jueves, 30 de enero de 2025

ESTAMOS EN CONEXIÓN


 

FRUSTRACIÓN Y FRACASO, ¿CÓMO AFRONTARLOS?

PROGRAMA #142

Por: Jorge García D.

  

Los fracasos y las frustraciones son algo normal en la vida de las personas. Es fundamental que durante su desarrollo los niños, aprendan a superar estos aspectos de manera constructiva. Como padres, educadores, guías, coach debemos enseñar a los niños y niñas a enfrentarse aquellas situaciones en las que se han equivocado y aquellas en las que no se consigue lo que uno quiere.

 

A veces tratamos de evitarles el dolor y las frustraciones, pretendemos hacerles felices dándoles lo que desean, evitándoles las cosas malas, pero estamos equivocados. Una persona feliz no es aquella que no se equivoca nunca o aquella que siempre consigue todo lo que quiere. Todas las personas cometen errores, y a todas las personas les cuesta conseguir lo que quieren. Es parte de la condición humana. Una persona feliz, es aquella que sabe afrontar sus errores, aprende de ellos y sabe superar la frustración de forma constructiva.

 

Si evitamos a nuestros niños y niñas las frustraciones, llegara un día irremediablemente en el que tendrán que enfrentarse a esto y no podrán hacerlo porque no tendrán los recursos emocionales para ello.

 

Debemos ver la frustración y los errores como parte de la vida, y por lo tanto es nuestra responsabilidad hacer que los más pequeños estén preparados para ello. Enseñarles a aprender de sus errores, a afrontar los fracasos y superar la frustración, a conseguir sus metas y a esforzarse para ello.

 

¿QUÉ ES FRUSTRACIÓN Y QUÉ ES EL FRACASO?

 

En tanto, un fracaso implica la falta de éxito que tiene algo o la obtención de un resultado adverso, que obviamente no se esperaba. Cabe destacarse que cuanto mayor es la voluntad que alguien tiene para que ese hecho o evento se produzca de manera satisfactoria mayor será la frustración si no se lo consigue.

 

La frustración se genera por una necesidad, una pulsión, un deseo nacido dentro de la persona, que no pudo llevarse momentáneamente a cabo, pero contando con un nivel de tolerancia a la frustración intentara lograrlo una y otra vez

 

El fracaso es la rendición. El fracaso trae síntomas, enfermedades, porque esta en juego el narcisismo de la persona.

 

Y entonces vivimos un duelo que viene acompañado de la frustración y el fracaso

 

QUÉ ES EL MIEDO AL FRACASO Y DE DÓNDE SURGE

 

El primer paso para superar el miedo al fracaso es comprenderlo.

 

Como te he dicho, todos tenemos miedos. La diferencia entre los que se paralizan y aquellas personas a las que parece no afectarles (porque alcanzan el éxito) reside en cómo lo afrontan.

 

El miedo es una emoción adaptativa que nos ha permitido sobrevivir como especie. Su misión es la preservación, la conquista y el logro y con ello viene el reconocimiento y la supremacía. Por el cual tememos perder aquello que tenemos y más valoramos: familia, trabajo, relaciones sociales, dinero, reconocimiento, popularidad, juventud, salud, atracción, control, autoridad, un puesto, y en general un lugar dentro de un grupo de personas que viven en sociedad y mucho más.

 

¿A QUÉ TENEMOS MIEDO EN EL SIGLO XXI?

 

Fundamentalmente al futuro, por ser incierto e inseguro.

 

Por eso, nuestra mente racional, que le encanta tener todo bajo control, imagina cómo será el futuro y nos hacemos nuestras cábalas.

 

¿CUÁLES SON LOS MIEDOS QUE VIVIMOS ACTUALMENTE?

 

Me dirás: “¡Puff! Un montón”.

 

Es verdad, pero podemos resumirlos en 5:

·         Miedo a no ser capaz.

·         Miedo al rechazo social.

·         Temor a decepcionar a los seres queridos.

·         Miedo al compromiso (y a asumir la responsabilidad que implica liderar un negocio).

·         Miedo a salir del armario (en el caso de aquellos que se reinventan y tienen que superar una transformación de identidad como consecuencia de su cambio de profesión).

 

Pues bien, todos estos miedos se reducen a uno solo: miedo a no tener éxito o a no conseguir aquello que deseamos. Dicho de otro modo: el miedo al fracaso.

Miedos que si lo observas bien están asociados a cómo pensamos, así que vamos a intentar darle la vuelta a esos pensamientos.

 

LAS CREENCIAS LIMITANTES Y EL MIEDO AL FRACASO

 

Hemos visto anteriormente que el futuro es impredecible, y que lo que hace nuestro cerebro para evitar vivir permanentemente en la incertidumbre es hacer suposiciones en base a la experiencia.

 

Lo que ocurre es que en muchas situaciones no tenemos suficiente experiencia. Entonces acudimos a nuestras creencias, que a menudo se basan en la experiencia de otras personas

 

La educación, la sociedad y la cultura nos transfiere su experiencia y en base a ella pensamos y nos comportamos.

 

Sin embargo, esa experiencia popular, a menudo está basada en ideas ligadas a la educación, a la religión, a la superstición, razones políticas. que tratan de manipular nuestra forma de ver las cosas.

 

Estas habitualmente son las fuentes de nuestras creencias más limitantes que alimentan nuestro miedo al fracaso.

 

EJEMPLO DE ELLO ES LA FRASE «UNOS NACEN CON ESTRELLA Y OTROS ESTRELLADOS»

 

Personalmente, no creo en el destino. Si crees que estamos predestinados a una vida determinada, ¿para qué te vas a molestar en intentar cambiar las cosas?

 

Esta creencia sin duda limita mucho tu capacidad de acción, ya que das por hecho que la suerte no está de tu lado. Sin embargo, yo tengo una opinión muy diferente:

 

La suerte llega a quien trabaja para que esta se ponga de su parte. 

 

«LOS SUEÑOS SON COSA DE NIÑOS»

 

Desde pequeños, nos enseñan a vivir en manada y parece que lo contrario es malo, un precipicio oscuro y peligroso. Sin embargo, mucha gente se sale de la manada y tiene éxito.

 

¿Por qué vas a renunciar a tu sueño?

Sueña y persigue tu sueño.

 

«SOY DEMASIADO MAYOR»

Como ves, nunca es demasiado tarde.

«NO TENGO SUFICIENTES CONOCIMIENTOS O EXPERIENCIA»

 

Si algo te gusta y tienes talento para dedicarte a ello, podrás aportar valor a los demás.

 

Seguramente creas que solo si eres un grandísimo experto puedes pretender ganar dinero con ello. Pero no es cierto.

 

Si sabes más de la media o que un grupo al que te vas a dirigir, puedes hacerlo, porque tienes potencial para ello.

 

Aunque se utilice en un sentido poco valorativo, es muy cierto aquello de que «en el reino de los ciegos el tuerto es el rey».

 

«SI FRACASO, LAS CONSECUENCIAS SERÁN SERIAS O IRREPARABLES»

 

La única consecuencia seria e irreparable es pensar demasiado las cosas, bloquearte y no avanzar. LO MEJOR ES SIEMPRE INTENTARLO “ARRIESGATE”

 

«QUIZÁ ESTE NUEVO CAMINO NO SEA DE VERDAD LO MÍO»

 

¿Y qué? Si eso pasa, habrás resuelto un dilema: sabrás que ese camino no era el tuyo. Cuando emprendes, inicias un camino de exploración a partir de tus propias valoraciones y no las ajenas.

 

Probar es parte de la estrategia. ¿Hay que pivotar? ¡Pues se varía el rumbo!

Cuando emprendes tú decides la ruta, porque tienes el timón de tu barco.

 

 

PAUTAS

 

·         Cambia la manera de ver los fracasos. Haz que no vean los fracasos como algo negativo, no consiste en el todo o nada, sino en aprender de lo que hemos hecho y como lo hemos hecho. Cuando algo les salga mal debemos hacer que no lo vean como algo negativo, son cosas que pasan, y que lo importante es darse cuenta de donde nos hemos equivocado para que no vuelva a ocurrir.

·         Convierte así la frustración en aprendizaje. Que el niño lo conciba como una oportunidad para aprender y ser creativo.

·         Haz que haga las cosas por sí mismo. No le des todo hecho, haz que piense, aunque al principio no sepa hacer ciertas cosas. Déjale que lo haga el solo que piense, que lo intente y que tenga la oportunidad de equivocarse y de enfrentarse al fracaso. De esta forma se aprende que podemos equivocarnos, pero que si nos equivocamos podemos también solucionarlo. Con esto también fomentamos su iniciativa personal, su autonomía y evitamos que tenga miedo a hacer las cosas por sí mismo.

·         Enséñale que en toda situación de fracaso puede haber algo positivo. Esto puede parecer complicado, pero es fundamental. Ante todo fracaso hay siempre algo positivo que es la capacidad de aprender de ello, la posibilidad de crecer como persona también.

·         No refuerces la rabia como respuesta a la frustración. Cuando el niño o niña siente frustración suele responder con rabia y hacer berrinches y estas son situaciones que se repiten y son constantes en nuestra vida como adultos. Si cedemos a sus rabietas, le enseñamos que es una forma fácil de superar esa situación y conseguir lo que quiere.

·         Recuerda que siempre los más pequeños aprenden e imitan lo que ven. Somos un modelo de conducta para ellos, nuestro modo de actuar es el que les guía para enfrentarse a situaciones de la vida. Ante situaciones que puedan provocar frustración o fracasos, debemos mantener una actitud positiva. Y esforzarnos por superar las dificultades.

·         Educa en el esfuerzo, pero marcando objetivos razonables. Los niños y niñas han de aprender que para conseguir ciertas cosas es necesario esforzarse. De esta manera verán que el esfuerzo es una manera de solucionar sus fracasos. Es bueno hacer que el niño o niña se esfuerce, pero su nivel de exigencia ha de ser razonable, si le ponemos un nivel demasiado alto, no lo conseguirá y conseguiremos lo contrario, pensará que esforzarse no sirve para nada.

·         Enseña al niño que la frustración ante un fracaso es una emoción natural por no haber conseguido u obtenido lo que quería, sin embargo, esta debe de servirle de impulso para esforzarse aún más por conseguirlo cambiar la táctica y ver que levantarse ante ese fracaso es más heroico que quedarse sentado sufriéndolo.

·         Razona con él sobre sus errores y fracasos. Que entienda lo que ha pasado, que ha salido mal. Si lo entiende se sentirá tranquilo y ganará confianza porque sabrá lo que tiene que hacer la próxima vez.

 

PERO QUE PASA CUANDO SOMOS ADULTOS Y CRECEMOS SIENDO INTOLERANTES A LA FRUSTRACIÓN

 

¿Qué es la intolerancia a la frustración? Las personas con baja tolerancia a la frustración, tienen una sensibilidad excesiva hacia todo aquello que les resulta desagradable: No toleran la incomodidad, los contratiempos, las trabas o problemas. No soportan la demora en la satisfacción de sus deseos, ni ningún sentimiento o circunstancia que pueda resultarles desagradable. Estas personas, suelen presentar estados estrés, enfado, ansiedad, tristeza, resentimiento. Normalmente, tienden a victimizarse y a culpar a otros de lo que les pasa.

 

Es frecuente que los adultos que sufren intolerancia a la frustración se rindan antes de conseguir sus metas. Los niños tienden a tener baja tolerancia a la frustración, pero esto es debido a su propia inmadurez cognitiva. Por ello es importante enseñarles desde pequeños a aceptar la frustración, a perseverar y a no darse por vencidos, a que no siempre van a tener aquello que quieren.

 

La tolerancia a la frustración hace referencia a cómo nos enfrentamos y manejamos la frustración. Como hemos dicho, la frustración es un sentimiento normal y cotidiano, que no tiene nada de malo. Es un indicador de que las cosas no han salido como queremos.

 

Pero cuando la no consecución de nuestras metas no nos deja ver más allá, nos obsesiona, nos enfada y hace que desistamos de nuestro objetivo, es cuando tenemos problemas. La baja tolerancia a la frustración puede, incluso, llevarnos a evitar emprender tareas o proyectos, simplemente por la posibilidad de no conseguir llevarlas a cabo como a nosotros idealmente nos gustaría.

 

 

RASGOS DE LAS PERSONAS CON POCA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN

 

Las personas con intolerancia a la frustración tienen ciertas creencias irracionales. Son pensamientos que surgen de forma automática, que nos hacen sentir mal y suelen ser drásticos y dramáticos (“no puedo soportar esto”, ”esto es intolerable”, “debería…”, “siempre”, “nunca”). Por ejemplo, creen que si no consiguen lo que se proponen o las cosas no van como se supone que deben ir, las consecuencias serán horribles.

 

Las personas tenemos ideas irracionales acerca de nosotros mismos, los demás y el mundo:

 

§  “Debo hacer las cosas bien y merecer la aprobación de los demás por mis actuaciones”

§  “Los demás deben actuar de forma agradable, considerada y justa”

§  “La vida debe ofrecerme unas condiciones buenas y fáciles para que pueda conseguir lo que quiero sin mucho esfuerzo y comodidad”

 

En la vida no podemos evitar las dificultades y las frustraciones, por mucho que lo intentemos. Es parte de la vida. Por ello debemos aprender a manejar estas emociones, para transformarlas en algo constructivo y que no nos amarguen la vida.

Ejemplos de tolerancia a la frustración.

 

Una persona con una alta tolerancia a la frustración no se va a desanimar a la primera dificultad que se encuentre. Va a persistir, va a probar diferentes estrategias para resolver el problema, hasta que lo consiga. Una persona con intolerancia a la frustración, es probable que desista en el primer intento.

 

Por ejemplo, si te has propuesto aprender a tocar el piano, no te va a salir a la primera. Te va a costar aprenderte las canciones, las notas… Al principio no serás capaz de tocar piezas complejas. Pero una persona con alta tolerancia a la frustración, va a seguir practicando, a pesar de las dificultades y el esfuerzo.

 

Si eres un opositor u opositora, necesitas tener bastante tolerancia a la frustración. Muchas veces, por mucho que estudies, no vas a conseguir una plaza. Pero tampoco depende de ti totalmente. Estas personas van a seguir presentándose, van a estudiar más y más, hasta conseguir la plaza deseada. Se van a frustrar, por supuesto, se van a sentir desanimadas. Pero no van a dejar que esos sentimientos negativos les alejen de lo que quieren conseguir.

 

ESTRATEGIAS PARA AUMENTAR LA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN

 

1.    CAMBIA TU ACTITUD HACIA LA NO CONSECUCIÓN DE TUS METAS

 

¿Cómo mejorar la baja tolerancia a la frustración? La gran mayoría de las veces, las cosas no son tan catastróficas como podemos pensar. Y somos bastante capaces de lidiar con lo que se nos pone en el camino. Además, podemos aprender de las frustraciones, nos enseñan que eso que hemos hecho no funciona. Busca otras estrategias, otros caminos.

 

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: Reflexiona si realmente sería tan horrible que las cosas no salieran como lo planeado, o no consiguieras lo que te has propuesto. Pregúntate qué es lo más horrible que podría suceder. O si realmente, esa situación es tan intolerable. También, prueba a calificar del 1 al 10 cuan terrible es la situación, siendo 10 lo peor que puedas imaginarte. ¿Es tan terrible como un accidente de coche o ser despedido? Esto te puede ayudar a darte cuenta de que esperar 10 minutos a ser atendido no es algo tan terrible.

 

2.    CAMBIA TU ACTITUD HACIA LA FRUSTRACIÓN

 

La frustración es una emoción normal, que nos indica que no vamos por donde nos gustaría. La frustración es incómoda, pero es tolerable.

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: No huyas del sentimiento de frustración, pero tampoco te recrees en el. Acéptalo y déjalo pasar. Céntrate en otra cosa. Prueba a buscar 5 estrategia diferentes para conseguir aquello que quieres, con sus ventajas e inconvenientes. Ten en cuenta que la solución ideal no existe.

 

3.    IDENTIFICA TUS CREENCIAS IRRACIONALES

 

Las creencias irracionales son pensamientos que aparecen sin que nosotros queramos, que nos hacen sentir mal, tristes y enfadados. Además, no tienen base racional. Como hemos dicho, estas creencias irracionales suelen encontrarse en la base de la intolerancia a la frustración.

 

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: Cada vez que te encuentres molesto o frustrado, atiende a tus pensamientos. ¿Qué clase de pensamientos y afirmaciones surgen? Apúntalas en un papel. Identifica tus debería, siempre, nunca, no puedo, no soporto, es intolerable… Anota también cómo te hacen sentir esos pensamientos y cuestiona su utilidad. Por último, busca alternativas más plausibles y que te hagan sentir mejor. En lugar de “es intolerable que me hagan esperar tanto en la cola, deberían tener más personal trabajando” puedes pensar “esperar no es lo es lo más deseable, pero no puedo hacer otra cosa. Puedo aprovechar a leer o llamar a un amigo mientras espero”.

 

4.    PRACTICA LA FRUSTRACIÓN

 

Las personas con intolerancia a la frustración suelen evitar las situaciones en las que creen que van a frustrarse. Cuanto más se evitan las situaciones que teme, más nos cuesta luego enfrentarnos a ellas, además de que le damos más importancia de la que tienen.

 

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: La mejor estrategia para dejar de temerle a la frustración es enfrentarse con esas situaciones frustrantes. Exponte a ellas. Haz una lista de situaciones que suelen frustrarte. Comprométete a exponerte a al menos una de ellas a la semana. Comienza con las más fáciles y ve aumentando su dificultad. En esas situaciones prueba a realizar algunas de las estrategias que aquí te proponemos.

 

5.    TOMA MEDIDAS

 

Una vez que hemos identificado aquellas cosas que suelen frustrarnos, el siguiente paso es tomar medidas para adaptar esas situaciones y que nos resulten menos frustrantes en la medida de lo posible.

 

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: Si te resulta frustrante, por ejemplo, esperar a la gente impuntual, o esperar en colas, o perder el tiempo en el transporte público, piensa en algo que puedas hacer durante ese tiempo para que no sea una pérdida de tiempo. Prueba a leer, escuchar la radio… Piensa en cómo puedes modificar esa situación para reducir su frustración.

 

6.    EL RETROCESO NO ES FRACASO

 

Hay veces, en las que, en el camino para llegar a nuestro objetivo, se producen retrocesos, recaídas. Las personas con intolerancia a la frustración creen que en un proceso todo tiene que salir bien y cada vez mejor. Por ello es importante que se den cuenta de que esto forma parte de un proceso normal. La vida se compone de altibajos. Los momentos bajos nos hacen apreciar mejor los momentos de éxito y felicidad. Pero, en absoluto, un momento de retroceso significa que hayas fracasado.

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: Permítete fallar, retroceder. A veces es necesario retroceder para coger carrerilla. En los momentos de retroceso, mantén la calma y huye de los pensamientos negativos (“soy un inútil”, “nunca lo voy a conseguir”). Practica la paciencia y la constancia.

 

7.    DIFERENCIA LOS DESEOS DE LAS NECESIDADES

 

Todos tenemos preferencias y deseos. Nos gustaría que todos nos trataran como queremos, que las cosas salgan de una determinada manera. Pero no dejan de ser deseos. No son necesidades primarias. Las necesidades son algo sin lo que no podemos vivir, como alimentos, sueño, relaciones sociales…

 

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: Haz una lista con tus deseos y otra con tus necesidades. Luego analiza bien cada elemento de las listas: ¿Es esto realmente una necesidad? ¿Qué ocurriría si no obtuviera esto? ¿Sería tan grave?

 

8.    ANALIZA LA SITUACIÓN

 

Muchas veces nos frustramos porque no sabemos cómo ha podido salir mal o no sabemos qué hacer.

 

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: Cuando te no hayas obtenido los resultados esperados en alguna situación analiza lo que has hecho. Identifica lo que has hecho bien y lo que has podido hacer mal. Piensa en posibles alternativas al comportamiento menos adecuado e intenta incluir las cosas positivas de la conducta inadaptada. Poco a poco llegarás a la mejor alternativa de acción.

Nos vemos la próxima semana... Y mi consejo de siempre: come de manera saludable, duerme lo suficiente, realiza ejercicio, haz lo que te gusta, ocúpate, RESPETATE, AMATE Y SE FELIZ... Y recuerda... Tu crecimiento personal es vital, y para lograrlo... Da el primer paso...¡ATREVETE!

QUE TODO LO BUENO TE SIGA, TE ENCUENTRE, TE ABRACE Y SE QUEDE CONTIGO

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ESTAMOS EN CONEXIÓN


 

FRUSTRACIÓN Y FRACASO, ¿CÓMO AFRONTARLOS?

PROGRAMA #142

Por: Jorge García D.

  

Los fracasos y las frustraciones son algo normal en la vida de las personas. Es fundamental que durante su desarrollo los niños, aprendan a superar estos aspectos de manera constructiva. Como padres, educadores, guías, coach debemos enseñar a los niños y niñas a enfrentarse aquellas situaciones en las que se han equivocado y aquellas en las que no se consigue lo que uno quiere.

 

A veces tratamos de evitarles el dolor y las frustraciones, pretendemos hacerles felices dándoles lo que desean, evitándoles las cosas malas, pero estamos equivocados. Una persona feliz no es aquella que no se equivoca nunca o aquella que siempre consigue todo lo que quiere. Todas las personas cometen errores, y a todas las personas les cuesta conseguir lo que quieren. Es parte de la condición humana. Una persona feliz, es aquella que sabe afrontar sus errores, aprende de ellos y sabe superar la frustración de forma constructiva.

 

Si evitamos a nuestros niños y niñas las frustraciones, llegara un día irremediablemente en el que tendrán que enfrentarse a esto y no podrán hacerlo porque no tendrán los recursos emocionales para ello.

 

Debemos ver la frustración y los errores como parte de la vida, y por lo tanto es nuestra responsabilidad hacer que los más pequeños estén preparados para ello. Enseñarles a aprender de sus errores, a afrontar los fracasos y superar la frustración, a conseguir sus metas y a esforzarse para ello.

 

¿QUÉ ES FRUSTRACIÓN Y QUÉ ES EL FRACASO?

 

En tanto, un fracaso implica la falta de éxito que tiene algo o la obtención de un resultado adverso, que obviamente no se esperaba. Cabe destacarse que cuanto mayor es la voluntad que alguien tiene para que ese hecho o evento se produzca de manera satisfactoria mayor será la frustración si no se lo consigue.

 

La frustración se genera por una necesidad, una pulsión, un deseo nacido dentro de la persona, que no pudo llevarse momentáneamente a cabo, pero contando con un nivel de tolerancia a la frustración intentara lograrlo una y otra vez

 

El fracaso es la rendición. El fracaso trae síntomas, enfermedades, porque esta en juego el narcisismo de la persona.

 

Y entonces vivimos un duelo que viene acompañado de la frustración y el fracaso

 

QUÉ ES EL MIEDO AL FRACASO Y DE DÓNDE SURGE

 

El primer paso para superar el miedo al fracaso es comprenderlo.

 

Como te he dicho, todos tenemos miedos. La diferencia entre los que se paralizan y aquellas personas a las que parece no afectarles (porque alcanzan el éxito) reside en cómo lo afrontan.

 

El miedo es una emoción adaptativa que nos ha permitido sobrevivir como especie. Su misión es la preservación, la conquista y el logro y con ello viene el reconocimiento y la supremacía. Por el cual tememos perder aquello que tenemos y más valoramos: familia, trabajo, relaciones sociales, dinero, reconocimiento, popularidad, juventud, salud, atracción, control, autoridad, un puesto, y en general un lugar dentro de un grupo de personas que viven en sociedad y mucho más.

 

¿A QUÉ TENEMOS MIEDO EN EL SIGLO XXI?

 

Fundamentalmente al futuro, por ser incierto e inseguro.

 

Por eso, nuestra mente racional, que le encanta tener todo bajo control, imagina cómo será el futuro y nos hacemos nuestras cábalas.

 

¿CUÁLES SON LOS MIEDOS QUE VIVIMOS ACTUALMENTE?

 

Me dirás: “¡Puff! Un montón”.

 

Es verdad, pero podemos resumirlos en 5:

·         Miedo a no ser capaz.

·         Miedo al rechazo social.

·         Temor a decepcionar a los seres queridos.

·         Miedo al compromiso (y a asumir la responsabilidad que implica liderar un negocio).

·         Miedo a salir del armario (en el caso de aquellos que se reinventan y tienen que superar una transformación de identidad como consecuencia de su cambio de profesión).

 

Pues bien, todos estos miedos se reducen a uno solo: miedo a no tener éxito o a no conseguir aquello que deseamos. Dicho de otro modo: el miedo al fracaso.

Miedos que si lo observas bien están asociados a cómo pensamos, así que vamos a intentar darle la vuelta a esos pensamientos.

 

LAS CREENCIAS LIMITANTES Y EL MIEDO AL FRACASO

 

Hemos visto anteriormente que el futuro es impredecible, y que lo que hace nuestro cerebro para evitar vivir permanentemente en la incertidumbre es hacer suposiciones en base a la experiencia.

 

Lo que ocurre es que en muchas situaciones no tenemos suficiente experiencia. Entonces acudimos a nuestras creencias, que a menudo se basan en la experiencia de otras personas

 

La educación, la sociedad y la cultura nos transfiere su experiencia y en base a ella pensamos y nos comportamos.

 

Sin embargo, esa experiencia popular, a menudo está basada en ideas ligadas a la educación, a la religión, a la superstición, razones políticas. que tratan de manipular nuestra forma de ver las cosas.

 

Estas habitualmente son las fuentes de nuestras creencias más limitantes que alimentan nuestro miedo al fracaso.

 

EJEMPLO DE ELLO ES LA FRASE «UNOS NACEN CON ESTRELLA Y OTROS ESTRELLADOS»

 

Personalmente, no creo en el destino. Si crees que estamos predestinados a una vida determinada, ¿para qué te vas a molestar en intentar cambiar las cosas?

 

Esta creencia sin duda limita mucho tu capacidad de acción, ya que das por hecho que la suerte no está de tu lado. Sin embargo, yo tengo una opinión muy diferente:

 

La suerte llega a quien trabaja para que esta se ponga de su parte. 

 

«LOS SUEÑOS SON COSA DE NIÑOS»

 

Desde pequeños, nos enseñan a vivir en manada y parece que lo contrario es malo, un precipicio oscuro y peligroso. Sin embargo, mucha gente se sale de la manada y tiene éxito.

 

¿Por qué vas a renunciar a tu sueño?

Sueña y persigue tu sueño.

 

«SOY DEMASIADO MAYOR»

Como ves, nunca es demasiado tarde.

«NO TENGO SUFICIENTES CONOCIMIENTOS O EXPERIENCIA»

 

Si algo te gusta y tienes talento para dedicarte a ello, podrás aportar valor a los demás.

 

Seguramente creas que solo si eres un grandísimo experto puedes pretender ganar dinero con ello. Pero no es cierto.

 

Si sabes más de la media o que un grupo al que te vas a dirigir, puedes hacerlo, porque tienes potencial para ello.

 

Aunque se utilice en un sentido poco valorativo, es muy cierto aquello de que «en el reino de los ciegos el tuerto es el rey».

 

«SI FRACASO, LAS CONSECUENCIAS SERÁN SERIAS O IRREPARABLES»

 

La única consecuencia seria e irreparable es pensar demasiado las cosas, bloquearte y no avanzar. LO MEJOR ES SIEMPRE INTENTARLO “ARRIESGATE”

 

«QUIZÁ ESTE NUEVO CAMINO NO SEA DE VERDAD LO MÍO»

 

¿Y qué? Si eso pasa, habrás resuelto un dilema: sabrás que ese camino no era el tuyo. Cuando emprendes, inicias un camino de exploración a partir de tus propias valoraciones y no las ajenas.

 

Probar es parte de la estrategia. ¿Hay que pivotar? ¡Pues se varía el rumbo!

Cuando emprendes tú decides la ruta, porque tienes el timón de tu barco.

 

 

PAUTAS

 

·         Cambia la manera de ver los fracasos. Haz que no vean los fracasos como algo negativo, no consiste en el todo o nada, sino en aprender de lo que hemos hecho y como lo hemos hecho. Cuando algo les salga mal debemos hacer que no lo vean como algo negativo, son cosas que pasan, y que lo importante es darse cuenta de donde nos hemos equivocado para que no vuelva a ocurrir.

·         Convierte así la frustración en aprendizaje. Que el niño lo conciba como una oportunidad para aprender y ser creativo.

·         Haz que haga las cosas por sí mismo. No le des todo hecho, haz que piense, aunque al principio no sepa hacer ciertas cosas. Déjale que lo haga el solo que piense, que lo intente y que tenga la oportunidad de equivocarse y de enfrentarse al fracaso. De esta forma se aprende que podemos equivocarnos, pero que si nos equivocamos podemos también solucionarlo. Con esto también fomentamos su iniciativa personal, su autonomía y evitamos que tenga miedo a hacer las cosas por sí mismo.

·         Enséñale que en toda situación de fracaso puede haber algo positivo. Esto puede parecer complicado, pero es fundamental. Ante todo fracaso hay siempre algo positivo que es la capacidad de aprender de ello, la posibilidad de crecer como persona también.

·         No refuerces la rabia como respuesta a la frustración. Cuando el niño o niña siente frustración suele responder con rabia y hacer berrinches y estas son situaciones que se repiten y son constantes en nuestra vida como adultos. Si cedemos a sus rabietas, le enseñamos que es una forma fácil de superar esa situación y conseguir lo que quiere.

·         Recuerda que siempre los más pequeños aprenden e imitan lo que ven. Somos un modelo de conducta para ellos, nuestro modo de actuar es el que les guía para enfrentarse a situaciones de la vida. Ante situaciones que puedan provocar frustración o fracasos, debemos mantener una actitud positiva. Y esforzarnos por superar las dificultades.

·         Educa en el esfuerzo, pero marcando objetivos razonables. Los niños y niñas han de aprender que para conseguir ciertas cosas es necesario esforzarse. De esta manera verán que el esfuerzo es una manera de solucionar sus fracasos. Es bueno hacer que el niño o niña se esfuerce, pero su nivel de exigencia ha de ser razonable, si le ponemos un nivel demasiado alto, no lo conseguirá y conseguiremos lo contrario, pensará que esforzarse no sirve para nada.

·         Enseña al niño que la frustración ante un fracaso es una emoción natural por no haber conseguido u obtenido lo que quería, sin embargo, esta debe de servirle de impulso para esforzarse aún más por conseguirlo cambiar la táctica y ver que levantarse ante ese fracaso es más heroico que quedarse sentado sufriéndolo.

·         Razona con él sobre sus errores y fracasos. Que entienda lo que ha pasado, que ha salido mal. Si lo entiende se sentirá tranquilo y ganará confianza porque sabrá lo que tiene que hacer la próxima vez.

 

PERO QUE PASA CUANDO SOMOS ADULTOS Y CRECEMOS SIENDO INTOLERANTES A LA FRUSTRACIÓN

 

¿Qué es la intolerancia a la frustración? Las personas con baja tolerancia a la frustración, tienen una sensibilidad excesiva hacia todo aquello que les resulta desagradable: No toleran la incomodidad, los contratiempos, las trabas o problemas. No soportan la demora en la satisfacción de sus deseos, ni ningún sentimiento o circunstancia que pueda resultarles desagradable. Estas personas, suelen presentar estados estrés, enfado, ansiedad, tristeza, resentimiento. Normalmente, tienden a victimizarse y a culpar a otros de lo que les pasa.

 

Es frecuente que los adultos que sufren intolerancia a la frustración se rindan antes de conseguir sus metas. Los niños tienden a tener baja tolerancia a la frustración, pero esto es debido a su propia inmadurez cognitiva. Por ello es importante enseñarles desde pequeños a aceptar la frustración, a perseverar y a no darse por vencidos, a que no siempre van a tener aquello que quieren.

 

La tolerancia a la frustración hace referencia a cómo nos enfrentamos y manejamos la frustración. Como hemos dicho, la frustración es un sentimiento normal y cotidiano, que no tiene nada de malo. Es un indicador de que las cosas no han salido como queremos.

 

Pero cuando la no consecución de nuestras metas no nos deja ver más allá, nos obsesiona, nos enfada y hace que desistamos de nuestro objetivo, es cuando tenemos problemas. La baja tolerancia a la frustración puede, incluso, llevarnos a evitar emprender tareas o proyectos, simplemente por la posibilidad de no conseguir llevarlas a cabo como a nosotros idealmente nos gustaría.

 

 

RASGOS DE LAS PERSONAS CON POCA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN

 

Las personas con intolerancia a la frustración tienen ciertas creencias irracionales. Son pensamientos que surgen de forma automática, que nos hacen sentir mal y suelen ser drásticos y dramáticos (“no puedo soportar esto”, ”esto es intolerable”, “debería…”, “siempre”, “nunca”). Por ejemplo, creen que si no consiguen lo que se proponen o las cosas no van como se supone que deben ir, las consecuencias serán horribles.

 

Las personas tenemos ideas irracionales acerca de nosotros mismos, los demás y el mundo:

 

§  “Debo hacer las cosas bien y merecer la aprobación de los demás por mis actuaciones”

§  “Los demás deben actuar de forma agradable, considerada y justa”

§  “La vida debe ofrecerme unas condiciones buenas y fáciles para que pueda conseguir lo que quiero sin mucho esfuerzo y comodidad”

 

En la vida no podemos evitar las dificultades y las frustraciones, por mucho que lo intentemos. Es parte de la vida. Por ello debemos aprender a manejar estas emociones, para transformarlas en algo constructivo y que no nos amarguen la vida.

Ejemplos de tolerancia a la frustración.

 

Una persona con una alta tolerancia a la frustración no se va a desanimar a la primera dificultad que se encuentre. Va a persistir, va a probar diferentes estrategias para resolver el problema, hasta que lo consiga. Una persona con intolerancia a la frustración, es probable que desista en el primer intento.

 

Por ejemplo, si te has propuesto aprender a tocar el piano, no te va a salir a la primera. Te va a costar aprenderte las canciones, las notas… Al principio no serás capaz de tocar piezas complejas. Pero una persona con alta tolerancia a la frustración, va a seguir practicando, a pesar de las dificultades y el esfuerzo.

 

Si eres un opositor u opositora, necesitas tener bastante tolerancia a la frustración. Muchas veces, por mucho que estudies, no vas a conseguir una plaza. Pero tampoco depende de ti totalmente. Estas personas van a seguir presentándose, van a estudiar más y más, hasta conseguir la plaza deseada. Se van a frustrar, por supuesto, se van a sentir desanimadas. Pero no van a dejar que esos sentimientos negativos les alejen de lo que quieren conseguir.

 

ESTRATEGIAS PARA AUMENTAR LA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN

 

1.    CAMBIA TU ACTITUD HACIA LA NO CONSECUCIÓN DE TUS METAS

 

¿Cómo mejorar la baja tolerancia a la frustración? La gran mayoría de las veces, las cosas no son tan catastróficas como podemos pensar. Y somos bastante capaces de lidiar con lo que se nos pone en el camino. Además, podemos aprender de las frustraciones, nos enseñan que eso que hemos hecho no funciona. Busca otras estrategias, otros caminos.

 

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: Reflexiona si realmente sería tan horrible que las cosas no salieran como lo planeado, o no consiguieras lo que te has propuesto. Pregúntate qué es lo más horrible que podría suceder. O si realmente, esa situación es tan intolerable. También, prueba a calificar del 1 al 10 cuan terrible es la situación, siendo 10 lo peor que puedas imaginarte. ¿Es tan terrible como un accidente de coche o ser despedido? Esto te puede ayudar a darte cuenta de que esperar 10 minutos a ser atendido no es algo tan terrible.

 

2.    CAMBIA TU ACTITUD HACIA LA FRUSTRACIÓN

 

La frustración es una emoción normal, que nos indica que no vamos por donde nos gustaría. La frustración es incómoda, pero es tolerable.

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: No huyas del sentimiento de frustración, pero tampoco te recrees en el. Acéptalo y déjalo pasar. Céntrate en otra cosa. Prueba a buscar 5 estrategia diferentes para conseguir aquello que quieres, con sus ventajas e inconvenientes. Ten en cuenta que la solución ideal no existe.

 

3.    IDENTIFICA TUS CREENCIAS IRRACIONALES

 

Las creencias irracionales son pensamientos que aparecen sin que nosotros queramos, que nos hacen sentir mal, tristes y enfadados. Además, no tienen base racional. Como hemos dicho, estas creencias irracionales suelen encontrarse en la base de la intolerancia a la frustración.

 

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: Cada vez que te encuentres molesto o frustrado, atiende a tus pensamientos. ¿Qué clase de pensamientos y afirmaciones surgen? Apúntalas en un papel. Identifica tus debería, siempre, nunca, no puedo, no soporto, es intolerable… Anota también cómo te hacen sentir esos pensamientos y cuestiona su utilidad. Por último, busca alternativas más plausibles y que te hagan sentir mejor. En lugar de “es intolerable que me hagan esperar tanto en la cola, deberían tener más personal trabajando” puedes pensar “esperar no es lo es lo más deseable, pero no puedo hacer otra cosa. Puedo aprovechar a leer o llamar a un amigo mientras espero”.

 

4.    PRACTICA LA FRUSTRACIÓN

 

Las personas con intolerancia a la frustración suelen evitar las situaciones en las que creen que van a frustrarse. Cuanto más se evitan las situaciones que teme, más nos cuesta luego enfrentarnos a ellas, además de que le damos más importancia de la que tienen.

 

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: La mejor estrategia para dejar de temerle a la frustración es enfrentarse con esas situaciones frustrantes. Exponte a ellas. Haz una lista de situaciones que suelen frustrarte. Comprométete a exponerte a al menos una de ellas a la semana. Comienza con las más fáciles y ve aumentando su dificultad. En esas situaciones prueba a realizar algunas de las estrategias que aquí te proponemos.

 

5.    TOMA MEDIDAS

 

Una vez que hemos identificado aquellas cosas que suelen frustrarnos, el siguiente paso es tomar medidas para adaptar esas situaciones y que nos resulten menos frustrantes en la medida de lo posible.

 

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: Si te resulta frustrante, por ejemplo, esperar a la gente impuntual, o esperar en colas, o perder el tiempo en el transporte público, piensa en algo que puedas hacer durante ese tiempo para que no sea una pérdida de tiempo. Prueba a leer, escuchar la radio… Piensa en cómo puedes modificar esa situación para reducir su frustración.

 

6.    EL RETROCESO NO ES FRACASO

 

Hay veces, en las que, en el camino para llegar a nuestro objetivo, se producen retrocesos, recaídas. Las personas con intolerancia a la frustración creen que en un proceso todo tiene que salir bien y cada vez mejor. Por ello es importante que se den cuenta de que esto forma parte de un proceso normal. La vida se compone de altibajos. Los momentos bajos nos hacen apreciar mejor los momentos de éxito y felicidad. Pero, en absoluto, un momento de retroceso significa que hayas fracasado.

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: Permítete fallar, retroceder. A veces es necesario retroceder para coger carrerilla. En los momentos de retroceso, mantén la calma y huye de los pensamientos negativos (“soy un inútil”, “nunca lo voy a conseguir”). Practica la paciencia y la constancia.

 

7.    DIFERENCIA LOS DESEOS DE LAS NECESIDADES

 

Todos tenemos preferencias y deseos. Nos gustaría que todos nos trataran como queremos, que las cosas salgan de una determinada manera. Pero no dejan de ser deseos. No son necesidades primarias. Las necesidades son algo sin lo que no podemos vivir, como alimentos, sueño, relaciones sociales…

 

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: Haz una lista con tus deseos y otra con tus necesidades. Luego analiza bien cada elemento de las listas: ¿Es esto realmente una necesidad? ¿Qué ocurriría si no obtuviera esto? ¿Sería tan grave?

 

8.    ANALIZA LA SITUACIÓN

 

Muchas veces nos frustramos porque no sabemos cómo ha podido salir mal o no sabemos qué hacer.

 

¿Como mejorar la tolerancia a la frustración?: Cuando te no hayas obtenido los resultados esperados en alguna situación analiza lo que has hecho. Identifica lo que has hecho bien y lo que has podido hacer mal. Piensa en posibles alternativas al comportamiento menos adecuado e intenta incluir las cosas positivas de la conducta inadaptada. Poco a poco llegarás a la mejor alternativa de acción.

Nos vemos la próxima semana... Y mi consejo de siempre: come de manera saludable, duerme lo suficiente, realiza ejercicio, haz lo que te gusta, ocúpate, RESPETATE, AMATE Y SE FELIZ... Y recuerda... Tu crecimiento personal es vital, y para lograrlo... Da el primer paso...¡ATREVETE!

QUE TODO LO BUENO TE SIGA, TE ENCUENTRE, TE ABRACE Y SE QUEDE CONTIGO

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