COLUMNA: ESTAMOS EN CONEXIÓN
¿QUÉ ES LA TANATOLOGÍA?, CÓMO ENFRENTAR UN DIAGNOSTICO Y UNA
ENFERMEDAD.
Por: Jorge García D.
“Serás Feliz cuando entiendas que ... Ser Feliz es estar sereno, y esa serenidad se obtiene cuando
uno está en el camino elegido y es ahí cuando te darás cuenta que la Felicidad es algo que ocurre
de la piel para adentro y no solo de la piel para afuera... Ser Feliz es una Obligación no solo un
Derecho” – Jorge Bucay.
Bienvenidos a otro espacio más de ESTAMOS EN CONEXIÓN, una columna de nuestro programa de
radio en su emisión número 89, donde hablamos acerca de temas de tu interés, logrando una conexión
armónica entre el ser, el hacer y qué hacer, entre tus sentimientos, emociones, decisiones,
pensamientos, el cómo nos expresamos a través de nuestro cuerpo, el cómo trasmitimos, convivimos
y nos desenvolvemos en el día a día, logrando con ello un desarrollo personal, una sana autoestima,
una estabilidad emocional y salud mental; buscando un equilibrio y bienestar personal, aprendiendo
y enseñándonos a cómo amarnos a nosotros mismos, amar a los demás, buscando una sana
convivencia en pareja, familia y con todos los que nos rodean, compartiendo en cada espacio,
herramientas para alcanza nuestro pleno desarrollo en todos los planos de nuestra vida, hablando de
temas de tu interés, resolviendo dudas sobre nosotros mismos, nuestro entorno o por qué
reaccionamos o actuamos de tal o cual manera, brindando un apoyo puntual de diferentes
especialistas que enriquecen cada uno de nuestros temas de autoayuda, coaching de vida, coaching
empresarial, psicología, tanatología, superación, desarrollo personal, comunicación y mucho temas de
su interés.
Aprendamos a vivir en el aquí y en el ahora, y tener siempre en el recordatorio, que tal vez en algún
momento tengamos que pasar por alguna enfermedad, por algún tipo de problemática, de situación
particular de salud, y pensar en la muerte no como una etapa que va llegar, tal vez más tarde o más
temprano, nosotros como adultos nos debemos enfrentar a esa realidad, y también a los niños
acercarlos a esa realidad de la muerte: con la perdida de los abuelos, una mascota, el padre de un
amigo... enseñándonos a sobrellevar la perdida... La muerte forma parte de la vida, entender la
muerte es poder aceptar que es una etapa final y, al margen de las propias creencias, debe explicarse
como un hecho irreversible y universal. Cuando un niño pregunta: “¿Mamá, ¿te vas a morir?”, hemos
de calmarnos y responder con naturalidad que todos nos vamos a morir porque forma parte de la vida.
El tomar la muerte con naturalidad nos confronta con una realidad que nos tendrá que tocar vivir, sin
saber en qué circunstancias y bajo que situaciones, pero lo cierto es que nos tendrá que tocar a todos,
siendo esa certeza, la que nos lleve ha aprender a vivir en el aquí y en el ahora, en conciencia de que
en cualquier momento podemos partir y entonces debemos prepararnos para ese momento.
¿QUÉ ES LA TANATOLOGÍA? La tanatología es la ciencia que nos ayuda a entender la situación de la
muerte, enseñándonos a sobrellevar la perdida, uno de sus campos de acción implica acompañar a la
persona, con un diagnostico terminal, a que tenga una muerte tranquila o en paz, o en una situación
de una enfermedad crónica o terminal, a aceptar que la muerte es un proceso natural, una etapa en
nuestra vida, pero que en el lapso de tiempo a que esto suceda podremos tener una muy buena calidad
de vida, donde la muerte se dará en un proceso natural, y en una completa paz y aceptación, pero el
sentido de perdida por la vida, o de una enfermedad, no solo abarca al paciente, al deudo, sino a la
familia, los amigos y al entorno, tofos a través de nuestra existencia vamos a vivir y vamos a continuar
experimentando perdidas, por eso es tan importante el darle un sentido al proceso de muerte, y por
ello, encontramos diversas situaciones, entre familiares, amigos, o hasta en los mismos hospitales en
el sentido de acompañamiento y escuchamos: “Yo no quiero ver a mi familiar así”, “Yo no quiero
saber”, “A mí no me digas”, “¿Por qué el?”, “¿Por qué a mí?”, y no le damos su justo valor a la muerte,
a la perdida, al acompañamiento, a la aceptación, la resignación, y hasta el dolor, que es un sentimiento
natural en todo este proceso, pero con el también viene el enojo, la ira, la negación, el coraje, la culpa,
la resignación y aceptación; la muerte nos acompaña todos los días, la tanatología es la manera que
tenemos los seres humanos de enfrentar nuestras perdidas, nuestro miedo a la muerte y enfrentarnos
a ella o mejor dicho cómo convivir con ella, de cómo sobre llevar nuestros duelos frente a la perdida y
como la enfrentamos. La tanatología aborda todos los procesos que son dolorosos, la tanatología al
abordar la perdida, amplia este experto de estudio, terapia y acompañamiento abordando también
todos los temas y asociados a al diagnostico de enfermedades, acompañamiento, proceso de atención
temprana, diagnostico, estudios, resultados, proceso de la enfermedad, aguda, crónica o terminal,
proceso de acompañamiento, duelo, superación, vida y morir en paz
LA PERDIDA. Es la falta o ausencia de algo que se tenía. Cuando una persona dispone de una cosa y
luego la pierde, podrá decirse que sufrió una pérdida. Se puedes PERDER, a un ser QUERIDO, por
accidente, por enfermedad, por muerte natural y distintos factores; la PAREJA por una infidelidad, por
un engaño, por un mal entendido, cansancio, por no haber comprensión o empatía, por falta de
entendimiento y respeto; se puedes perder el TRABAJO por una injusticia, por un mal entendido, por
un mal acuerdo, porque no estés satisfecho con tus logros o con los bienes que obtienes como
recompensa, de tiempo, dedicación, empeño y compromiso, por salud, por embarazo, por relaciones
amorosas, y por diversas causas; perdida de SALUD, por enfermedad, por contagio, por condición
heredada, por accidente, por diversos orígenes; perdida de ESTABILIDAD EMOCIONAL, causada por
una baja autoestima, por desvalorización, por una no aceptación y falta de reconocimiento personal,
baja atención por parte de los esposos, parejas, padres, hijos, amigos, HASTA CUANDO NO ERES
RECONOCIDO EN EL TRABAJO. Perdida de algún miembro del cuerpo lo cual es y puede ser causado
por salud, por un accidente, por un sin fin de causas, la perdida de una MASCOTA, la pérdida DE UN
BIEN, UNA MUDANSA, TU CASA, EL LUGAR DONDE NACISTE la pérdida de UN SUEÑO, UNA ILUSION,
EL AMOR, y un sin fin de situaciones.
“DEBEMOS DE APRENDER A DESAPEGARNOS O APRENDER A VIVIR DE NUESTRAS AUSENCIAS”
Hay que aprender a desapegarnos, imagina que en una mano tienes el objeto de la perdida, y en la
otra el dolor que genera el haberlo perdido, por lo cual, aunque estas estén unidas, debemos de
soltarlas para poder seguir avanzando y continuar con nuestras tareas, si no soltamos nuestras manos
y decidimos cruzarnos de brazos o tener una sobre otra no podremos realizar nada en nuestra vida y
continuar, este es un ejercicio básico de desapego. Tener que aprender a soltar el dolor, que me causa
la muerte y quedarme con la persona..., con el cariño, con el aprendizaje, el soltar el dolor y a la
persona, no significa dejar de amar al ser querido, de igual manera tengo que aprender a soltar la
enfermedad, aprendiendo a vivir con ella, en una nueva dinámica de amor a uno mismo, de
compromiso, de empatía, de aceptación y de sana convivencia.
Por qué no empeñamos en asociar el que sí ame a la persona y la perdí, tengo que quedarme
totalmente triste siempre porque si no le fallo, y eso no significa que ames, y que el sentimiento haya
sido autentico, pleno, inmenso y intenso. Amar desde nosotros, desde nuestro interior es amar en
LIBERTAD, saber perdonar, coincidir, recordar y disfrutar de cada paso vivido y sueño alcanzado, es
DEJAR DE VIVIR EN EL REPROCHE de lo que debí y no hice, DEJAR DE VIVIR EN LA FRUSTRACIÓN de lo
que no fue, DEJAR DE VIVIR EN EL ENOJO, EL CHANTAJE EMOCIONAL y LA MANIPULACION y por ende,
en la CODEPENDIENTE... Un amor CODEPENDIENTE es el: “sin ti me muero”, “sin ti no puedo vivir”...
ese no es amor EN LIBERTAD. El amor pleno, es el amor en libertad, es aquel que te deja coexistir.
Debemos enseñarnos a:
•Ayudar a las personas que ha vivido un proceso de duelo a cerrar el ciclo de manera satisfactoria,
fortalecidas y empoderadas. Con un entendimiento más lúcido del desarrollo de su consciencia
y un conocimiento superior de su propio ser. Con mayor paz y armonía.
•Ayudar a trabajar todo tipo de pérdidas y los diferentes tipos de duelos que nos acompañan a
lo largo de la vida, detectando tanto los duelos manifiestos como los duelos latentes u ocultos.
TANATOLOGÍA COMO UNA TERAPIA PARA AFRONTAR UNA ENFERMEDAD
No todas las personas afrontan una enfermedad de la misma forma. Hay muchos factores que van a
influir en el proceso ya que va a depender del tipo de enfermedad, de la personalidad del paciente, del
apoyo del instituto de seguridad social con el que cuente, de su familia, entorno, médicos, y del vivir
con antelación ante las dificultades, y ánimo que tenga ante cualquier situación perturbadora, etc.
De hecho, hay claras diferencias en cómo las personas vivencian y afrontan un mismo conflicto,
problema, situación, suceso, o acontecimiento vital más o menos grave y estresante.
Si bien hay consenso en que las personas que mantienen una actitud optimista manejan mejor los
síntomas de enfermedades físicas, lo cual parece que se debe a que son más resolutivos en general,
hacen una búsqueda activa de apoyo social, médico y psicológico y tratan de ver el lado positivo de la
experiencia estresante que están viviendo, se implican en el tratamiento, participan en él. Por el
contrario, las personas más pesimistas tienden a emplear la negación y el distanciamiento del estresor,
centrándose más en los sentimientos negativos producidos por este.
Por tanto, ante el diagnóstico de una enfermedad crónica una actitud positiva, realista nos protege y
da una mayor calidad de vida. Sin embargo, las personas con actitud negativa tienden a mantenerse
en una queja constante, a ver las dificultades, limitaciones que la enfermedad les ha supuesto y se
sienten incapaces de adaptarse a su nueva vida. Las personas optimistas, que tratan de ver el lado
positivo de las situaciones, que toman una actitud activa ante los problemas, buscan soluciones y por
consiguiente se adaptan a los cambios que la vida le da, y que son capaces de expresar las emociones,
tanto positivas como negativas, son las que mejor se adaptan.
Además, es más factible que estas personas al usar mecanismos activos de afrontamiento busquen
información sobre la enfermedad que le han diagnosticado y de este modo resuelve la incertidumbre,
el desconocimiento de la enfermedad que sabemos que es uno de los mayores generadores de
ansiedad. Son diversas las circunstancias y escenarios ante cualquier tipo de diagnóstico, donde
influyen factores diversos que son clave en el modo en como vamos a enfrentar la enfermedad, he ahí
que, todas las personas pasan por una serie de fases en la adaptación a una situación de este tipo: al
principio del diagnóstico se dan una serie de emociones y sentimientos que puede ir desde la
confusión, decepción, injusticia, ¿por qué a mí?... y que es normal al inicio.
Al empezar a conocer la enfermedad se dan cuenta que cuanto más saben sobre ella menos les asusta,
ya saben lo que puede ocurrir, comienzan a tomar las riendas de su enfermedad y a participar en su
tratamiento. El tiempo que cada persona esté en una fase u otra es variable.
1. Para llevar mejor todo este proceso de afrontamiento es fundamental en primer lugar reconocer los
sentimientos y poder expresarlos ya sea con su médico, con amigos, con la familia.
2. En segundo lugar, preguntar todo lo que se nos ocurra sobre la misma, aclarar dudas sobre cualquier
aspecto de la enfermedad (síntomas, proceso, tratamiento, pronóstico...) y por supuesto seguir el
tratamiento, hacer los cambios en el estilo de vida que sean perjudiciales, pero tratando de mantener
una vida lo más normal posible (aficiones, estudios, trabajo, familia, vida social).
El diagnóstico de una enfermedad siempre genera en el paciente y en su familia preguntas difíciles de
responder y emociones complejas que, no se alcanzan a comprender. Es común que los afectados
sufran temor, ansiedad, tristeza, depresión, angustia, frustración, desesperanza, desasosiego, y otras
afecciones, mermando considerablemente el bienestar mental y emocional de enfermo y familia.
Cualquier enfermedad hace evidente nuestra propia fragilidad y finitud, y nos llena de dudas y
preocupaciones. Algunas de las preguntas que surgen con frecuencia son: ¿Por qué a mí?, ¿Cómo
enfrentar esta realidad?, ¿Podré salir adelante?, ¿Cómo afectará a mi familia?, Ahora, ¿qué sigue?, etc.
Padecer una enfermedad crónica, degenerativa u oncológica implica realizar cambios importantes en
nuestro estilo de vida, así como en todas sus áreas y facetas de nuestra vida: familiar, escuela, trabajo,
diversión, hobbies, gustos, placeres y más; donde este tipo de padecimientos suelen afectar también
a los miembros más cercanos del enfermo, motivo que genera en el paciente nuevas preocupaciones
y sentimientos que le pueden consternar, como frustración, preocupación, coraje, y no aceptación,
encaminada a una depresión que en la mayoría de los casos afecta de manera importante a la
recuperación o esa calidad de vida tan ansiada. A su vez, la familia sufre su propio proceso de
asimilación, en el cual, sus miembros pueden manifestar, angustia, pánico, coraje, etc. Por estos
motivos, enfrentarse a una enfermedad es difícil y complicado, para todos.
En esta realidad es prioridad darle al paciente la mejor atención médica posible y ayudarle a realizar
los cambios que requiera para poder llevar una vida de calidad. Del mismo modo, es esencial
procurarle apoyo psicológico, pues puede verse gravemente afectado a un nivel emocional, mismo
que, si no se atiende, puede provocarle serios problemas que afecten su recuperación e incluso
devengan en una depresión. La terapia le ayudará con su proceso de asimilación, comprensión y
adaptación a su condición. Es importante señalar que las personas más cercanas también pueden
necesitar apoyo emocional, ya que suelen sentirse igualmente afectadas y tienen que llevar su propio
proceso de comprensión, aceptación y adaptación a la nueva situación.
En estos casos iniciar una TERAPIA PSICOLÓGICA, TANATOLÓGICA Y DE ACOMPAÑAMIENTO por
parte de un especialista resultará muy beneficiosa., brindando el apoyo necesario, para:
• Asimilar y afrontar el diagnóstico.
• Confrontar el tratamiento.
• Tomar decisiones.
• Facilitar la comunicación familiar y manejar los cambios al interior de la misma.
• Adaptarse a un nuevo estilo de vida
• Enfrentar una posible recaída, entre otras.
Recuerda que el buen estado emocional y mental genera importantes beneficios para el enfermo y
sus familiares.
¿CÓMO PUEDO AYUDAR A UN SER QUERIDO A AFRONTAR UNA ENFERMEDAD TERMINAL?
1. Hazle saber a la persona que estás dispuesto a escuchar y nunca subestimes el valor de tu presencia.
2. Buscar atención médica adecuada.
3. No des expectativas falsas.
4. Ofrecer una calidad de vida digna en esta etapa final.
¿CÓMO PODEMOS ENTONCES ABORDAR UN TEMA QUE RESULTA TAN COMPLEJO POR SU
IMPLICACIÓN EMOCIONAL?
1. Estar preparado: conviene reflexionar sobre nuestras propias preguntas o creencias sobre la muerte para
que, cuando hablemos con nuestro hijo, tengamos claro lo que queremos decir y lo que les queremos
transmitir.
2. Ser sincero: las mentiras, que a veces utilizamos para que el tema de la muerte sea menos aterrador, pueden
causar más malestar que alivio. Si no estamos seguros de una respuesta o no estamos preparados para
discutir algo, es mejor decir “no lo sé” que mentir. La sinceridad es decir la verdad sin necesidad de
enmascararla con eufemismos que no ayuden a entender lo que se quiere decir.
3. Ser sensible a la etapa de desarrollo y asimilación de la enfermedad y del diagnóstico, del cómo la enfrenta
tanto el paciente, cómo sus seres queridos más cercanos. Es decir, el manejo de la perdida, el dolor, el
sufrimiento, las emociones y el duelo se refiere a un proceso que cualquier persona podría experimentar, y
ninguno de nosotros lo hace de la misma manera. Esto se debe a que cada persona ve y siente el duelo de
manera diferente. Y cada pérdida es diferente.
4. Estar cerca: es mejor partir de la base de lo que cada niño o persona sabe o cree acerca de la muerte y tal o
cual enfermedad. Quizás se esté haciendo una idea equivocada y esté sufriendo por ello. Debemos
aprovechar cada ocasión (en la vida cotidiana) para explorar cómo entiende la muerte. Hablar de lo que le
ocurre a alguien, hablar de que sucedería sísufriera una enfermedad o tuviera un diagnóstico negativo, hablar
de enfermedades, del proceso, tratamientos, consecuencias, secuelas y de toda la información que nos
pueden brindar los especialistas, lo cual no dará una claridad ante lo que deberemos enfrentar.
5. Ser claros: debemos ser simples y breves en nuestras explicaciones. Debido a que la mente de enfermos y
familia piensa en términos concretos y muy crueles, a lo cual hablar con claridad no dará una certeza del
panorama que deberemos enfrentar, o por lo menos una idea más clara de nuestra situación. Es mejor usar
términos más precisos.
6. Esperar: después de hablar de la muerte, la enfermedad, el diagnostico o de lo que nos esté sucediendo
puede parecer que todos queden satisfechos , sin embargo, probablemente regresen al rato o vuelva a sacar
el tema en unos días a la situación que se vive,(después de haber “procesado” lo que hemos estado hablando,
lo cual puede ser diferente en cada uno de los involucrados dependiendo de su forma de asimilación u
procesamiento ante la situación), un buen momento para comprobar lo que hemos aprendido y como
daremos solución o avanzaremos ante la situación.
7. Tranquilizar: cuando se habla de la muerte es frecuente que nos preocupemos ante lo que pudiera pasar, lo
cierto es que tarde que temprano sucederá y para ello debemos estar preparados y hablar con claridad,
empatía, y sobre todo amor.
¿CÓMO PUEDO AYUDAR A UN SER QUERIDO A AFRONTAR UNA ENFERMEDAD TERMINAL?
1. Hazle saber a la persona que estás dispuesto a escuchar y nunca subestimes el valor de tu presencia. Sin
embargo, no intentes reemplazar a un profesional.
2. Buscar atención médica adecuada.
3. No des expectativas falsas.
4. Ofrecer una calidad de vida digna en esta etapa final.
5. Mantén tu trato con la mayor normalidad posible.
6. Invita a tu ser querido a hablar sobre sus miedos.
7. Anima a tu ser querido a hablar de su vida. Hablar sobre los recuerdos también puede ayudar a afirmar que
la vida de la persona es importante y que será recordada.
8. Ayúdalo a buscar asesoría en testamentos y trámites legales que tenga que dejar en orden.
9. Pregúntale a tu ser querido qué es lo que quiere. La mayoría de la gente desea morir con la familia cerca,
pero otros prefieren irse en privado. Respeta su decisión.
10. Si crees que la persona se está aferrando a ti pensando en tu bien, está bien que le digas que estarás bien y
que puede quedarse tranquilo y soltar.
11.No asumas que la persona pasará por un proceso metódico de aceptar la muerte. Respeta su tiempo.
¿Cómo sobrevivir al proceso de duelo?
1. Permitirse estar de duelo: darse permiso para sentirse mal, necesitado, vulnerable, etc.
2. Abrir el corazón al dolor: expresar las emociones que surjan en lugar de reprimirlas.
3. Ser amable consigo mismo, no olvidar de quererse a sí mismo, lo que implica también ser paciente con
respecto a la superación del dolor.
4. Las emociones y sensaciones de tristeza, enojo y dolor son normales en esas circunstancias.
5. Aplazar algunas decisiones importantes, ya que no se tiene el 100% de la concentración.
6. No descuidar la salud (física y emocional).
7. Llevar una vida saludable, buena alimentación, dormir bien y vida sin excesos, aprender a disfrutar de lo que
tenemos, poseemos y de cada momento con lo que tenemos de ahora en adelante.
8. Agradecer las cosas pequeñas que siguen existiendo en nuestra vida.
9. No temer pedir ayuda.
10. Ser paciente con los demás, algunos también están sufriendo por nuestra pérdida y otros tratan de ayudarnos
aún sin saber cómo hacerlo.
11.Darse tiempo para descansar y paulatinamente para empezar a tener momentos de esparcimiento.
12. Confiar en nuestros recursos para salir adelante (en caso de que no sean suficientes volver a recordar que
podemos pedir ayuda).
13. Aceptar lo irreversible de la pérdida.
14. Tener en mente que elaborar la pérdida (seguir nuestra vida de manera “feliz”) no es olvidar.
15. Aprender a vivir “de nuevo”, lo que implica aprender a vivir sin algo o sin alguien, de otra forma, y que esta
forma sea positiva para nosotros.
16. Centrarse en la vida y en nuestros seres queridos que siguen vivos.
Después de que un ser querido muere, quizás te preguntes si hiciste lo suficiente o si dijiste las cosas
correctas. La culpa es una parte normal del duelo, pero a menudo desaparece gradualmente. Si tienes
problemas para lidiar con la culpa o tristeza, habla con alguien que pueda ayudarte a superar tus
sentimientos. Si te preocupa que no puedes dejar de sufrir y esto afecta tu capacidad para funcionar,
busca ayuda profesional.
"La Felicidad no es la alegría permanente, o la certeza de que todo estará bien siempre, no es
solo estar contento y sentir que no pasa nada, tampoco es reírse todo el tiempo... La Felicidad
es nada más y nada menos que la sensación de serenidad percibida cada vez que tienes la
certeza de estar en el camino correcto... Tú eliges hacia dónde y tú decides hasta cuándo, porque
el camino que eliges, la respuesta que esperas y hasta esa decisión de salir adelantes, es un
asunto exclusivamente tuyo". -Jorge Bucay-
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