Las
ciudades enfrentan desafíos ambientales significativos y la reforestación
urbana se presenta como una solución clave para mejorar la calidad de vida de
sus habitantes. Es por ello que, en el marco del Día Mundial del Árbol,
celebrado el 28 de junio, tenemos una gran oportunidad para reflexionar sobre
las políticas públicas implementadas en Puebla, así como en el país, para
promover la reforestación urbana y su impacto en el medio ambiente y la
comunidad.
Y es que
las áreas verdes son de suma importancia para las ciudades en el mundo, ya que
además de contribuir al equilibrio ecológico, mejoran la calidad ambiental,
elevan la belleza paisajística del entorno urbano y aportan cualidades importantes
de identidad y de legibilidad de la imagen de la ciudad.
Algunos de
los beneficios de las áreas verdes son la mejora de la calidad del aire, ya que
los árboles absorben dióxido de carbono y liberan oxígeno, además de que ayudan
a regular el clima y a mitigar el efecto de isla de calor en las ciudades,
proporcionando hábitats para diversas especies y contribuyendo al bienestar
humano, ya que los espacios verdes mejoran la salud mental y física de los
residentes.
En este
sentido es que resulta imprescindible implementar políticas de cuidado,
mantenimiento, protección de áreas verdes urbanas, además de reforestación,
labor en la que los municipios tienen una tarea primordial.
Al
respecto, en la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente
se destaca el derecho y la responsabilidad social para lograr un medio ambiente
equilibrado. Se menciona en el artículo 8 que el municipio es responsable de la
creación y administración de las zonas verdes, así también destaca que la
Federación, con apoyo de los gobiernos estatales y municipales, deberá promover
el involucramiento y la participación de los distintos grupos sociales en la
creación y evaluación de los programas de mejoramiento ambiental.
Desafortunadamente,
es una realidad que en la mayoría de municipios de nuestro país, la concepción
de las áreas verdes sigue subordinada al tema de equipamiento urbano necesario,
pero prescindible. Lo anterior a pesar de que existe una Norma Oficial Mexicana
NOM-001-SEDATU-2021 en la que se señalan la importancia de crear interconexión
entre los espacios públicos e incentivar la participación social a través de la
consulta, la opinión y la deliberación para determinar las prioridades y los
proyectos sobre el espacio público.
Al
respecto, María del Socorro Ramírez, en su investigación sobre “Áreas verdes
urbanas de Puebla y su zona conurbada. Factores que explican su
multifuncionalidad socio ambiental” explica que el papel de las políticas
municipales, aunado a la asignación de recursos para las prácticas de
mantenimiento, determinan las condiciones generales de la vegetación, lo que
incide en la regulación del cuidado de las áreas verdes urbanas en su diseño e
implementación de vegetación, en el mejor de los casos. “En el peor de ellos,
restringe la diversidad de especies que serán colocadas, en los espacios
abiertos de la ciudad, dando forma y estructura a las áreas verdes urbanas que
brindarán o no beneficios socio ambientales”, relata.
La Ley de
Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano del Estado de Puebla hace
referencia a las áreas verdes como parte del espacio público, estipula que
deberá privilegiar el diseño, adecuación, mantenimiento y protección de
espacios públicos teniendo en cuenta siempre la evolución de la ciudad. Dicha
ley contempla principios de política pública, principalmente el de protección y
progresividad del espacio público, que reconoce la importancia de estos
espacios para la convivencia, la recreación y la seguridad ciudadana, teniendo
como fin su protección, creación y mantenimiento.
Por su
parte, la Ley de Cambio Climático del Estado de Puebla considera acciones de
adaptación al fenómeno como el incremento de las áreas verdes, la
implementación de acciones que reduzcan el fenómeno de isla de calor y la
protección de la vegetación natural.
En este
mismo sentido, la Ley para la Protección del Ambiente Natural y el Desarrollo
Sustentable del Estado de Puebla tiene como uno de sus principios de política
pública ambiental que toda persona tiene derecho a disfrutar de un ambiente
natural adecuado para el desarrollo la salud y el bienestar, por ello las
autoridades tomarán las medidas necesarias para preservar este derecho, en
consecuencia, deben asumir la responsabilidad y la protección ambiental.
En este
sentido es que, en cada administración, tanto a nivel estatal como municipal,
se han emprendido diversos programas de reforestación para plantar miles de
árboles en zonas urbanas y periurbanas, aunado a la legislación existente. Sin
embargo, es necesario reforzar la labor con campañas educativas para
sensibilizar a la población sobre la importancia de la reforestación y el
cuidado de los árboles, en colaboración con escuelas y universidades para
asegurar la participación de los jóvenes.
Asimismo,
los gobiernos deben trabajar en conjunto con organizaciones no gubernamentales
y el sector privado para maximizar los esfuerzos de reforestación como lo es el
asegurar el cuidado a largo plazo de los árboles plantados, obtener los
recursos necesarios para continuar y expandir los programas de reforestación,
aunado a mantener y aumentar la conciencia y participación ciudadana.
También,
se deben aprovechar oportunidades como utilizar tecnologías avanzadas para
mejorar las prácticas de reforestación, además de ampliarla a áreas suburbanas
y rurales, así como fomentar estudios que evalúen el impacto de las políticas en
esta materia.
No echemos
en saco roto estas acciones urgentes para que Puebla siga avanzando hacia un
futuro más verde y sostenible.
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