Dos Pueblas en Puebla: la marginación urbana en la capital
Hace
unos días se dio a conocer el retroceso que sufrió Puebla en el combate a la
pobreza, al pasar del quinto lugar en población en situación de pobreza en 2018
a un tercer lugar en 2020, quedando tan solo detrás de entidades como Chiapas y
Guerrero, según el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social
2022, publicado por el Consejo Nacional de
Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
Se podría pensar que
este panorama es propio de los municipios y regiones más alejadas de la
entidad, donde tan sólo por geografía se vuelve más complicado el que la
población pueda tener acceso a servicios básicos y mejores oportunidades
laborales; sin embargo la realidad es que una gran cantidad de las personas en
situación de pobreza en la entidad habitan contextos urbanos e incluso muchas
de ellas están en Puebla capital.
Precisamente, los
indicadores arrojan que del total de la población en situación de pobreza, el
31.8% viven en localidades rurales y el 68.2% en localidades urbanas.
En este sentido, no
extraña que sean dos realidades las que se viven en la ciudad, donde por una
parte hay zonas en las continuamente se realizan inversiones y obras de
infraestructura, mientras que hay otras completamente abandonadas como son la
gran mayoría de las juntas auxiliares e inspectorías de la capital.
No solo se trata de
calles con baches o sin pavimento o de tener parques y áreas públicas en mal
estado, sino sobre todo de no tener acceso a servicios fundamentales como son el
agua, drenaje, alumbrado público, recolección de basura e incluso a la
imposibilidad de tener una alimentación suficiente.
Es el propio CONEVAL
el que ha mostrado que la capital del estado tuvo el mayor retroceso en el
combate a la pobreza extrema, en los últimos cinco años, al pasar de 64 mil 586
personas en 2015 a 89 mil 076 en 2020, una cantidad similar a la de 2010 cuando
se registraban 88 mil 629.
Este
mismo organismo estimó que un total de 331 mil poblanos, equivalentes al 20%
del millón 692 mil 181 personas que habitan en la ciudad de Puebla, padecen
carencia por acceso a alimentación.
No se
trata tan sólo de números, sino de personas que ven limitadas sus oportunidades
de desarrollo. Una de ellas es doña María, una ama de casa que vive en la
inspectoría de San Isidro Tlalcostépetl, perteneciente a la junta de San Miguel
Canoa, quien me hacía hincapié en la gran necesidad que se vive en su comunidad
donde carecen del vital líquido e incluso deben beber el agua de un jaguey.
Precisamente,
hay datos que hablan de que en 2022, más de 150 colonias de la capital
padecieron del suministro del agua o éste fue intermitente.



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