CHIVA
QUEEN- Columnista
Tw - @sylviatowers
Fb - @chivaqueen
“LAS
TERTULIAS DE LA CHIVA”
¡¡¡Hooooooolaaaaaa!!! Ya
estamos nuevamente en otra tertulia más.
No pararé nunca de
agradecerles a todos los que me escriben para agradecerme, para corregirme o
para sugerirme algún tema específico.
Siempre tratando de que los
temas tengan un gran contenido de información para que todos estemos al día con
todo lo que nos rodea en esta vida.
El día de hoy pondré sobre
este blog un tema que me ha dejado pensando muchísimo, y es que un seguidor mío
me escribió para bendecirme, darme luz y sobre todo agradecer mi trabajo que está
enfocado siempre en ser y hacer feliz a todos los que me rodean.
Yo, le respondí que esas
palabras tan hermosas me las decía porque me veía con mucha admiración y amor,
(oséa le di a entender que no era para tanto) y que me contesta que yo decía
eso porque no creía en mi…¡¡¡Zasssss!!!
Sentí como si mi conciencia
me estuviera hablando, me quedé en shock y al mismo tiempo me puse a buscar
dentro de mí, y también en libros y otros blogs. ¿Qué significa creer en uno
mismo?
Creer en ti mismo significa
tener confianza en tus propias capacidades. Significa poder confiar en ti
mismo para hacer lo que dices que harás y saber que esos esfuerzos darán los
resultados deseados. Eso significa que creer en uno mismo proviene de una
mezcla de varias experiencias psicológicas clave: experiencias como la
autoestima, la seguridad en uno mismo, la confianza en uno mismo, la
autonomía y el dominio del entorno.
Cuando creemos en nosotros
mismos, se ponen en marcha todo tipo de procesos psicológicos que nos
ayudan a alcanzar nuestras metas, manifestar nuestros sueños y aumentar nuestro
bienestar. Pero la otra cara también es cierta. La falta de confianza
en uno mismo o la falta de fe en nosotros mismos significa que es menos
probable que actuemos, cambiemos o presionemos para mejorar las
cosas. Como resultado, cuando esperamos fallar, en realidad es más probable
que fracasemos.
Eso significa que creer en
nosotros mismos es como la llave que enciende el motor y enciende el
automóvil. Realmente no podemos ir a ninguna parte sin él. Por más
que intentemos empujarnos hacia adelante, estamos bloqueados porque nuestros
pensamientos, actitudes y acciones no están alineados con nuestras
metas. Así que no hacemos lo que tenemos que hacer o nos saboteamos a
nosotros mismos en el camino, a veces de manera obvia y a veces de manera
totalmente inconsciente para nosotros mismos.
Un dato curioso que encontré
es el siguiente:
Nelson Mandela pasó 27 años
en la cárcel, dieciocho de los cuales en la terrible prisión de Robben Island.
Como preso político negro,
recibió el trato más denigrante posible. Se pasaba el día rompiendo piedras a pleno
sol, sin apenas comida y recibiendo palizas constantes. Por si fuera poco,
durante su encarcelamiento también contrajo tuberculosis.
Sin embargo, Mandela no se
derrumbó. Cada mañana bajaba al patio y se paseaba orgulloso luciendo sus
heridas, contagiando valor y esperanza a los reclusos. Se convirtió en su
inspiración.
¿Cómo es posible que se
sintiera tan confiado en unas condiciones capaces de en pedazos a cualquier
hombre?
La respuesta es que no
se sentía confiado.
Como confesó
posteriormente, Mandela estaba ocultando sus miedos. Vivía con miedo, y desde
luego jamás se sintió seguro de sí mismo.
Pero Mandela tenía clara una
cosa: si se quedaba esperando en su celda hasta reunir la confianza suficiente,
nunca hubiera bajado al patio a inspirar a los presos.
Esta es una de las grandes
mentiras que nos hemos creído. Pensamos que es necesario sentirnos
preparados y confiados antes de enfrentarnos a un reto. Pero Mandela no esperó
a sentirse confiado: actuó pese a no estar seguro, y por eso consiguió vencer.
El verdadero problema no es
que no te sientas confiado antes de hacer algo; el problema es que crees
que debes sentirte confiado para hacerlo. Pero no necesitas sentir nada para
hacerlo. Tus actos pueden ser independientes de tus emociones, como hizo
Mandela.
Así que la regla de
oro de la confianza es que no debes esperar a sentirte confiado.
Y después de hacerme la
introspección entiendo que debo trabajar más en la confianza en mí misma, y con
todo esto agradezco mucho los comentarios de todos.
Cierro esta tertulia con la
rola de Natalia Jiménez “Creo en Mí”:
“Ya me han
dicho que soy buena para nada
Y que el aire que respiro está demás
Me han clavado en la pared, contra la espada
He perdido hasta las ganas de llorar
Pero, estoy de vuelta
Estoy de pie y bien alerta
Eso del cero a la izquierda
No me va…”
Tenemos una cita para la
próxima Tertulia, cuídense y no duden en mandar sus comentarios, que los tomaré
en cuenta ya que con las críticas siempre se aprende.
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