A finales de esta semana se inaugurará uno de los eventos
deportivos más importantes y esperados en el calendario de este año como son
los Juegos Olímpicos, los cuales no sólo son una competencia entre los mejores
atletas del mundo, sino también una oportunidad para que las naciones impulsen
el deporte y promuevan el desarrollo social, económico y cultural.
Este 2024, este magno evento, se celebrará en París del 26 de
julio al 11 de agosto y contará con la presencia de unos 10 mil 500 atletas de
206 Comités Olímpicos Nacionales, quienes competirán en unas 45 disciplinas.
En este sentido, es que para nadie es una sorpresa el saber que
las Olimpiadas inspiran a millones de personas a involucrarse en actividades
deportivas, ya que la cobertura mediática y el éxito de los atletas olímpicos
sirven como ejemplos a seguir para jóvenes y adultos, promoviendo un estilo de
vida saludable y activo.
Es por ello que es muy importante el analizar cómo el fomento del
deporte a nivel nacional es una tarea fundamental que implica la implementación
de políticas públicas, programas comunitarios y el apoyo integral a los
deportistas.
Los modelos nacionales exitosos no solo promueven la actividad
física y la salud en la población general, sino que también identifican y
desarrollan talento deportivo de alto rendimiento.
Algunas de estas iniciativas destacan en naciones como Estados
Unidos, Corea del Sur y España. Por ejemplo, Estados Unidos es la gran potencia
deportiva global, gracias al gran círculo virtuoso de un sistema que liga la
actividad física con la tensión competitiva, la investigación científica y
académica, además de una fuerte cultura del deporte como entretenimiento y
constructo social en el país.
Las cifras no mienten, de acuerdo con un estudio elaborado por la
organización Physical Activity Council en 2019, 218.5 millones de
personas (casi el 66% de la población total del de Estados Unidos) realizan
algún tipo de actividad física, tanto por pasatiempo como por oficio
profesional.
Aunado a ello, la NFSHSA (Federación Nacional de Asociaciones de
Preparatorias Estatales, por sus siglas en inglés) registró 7 millones 937 mil
491 participantes en sus equipos deportivos. Además, de que la NCAA (Asociación
Nacional Deportiva Universitaria) reveló que 505 mil 233 estudiantes estaban
inscritos en los representativos oficiales de sus instituciones en 30
disciplinas.
Y es que la oferta tanto académica como deportiva de nuestro
vecino del norte va de la mano. Tanto la calidad de las instalaciones, un
virtuoso esquema de financiación consistente en recursos privados y la
repartición de becas por mérito son el gran pilar de su éxito, no por nada
Estados Unidos es el país con más medallas olímpicas en la historia, así como
la segunda potencia de los Juegos Olímpicos de Invierno.
Otro caso de éxito es el español, el cual está sustentado en
pilares como el apoyo financiero, organización y estructura de las políticas
deportivas, implementación de programas de fomento de la práctica deportiva
mediante el uso de las instalaciones escolares y la división de competencias
entre administraciones.
Asimismo, se reconoce en el sistema español la creación de un
sistema de asesoramiento y de un proceso sistemático de identificación de
talentos, además del incremento de tutores e incorporación de financiación
privada al programa de apoyo al deportista, así como el desarrollo y formación
de entrenadores.
Respecto a Corea del Sur los principales factores que han
promovido su transformación en una potencia deportiva son dos: una gran
población amante del deporte y una fuerte inversión estratégica.
Los dirigentes deportivos del país se esforzaron por descubrir
jóvenes promesas del deporte, en entrenarlos científicamente y en ayudarlos a
optimizar sus capacidades participando en numerosas competiciones. Además, se
construyeron instalaciones profesionales dedicadas exclusivamente al
entrenamiento de deportistas seleccionados para eventos internacionales, como
los Juegos Olímpicos, los Juegos Asiáticos y los Campeonatos Mundiales.
Un ejemplo de ello es que, de acuerdo con un informe publicado en
el 2016 por el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo, en el país existían
un total de 115 mil 303 clubes deportivos con un total de 5 millones 579 mil
640 miembros, lo que representa un 10.8 % del total de la población del país.
Lo anterior nos permite ver que la implementación de modelos
nacionales de fomento al deporte tiene un impacto significativo en la
producción de atletas de alto rendimiento y en el éxito olímpico.
México tiene la oportunidad de adoptar y adaptar estas buenas
prácticas para potenciar su propio sistema deportivo y con ello lograr el éxito
de los atletas mexicanos en el escenario olímpico y más allá.
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