APEGOS
EMOCIONALES E INSEGURIDAD EN LA PAREJA
Por: Jorge García D.
“Un
apego no es un hecho. Es una creencia, una fantasía de tu mente adquirida ante
una inseguridad y mediante una programación. Si esa fantasía no existiera en tu
mente, no estarías apegado. Amarías las cosas y a las personas plenamente y
disfrutarías de ellas sin atadura de ningún tipo” -Anthony de Mello-
Especialistas
definen la inseguridad, como la dificultad para escoger entre diferentes
opciones para conseguir un objetivo determinado, así como, la duda constante
ante si lo que hemos hecho o dicho, ya seamos nosotros mismos u otras personas,
es acertado o no, sin embargo también se manifiesta ante si lo que poseemos lo
merecemos o si somos merecedores de lo que deseamos, tenemos o hemos logrado, y
esto puede ser en sentido personal, sentimental, en pareja, profesional o de
logro.
La inseguridad puede
ser desencadenada por la percepción de que uno mismo es vulnerable, no es
capaz, o merecedor de eso que deseamos tener o ya tenemos, o así mismo por una
sensación de inestabilidad emocional que amenaza el autoconcepto,
autoaceptación y la autoestima. Esta vulnerabilidad produce una sensación de
nerviosismo, malestar, duda, incertidumbre o ansiedad asociada a diversas
situaciones.
Una persona insegura
no tiene confianza en su estimación, apreciación, mérito y capacidades; siendo
carente de confianza en sí mismo y de lo que pudiera tener, poseer o lograr; pensando
que los demás les van a defraudar, fallaran, situación causadas por
antecedentes o experiencias previas, en el que también se teme el poder defraudar
a los demás, como se difería coloquialmente en un dicho muy arraigado en
nuestra cultura: “creer que el león que todos son de su condición”, “dime de
qué presumes y te diré de que careces” o “la burra no era huraño y arisco los
palos la hicieron”
La inseguridad es un
estado emocional, en el que no somos capaces de confiar en nosotros mismos y
sentimos que no respondemos a las expectativas que nos imponemos, sin embargo,
la inseguridad también se da ante nuestras relaciones interpersonales, siendo
incapaces o no merecedores de tener un amor pleno, de que nos quieran, le
gustemos a alguien o que nos sean completamente fieles y honestos, no existiendo
reciprocidad e igualdad de condiciones.
Por ello debemos de
tomar en cuenta que en una relación solo el amor no es suficiente, las
relaciones hay que construirlas día a día; la baja autoestima y falta de
confianza puede llegar a ser un gran impedimento en nuestra vida cotidiana y en
cómo nos relacionamos. Una mala y escasa comunicación, celos o desconfianza son
algunas de las consecuencias detrás de la inseguridad en la pareja. Por otro
lado, la necesidad de estar cerca de alguien que nos importa se manifiesta en
una serie de emociones y conductas llamadas sistema de apego, es decir, es la
manera en la que nos relacionamos con nuestros familiares, amigos y pareja sentimental.
Existen 3 TIPOS DE APEGO EMOCIONAL:
Ø
APEGO ANSIOSO O AMBIVALENTE:
El apego ambivalente, también conocido como
apego ansioso evitativo, se caracteriza por el miedo y rechazo al abandono,
dependencia emocional y donde se pide de manera constante la validación por
parte de los demás. Suele ser consecuencia de una crianza en la que los padres
o cuidadores no estaban en sintonía con las necesidades del niño/a, relaciones
inestables, unas veces muy mimosos, otras distantes e indiferentes. Muestran
gran angustia cuando se separan del cuidador, sin embargo, no se sienten reconfortados
cuando vuelven.
Ø En la infancia
§ Son extremadamente suspicaces.
§ Desconfianza en los extraños.
§ Sensación extrema de estrés si los padres se
van.
§ Cuando sus padres vuelven no encuentran
consuelo.
§ A veces rechazan el contacto con sus padres o
usan la violencia para alejarlos.
Este tipo de apego no es muy común y
normalmente está asociado a la baja disponibilidad materna, a medida que crecen
van siendo más inseguros y excesivamente dependientes. En la edad adulta:
§ Se muestran reacios a acercarse a los demás.
§ Preocupación e inseguridad respecto a la
pareja (si la quiere, la engaña…).
§ Relaciones frías, distantes y desconfiadas.
§ Gran desconsuelo cuando la relación se rompe.
El apego ansioso o ambivalente expresa
emociones o sentimientos cruzados, lo cual, frecuentemente genera angustia,
donde la identidad y autoconcepto pueden estar dañados, existiendo inseguridad
con respecto a ser realmente querido y valorado; teniendo la facilidad para
crear relaciones íntimas y profundas marcadas por inseguridad de no ser
correspondidos.
Sin embargo, cuando su pareja les da
confianza, atención y tranquilidad las personas dejan a un lado sus
preocupaciones y viven sus relaciones felices y plenos. Las emociones más frecuentes, son el miedo y
la angustia exacerbada ante la separación, el abandono o que elijan a otro,
creando una sensación de temor a que no
se les ame o no se les desee realmente.
Ø
APEGO EVITATIVO O EVASIVO:
Este tipo de apego inseguro suele
desarrollarse cuando las personas al cuidado fueron frías a nivel emocional.
Puede que quisieran mucho al niño/a pero no lo demostraban a nivel emocional y
no han generado suficiente seguridad en el niño/a. Estos niños han asumido que
no pueden contar con sus cuidadores, lo que les provoca sufrimiento. Las
personas con apego evitativo suelen tener problemas para intimar física y
emocionalmente con los demás.
Ø En la infancia
§ Evitan a los padres, especialmente tras un
periodo de ausencia de los padres.
§ No buscan consuelo ni contacto con ellos.
§ No muestran preferencia por los padres ante
extraños.
Ø En adultos
§ Problemas con la intimidad.
§ Relaciones superficiales.
§ No expresan sus emociones en sus relaciones.
§ No sienten angustia ni tristeza cuando se
acaban sus relaciones.
§ Incapacidad para compartir pensamientos o
sentimientos con otros.
§ Miedo al compromiso.
En el apego evitativo o evasivo, existe falta
de experiencia o como una característica, se tiene una relación diferente no
común o que se vaya transformando en algo más sólido a través del tiempo, la
persona tiende a tener relaciones superficiales y dificultades a la hora de
expresar sus sentimientos y pensamientos; conocen a alguien, le gusta mucho y
empieza a aparecer el vértigo y el agobio por la presión y el agobio de
sentirse en un compromiso o por no sentirse capaces de dar lo mismo y en
igualdad de condiciones, abandonando la relación antes de que se haya formado
el vínculo. “Salir corriendo” cuando se está conociendo a alguien es una señal
de inseguridad. NO COMPROMISO, EVITATIVO, EVASIVO, NO DESEO EN ESTE MOMENTO.
Ø
APEGO SEGURO:
El apego seguro es el tipo de apego más sano
de todos, está caracterizado por la incondicionalidad, el niño/a sabe que sus
padres o cuidador no va a fallarles. El niño se siente querido, valorado y
aceptado. Se da cuando el cuidador es una persona atenta y preocupada por
comunicarse con el recién nacido, no sólo interesada en cubrir las necesidades
de limpieza y alimentación del bebé, cubriendo tanto sus necesidades
fisiológicas y emocionales. Este tipo de apego se manifiesta de formas diferentes:
Ø En la infancia
§ Capacidad para separarse de los padres o
cuidadores, incluso aceptar su consuelo en cierta medida.
§ Buscan el consuelo de los padres cuando están
asustados.
§ Se molestan cuando los padres se van y se
ponen contentos cuando vuelven.
§ Los padres de niños con apego seguro tienden
a jugar más con sus hijos, además de reaccionar con más rapidez a las
necesidades de sus hijos y suelen ser más receptivos a sus hijos que los padres
de hijos inseguros. Estos niños son más empáticos, menos disruptivos, agresivos
y maduros que niños con estilo de apego ambivalente o evitativo. Forman un
vínculo seguro que contribuye al desarrollo de un apego seguro.
Ø Adultos
§ Tienen buenas relaciones con los demás,
duraderas y de confianza.
§ Buena autoestima.
§ Disfrutan de las relaciones íntimas.
§ Buscan apoyo social.
§ Se sienten bien al compartir sus sentimientos
con pareja y amigos.
En el Apego Seguro, por lo general no existe
una preocupación frecuente de abandono o agobio por el compromiso y crear lazos
de intimidad. Tranquilidad, confianza, calidez, deseo de intimidad y
estabilidad son los sentimientos que experimentan durante sus relaciones.
Ø Apego desorganizado
Este tipo
se puede considerar una mezcla de los dos tipos de apego inseguros anteriores.
Implica comportamientos extremadamente inconsistentes además de una gran
dificultad para confiar en los demás. Es el menos frecuente de todos y se suele
observar en entornos en los que las figuras de apego son muy positivas y muy
negativas a la vez, siendo fuente tanto de satisfacción como de daño.
Generalmente se da en situaciones de maltrato o abuso.
Ø En la infancia
§ Mezcla de comportamientos evitativos y resistentes a
los padres.
§ Falta de un apego claro.
§ Parecen aturdidos o confundidos en presencia de los
padres.
§ Asumen el rol parental, actuando como cuidadores de
los padres.
Ø En la adultez
§ Dificultades para ver a los demás sin distorsiones
significativas.
§ Disfunción a la hora de formar relaciones y afectos
emocionales.
§ Relaciones volátiles.
§
Algunas personas con
trastornos de la personalidad tienen este tipo de apego desorganizado.
La inseguridad en la
pareja se puede manifestar de diferentes maneras según el tipo de apego
emocional que poseemos, y aunque en las personas de tipo apego ambivalente es
más fácil que se active, los de tipo evasivo también la experimentan cuando
invaden su intimidad e independencia, e incluso a alguien de tipo seguro le
puede ocurrir por inexperiencia o sobre conocimiento del otro, confundiendo la
confianza, por ello debemos ser muy inteligentes en cómo le confiamos las cosas
a nuestra pareja y no solo decir por decir, pues podemos crear inseguridad por
una sobre o excesiva confianza, pues se pueden confundir las palabras.
Aunque gran parte
del trabajo para superar la inseguridad en la pareja debe hacerse internamente,
una comunicación clara y fluida con nuestra pareja puede evitar la mayoría de
los conflictos que se generan habitualmente y que pueden desgastar una relación.
Este es un proceso
en el que se debe trabajar día a día, recordando que no debemos dar las cosas
por entendidas, desde nuestras muestras de cariño, respeto, amor, confianza
hasta los gestos, caricias, nivel de importancia y preferencia sobre lo demás,
o el entorno, ayudara al otro a ir creando lazos de confianza y estabilidad,
donde nada se da por entendido, sino se fluye en una relación de confianza,
comunicación, aceptación, reconocimiento, calidez, cariño y amor, Donde la
comunicación va más allá de si se habla, o de cuánto se habla, o de ya sabe que
estoy haciendo, o teniendo o dando por seguro algo, siempre se debe reafirmar
el me importas, te quiero, te amor, eres alguien importante y vales mucho para
mí. Valorando la comunicación, lo que se dice y, sobre todo, cómo se dice. La
dificultad llega cuando el lenguaje emocional individual es diferente al de
nuestra pareja y la forma en la que entendemos la necesidad es distinta; y si
no somos capaces de entender nuestras emociones y comunicarlas de manera
correcta se pueden generar enfrentamientos y distancia.
Recuerda que debe
existir un balance en nuestras emociones para tener una salud mental, por lo
general todos en algún momento o en alguna relación hemos experimentado cierta
inseguridad; no es extraño sentir que no podemos lograr un objetivo o que no
seremos lo suficientemente buenos para lograr nuestras metas, obtener aquello
que deseamos o temor a perder algo maravilloso y que amamos. No obstante, la
clave reside en aprender a superar estas inseguridades y encontrar las
herramientas adecuadas para fortalecer nuestra autoestima.
Qué hacer para
superar nuestros apegos e inseguridades, analiza tus actos de manera objetiva, piensa
antes de actuar, detecta tus creencias y limitaciones, recuerda tus fortalezas,
siéntete bien contigo mismo, fortalece tu autoestima y auto confirmación, encuentra
aun punto medio, no crees dependencia y codependencia en tu pareja, confía en
ti y en el otro, si esta contigo es por algo y permite una comunicación fluida,
reconoce tus sentimientos y compártelos, y sobre todo no temas al rechazo o al
que dirán, recuerda que para conseguir un “felices para siempre” tienes que
aceptar un rechazo, un no me gusta, modifiquemos esto, y actuemos juntos.
“El desapego no es desamor, sino una manera
sana de relacionarse, cuyas premisas son: independencia, no posesividad y
tampoco adicción”-Walter Riso-
Nos vemos la próxima semana... Y mi
consejo de siempre: come saludable, duerme lo suficiente, realiza ejercicio,
haz lo que te gusta, ocúpate, RESPETATE, AMATE Y SE FELIZ... Y recuerda... Tu
crecimiento personal es vital, y para lograrlo... Da el primer paso...
¡ATREVETE!
Que
todo lo bueno te siga, te encuentre, te abrace y se quede contigo
No dejen de escribir
que queremos conocer sus comentarios, recuerden que tenemos una cita en: #EstamosEnConexión #RadioEnRedes
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