Preparativos
para lluvias, sequías y huracanes
Alberto
Jiménez Merino
Fabián Vásquez Romaña, coordinador
del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), dependiente de la Comisión Nacional
del Agua (CONAGUA), informó durante la Reunión Nacional de Protección Civil,
que el periodo de lluvias 2025 en México, inicia el 15 de mayo y termina el 30
de noviembre (UnoTV.com 9 mayo 2025).
Este año, de acuerdo con la
misma fuente, las lluvias coinciden con el inicio de los ciclones tropicales.
En el océano pacífico iniciarán el 15 de mayo y, en el Atlántico, el 1 de junio.
Se espera que en el Pacífico haya
entre 16 y 20 eventos y de estos, 4 a 6 podrían ser huracanes categoría 3, 4 o
5; de igual forma, 4 a 5 podrían ser categoría 1 o 2, y, 8 o 9, podrían ser tormentas
tropicales. En tanto, en el Atlántico, se calculan de 13 a 17 eventos; 3 a 4
podrían ser huracanes categoría 3, 4 o 5, y de 3 a 4, categoría 1 o 2; además
de 7 a 9 tormentas tropicales.
Estamos al final de un fuerte
periodo de sequía que, al 30 de abril, había alcanzado al 46.5% del territorio
nacional, siendo Chihuahua, Sinaloa, Sonora y Durango los estados más afectados,
con 119 municipios en sequía excepcional, y 468 municipios de otras regiones,
han presentado sequías menos intensas en las regiones de Baja California,
Bajío, Pacifico y Sureste (José Martín Cortés. MeteoRed,10 de mayo de 2025).
Lo anterior viene a colación
ya que ante la temporada de lluvias se deben tomar las medidas
correspondientes. Entre esos preparativos, algunos de los más importantes están
el desazolve y limpieza de barrancas y cauces, reservorios naturales de la basura
que no hemos aprendido a separar, reciclar, reutilizar y canalizar a
contenedores. Esto ayuda a disminuir el riesgo de inundaciones.
Cabe señalar que entre el 60 y
70 % de los desbordamientos de barrancas y taponamiento de drenajes en las
zonas urbanas, son debidos a obstrucción por residuos sólidos tirados en las
calles o en sitios donde el agua los arrastra provocando alteración de su curso
natural. Hay muchos pueblos donde todavía la basura se tira esperando que la lluvia
haga la tarea de llevársela hacia las partes bajas donde también hay
comunidades.
Asimismo, la
impermeabilización de techados de casas y edificios, la rehabilitación de
instalaciones, la revisión, limpieza o construcción de sistemas de captación de
agua de lluvia, son parte de los preparativos antes de las lluvias en las zonas
urbanas.
En el campo se realizan los
preparativos para el desazolve y construcción de jagüeyes para captar la
lluvia, desazolve de canales y acequias, así como los sistemas de drenaje
natural que prevengan de inundaciones.
También se requiere preparar
lo necesario para la reforestación a fin de que se asegure la sobrevivencia de
los árboles plantados. Muchos años la sobrevivencia de árboles en
reforestaciones no ha superado el 60% y, cuando se hace fuera de tiempo, la
mortalidad puede llegar hasta el 100% por la falta de humedad y la llegada del
invierno.
En tanto, los preparativos
contra la sequía incluyen el mantenimiento, rehabilitación de pozos y acciones
de manejo de cuencas para favorecer la recarga artificial de acuíferos;
prácticas ecológicas para retener la lluvia en las partes altas que favorezcan
la infiltración al subsuelo con lo que, de paso, se disminuyan las inundaciones
en las partes bajas.
Las técnicas de siembra tienen
una gran importancia en el éxito de las cosechas ante riesgos de sequía. Se
trata de aprovechar al máximo la humedad disponible en beneficio de los
cultivos.
La siembra de praderas y
cultivos densos ayuda a asegurar la infiltración de la lluvia y reducir su
evaporación. Es necesario que el terreno, cultivado o no, no tenga mucha área
desnuda para mantener la humedad. Donde hay vegetación en las partes altas, no
se secan los manantiales.
La siembra en pozas es una
técnica altamente arraigada en la mixteca oaxaqueña para la siembra del maíz. En
el fondo de los surcos, aún durante la época seca, se hacen pozas con pala a
unos 15 cm de profundidad para buscar la humedad y ahí depositar la semilla.
Sembrar en zanjas de 50x50 cms.
y largo variable, hechas por una pala de retroexcavadora, es una costumbre
practicada en varios países de África, tanto en terrenos planos como en
lomeríos suaves. La simple construcción de una zanja o una barrera viva de
plantas siguiendo la curva del nivel del terreno, cada 10 a 15 mts., puede
duplicar los rendimientos en maíz.
El uso de biofertilizantes
como la bacteria Azospirillum y el hongo Micorriza, aplicados a la semilla o a
la raíz, han permitido garantizar hasta el 80% de las cosechas en condiciones
de sequía porque la micorriza desarrolla hasta 4 veces el volumen de raíz, y la
azospirillum, fija nitrógeno del aire. Junto con la práctica de aflojar las
tierras con subsoleo y agregar materia orgánica, se promueve significativamente
el aprovechamiento de la humedad. A todo esto y otras prácticas más, se
denomina Agricultura de Conservación,
una estrategia muy poco practicada en México por desconocimiento y falta de
apoyos.
Finalmente, en materia de
huracanes, la prevención tiene una gran relevancia. La protección de
instalaciones y bienes, es básica. En materia de plantaciones, las cortinas
rompevientos cumplen una gran función protectora. La poda para mayor
productividad en frutales, también ayuda a aminorar los efectos del viento.
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