo peor (o lo mejor, depende) es que, según el caso, hasta nos creemos que realmente sentimos el amor que declaramos.  Y lo decirnos: Ah ¡el amor!, ¡el amor! 

 

¿QUÉ ESTARÍAS DISPUESTO A HACER POR AMOR?

En mi particular punto de vista, por amor damos lo mejor de nosotros, aunque para el otro sean pequeñeces, somos capaz de transformar la vida y renunciar a muchas cosas por estar con el ser amado, pero nunca debería ser por encima de nuestra propia felicidad, integridad o dignidad. Por ello debemos cultivar nuestro amor propio. Por esto surge el dilema ¿cómo poder amar, si no hemos desarrollado el amor por nosotros mismos o amor propio?

 

El amor propio es un ingrediente importante para gozar de bienestar psicológico y se define como la aceptación de los sentimientos que tenemos por nosotros mismos, hacia nuestro físico, personalidad, carácter, actitudes y comportamientos. Es el respeto, las percepciones, el valor, los pensamientos positivos y consideraciones que tenemos y depende de nuestra voluntad, es el auto reconocimiento, autoaceptación, auto reafirmación, autoestima y amor propio, y no de los demás, ni de las situaciones o entornos en que nos desenvolvemos.

 

Las personas que tienen amor propio se identifican por ser amigables, respetuosas, amorosas, independientes, siempre se preocupan por su crecimiento personal, su salud, su formación y por dar lo mejor de sí en todo aquello que realizan. El amor propio no es sinónimo de egoísmo. El amor propio se debe mantener y fomentar con felicidad para poder sentirnos bien con nosotros mismos. Implica, además, que podamos enfrentarnos con mejores recursos a cualquier desafío y en el modo en que hacemos frente a los problemas.

 

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA FORTALECER EL AMOR PROPIO?

Para empezar, debemos tener en cuenta que amor propio es un aspecto psicológico que forma parte lo emocional de toda persona y para fortalecerlo podemos mencionar tareas como:

 

·         Permanecer atento de ti mismo: amate, procúrate, apapáchate, quiérete todo el tiempo “se vale”. Cuando se tiene amor propio se sabe que se piensa, siente y desea. Esto nos ayuda a ser conscientes de quienes somos y cuanto valemos.

·         Actuar en función de nuestras necesidades: Cuando se ama se procura dar al otro lo que necesita, no se puede confundir con cumplir todos sus caprichos. Igual pasa con nosotros mismos, debemos centrarnos en nuestras necesidades, esto nos mantendrá apartados de comportamientos que no son saludables.

·         Mantener hábitos adecuados de cuidado personal, recuerda que dime con quien te juntas y te diré quién eres: Debemos dedicar tiempo a cuidar de nosotros mismos teniendo una alimentación balanceada, realizando ejercicio, descansando y durmiendo el tiempo necesario, compartiendo con amigos, pareja y familia. No obstante, no debemos pensar que somos egoístas al cuidarnos porque el amor propio es un ejercicio saludable para tener un buen equilibrio físico, mental y emocional.

·         Establecer límites: Amarse implica tener el valor para establecer límites y para decir NO a todo aquello que le afecta física, emocional o espiritualmente. Los límites nos ayudan a mejorar la calidad de las relaciones que establecemos y aumentar el amor propio.

·         Revisar el grupo de referencia: Es normal que las personas elijamos los grupos y personas con las que queremos socializar, lo que nos obliga a tener un marco de referencia a partir del cual empezamos a valorar nuestras propias competencias. Por tanto, somos influenciados por el grupo de referencia de acuerdo a la valoración que recibimos y está en nuestras manos valorar si ese grupo de referencia nos satisface o no y cuidar así nuestro amor propio.

·         Muéstrate tal como eres, aprende a ser tú, sin poses y mascaras: Cuantas más personas conozcamos, más fácil nos será conocer a aquellas con las que conectamos, y que ven en nosotros cualidades que otros no ven. Esto fortalece haciendo crecer nuestro amor propio.

·         Evitar las personas negativas o tóxicas: Una persona que se ama evita las personas negativas o tóxicas y no pierde el tiempo con aquellas que intentan dañar su espíritu y ante todo protege su autoestima. Para cultivar nuestro amor propio debemos aprender a desenvolvernos en situaciones complejas imponiendo nuestros derechos y necesidades.

·         Perdonarse a sí mismo: Es muy común que seamos exigentes y muy duros con nosotros mismos, castigándonos frecuentemente deteriorando así nuestra autoestima. Por el contrario, para fortalecer nuestro amor propio debemos aprender de nuestros errores, aceptar nuestra humanidad y perdonarnos.

·         Valorar nuestras fortalezas y debilidades: Identificar nuestras fortalezas y debilidades es un aspecto fundamental en nuestra vida porque nos ayuda a conocernos mejor, explotar nuestras fortalezas y corregir nuestras debilidades mejorado así nuestro amor propio.

·         Vivir con intención: Para aceptarnos es necesario tener consciencia de lo que sucede nuestra vida. Para vivir una vida significativa y saludable debemos tomar decisiones que nos dirija a lograr nuestros propósitos. Esto nos hará sentirnos exitoso fortaleciendo nuestro amor propio. 

 

En conclusión, debemos tener en cuenta que amarnos a si mismo debe ser una filosofía de vida y es una responsabilidad individual que debemos procurar en nuestra cotidianidad, procurando las mejores cosas para nosotros mismos y evitando todo aquello que nos dañe como victimizarse, exigirse más de la cuenta, descalificarse, hablar mal de sí mismo.

 

No dejen de escribir que queremos conocer sus comentarios, recuerden que tenemos una cita en: #EstamosEnConexión #RadioEnRedes

Todos los Lunes de 17:00 a 19:00 horas, a través de: www.radioenredes.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario