Urge una Comisión para festejos de los 500 años
*Sesión en la Cámara de Diputados por los 494 años de la Fundación
de Puebla
Por Raúl Torres Salmerón
La sesión solemne de la Cámara de Diputados del Congreso de
la Unión, con motivo de los 494 años de la fundación de Puebla, tuvo una gran
relevancia y un legislador federal de cada partido hizo uso de la palabra con
ese motivo.
Por la importancia de la celebración, mucho mejor que la
ceremonia efectuada en Puebla Capital el 16 de abril a muy temprana hora y que
duró poco más de media hora y que fue presidida por las autoridades locales,
hay que destacar las participaciones de los representantes populares.
Es importante remarcarlo, pues estamos a 6 años de los 500
años de la fundación y el futuro no se ve muy claro, pues en diciembre de 2030
termina el actual gobierno de Alejandro Armenta y no se observa la fecha alguna
actividad tendiente a la celebración de los 500 años en 2031. Y ni se diga de
la Presidencia Municipal. José ‘Pepe’ Chedraui termina en 2027 y su sucesor en
2030.
En otras palabras, las autoridades entrantes en 2030 tendrán
no tendrán tiempo para llevar a cabo una digna celebración. Por ello, las
actuales autoridades, han opinado algunos historiadores, académicos y
defensores del patrimonio cultural poblano, desde 2025 debe integrarse una
Comisión Organizadora de Festejos.
Fue el martes 8 de abril la sesión solemne, modalidad
presencial, presidida por la Presidenta del Congreso y Diputada María de los
Dolores Padierna Luna. Se registraron 311 legisladores y se abrió la reunión a
las 11.25 de la mañana y terminó a las 12.5 de la tarde.
El Gobernador Alejandro Armenta y el Alcalde de Puebla
Capital, José ‘Pepe’ Chedraui estuvieron presentes acompañados de una gran
comitiva de funcionarios y legisladores locales, pero llegaron con retraso.
Hemos omitido saludos y reconocimientos, para dejar solo la historia en voz de
representantes poblanos de los 5 partidos que componen la Cámara de Diputados.
PUNTO DE VISTA DEL PRI
Xitlalic Ceja García, del PRI, expresó: Con el alma poblana.
Con mi voz en esta tribuna celebro a mi tierra con gratitud y me sumo a esta
conmemoración. Puebla, la ciudad que nació entre volcanes y se alzó entre
iglesias, patios de cantera y alientos de ángeles y arcángeles, el 16 de abril
cumple 494 años de su fundación.
En 1987, la UNESCO declaró al Centro Histórico de Puebla
como Patrimonio de la Humanidad reconociendo su belleza y para comprobarlo
basta un paseo por su centro histórico, por sus barrios, inspectorías, juntas
auxiliares y calles para sentir cómo cada piedra narra una historia, como cada
cúpula refleja la luz de casi cinco siglos.
Tierra donde el barro se convirtió en talavera y la fe en
arte, Puebla es el corazón barroco de México donde cada esquina nos recuerda
que este país es mestizaje, es fortaleza, es belleza y sí también es batalla,
Puebla es patria, aquí un 5 de mayo el coraje de un pueblo doblegó al imperio
más poderoso de su época, aquí nació el eco que aún nos grita que México nunca
será tierra fácil para quien quiera someterlo.
Hoy Puebla es industria, es conocimiento, es cultura viva,
es una ciudad que produce autos, talentos, textiles, que exporta ideas y tradiciones,
es la fusión del maíz con la tecnología, de las universidades con los talleres,
de los conventos con los parques industriales.
Y como toda ciudad viva, Puebla también enfrenta desafíos
que no podemos ignorar. Hace falta justicia para sus comunidades rurales,
oportunidades reales para que sus jóvenes no tengan que irse y una lucha
decidida contra la violencia de género, los retos del agua, del transporte, de
su desarrollo urbano y asumir con responsabilidad el cuidado de su medio
ambiente.
Y sin embargo, frente a cada reto está su gente, gente
orgullosa que no se rinde, que madruga, que estudia y que trabaja, gente noble
y devota que honra a la tierra con su fe, con esfuerzo y con alegría, gente que
lleva el talento en las manos y la historia en el corazón, gente que transforma
con dignidad una lucha con firmeza, gente que sabe que Puebla no es solo un
lugar, es una manera de ser México.
Puebla no solo es de las poblanas y poblanos, es de todas y
todos los mexicanos porque llevamos un pedacito de su historia, de su
gastronomía, de su arquitectura y de su espíritu, porque quien visita y vive en
ella se ha maravillado por sus paisajes y sabe que Puebla se queda con uno para
siempre. Qué chula es Puebla.
Gracias, Puebla por entregarnos generaciones de manos que
trabajan con orgullo, de corazones que laten en cada historia y de paisajes que
el tiempo no ha podido borrar. Gracias, por tu alma invencible, por tu luz
serena, por seguir siendo un faro de identidad y esperanza.
LA OPINIÓN DEL PT
José Antonio López Ruiz, del PT, manifestó: Puebla no fue
fundar, Puebla fue soñar. Hoy no es un día como cualquiera. Hoy nos convoca la
historia. Hoy conmemoramos el 494 aniversario de la fundación de la Heroica
Puebla de Zaragoza. Una ciudad que no solo nació de la voluntad humana, sino
cuenta la leyenda que los ángeles trazaron con sus alas el mapa de esta hermosa
ciudad.
En el noreste nos vigila y cuida nuestro magnífico volcán,
que también tiene una historia que contar, que curioso y temperamental exhala
de vez en cuando ceniza. El 16 de abril de 1531, con la guía de Fray Toribio de
Benavente, Motolinia, que delineó las primeras calles.
En 1558 se le concedió el título de noble y leal ciudad de
Los Ángeles. Puebla es el barro convertido en talavera, la cúpula que enciende
los cielos con oro y mosaico. La música sacra de Juan Gutiérrez de Padilla, que
hizo de nuestra catedral un faro sonoro para el continente.
Puebla es la narrativa de Ángeles Mastretta, hija de esta
ciudad que con su pluma nos enseñó que Puebla también se lleva en la piel.
Puebla se saborea en el mole, que encierra siglos de alquimia. O en los chiles
en nogada, que cuenta la independencia en cada bocado.
Puebla es memoria de resistencia, eco inmortal del 5 de mayo
de 1862, cuando un ejército de patriotas defendió la soberanía nacional frente
al poder extranjero. Puebla vive en su gente, gente noble y trabajadora que no
olvida sus raíces, cuna de los hermanos Serdán, precursores de la Revolución, y
hogar de mujeres y hombres que con esfuerzo, fe y talento hacen de esta ciudad
un lugar eterno y luminoso.
Patrimonio mundial de la UNESCO, ya reconocido y quiero
señalar que a partir de hoy estamos a 2 mil 200 días para que Puebla cumpla 500
años de fundación. Que viva México y que viva Puebla.
LO QUE OPINA EL PVEM
José Antonio Gali López, del PVEM, declaró: Hoy rendimos
tributo a una ciudad que ha sido testigo y protagonista de los momentos más
trascendentes de nuestra historia. Una ciudad cuya fundación el 16 de abril de
1531 no fue producto de una casualidad, sino de una visión, crear un nuevo
centro urbano en el centro del corazón del territorio novohispano, una ciudad
de los ángeles pensada para unir caminos, culturas, destinos.
Puebla, nació como un sueño colectivo y, desde entonces, se
ha levantado día con día sobre el esfuerzo, el talento y la esperanza de su
gente. Una ciudad construida bajo el volcán como testigo, de la mano de
comunidades indígenas de alfareros, de obreros, de maestras, de maestros, de
comerciantes, de científicos y de artistas.
Puebla, se ha hecho grande no solo por sus edificios
majestuosos o su riqueza natural, sino por el espíritu de quienes la habitan.
Hablar de Puebla es hablar de una ciudad declarada Patrimonio Cultural de la
Humanidad por la Unesco, gracias a sus más de 2 mil 600 monumentos catalogados,
de su arquitectura barroca, de sus iglesias, de sus conventos, de sus calles
empedradas, de sus azulejos de talavera y sus sabores inconfundibles.
Puebla es cuna de saberes, pues en su corazón floreció la
primera biblioteca pública del continente y es sede del repositorio documental
más completo de América y uno de los más antiguos de México, el Archivo General
Municipal, que ha sido distinguido como Memoria del Mundo.
Hoy, seguimos siendo tierra fértil para la educación, la
ciencia, el arte y la cultura. Hablar de Puebla, también es el lugar donde el
Ejército Mexicano venció al invasor extranjero el 5 de mayo de 1862, pero si
bien su pasado es glorioso, su presente es vibrante.
Puebla es una ciudad moderna, conectada y en movimiento. Una
ciudad textilera, industrial y universitaria, agrícola innovadora, con una
industria automotriz líder por más de 50 años que no ha dejado de transformarse
sin perder su identidad.
Hoy, Puebla, es una de las primeras fuerzas económicas del
país y un punto estratégico en materia logístico, es un nodo de conectividad,
una ciudad resiliente y competitiva. Y, al mismo tiempo, es un símbolo de
diversidad, de paz y de encuentro. Aquí conviven pueblos originarios con
comunidades migrantes, tradiciones ancestrales, con expresiones contemporáneas.
Qué viva Puebla.
LAS AFIRMACIONES DEL PAN
Liliana Ortiz Pérez, del PAN, sostuvo: Hace más de 490 años
un documento conservado en el Archivo Histórico del Ayuntamiento de Puebla
registró un hecho extraordinario, el asombroso desarrollo de una ciudad que
apenas nacía, pero ya mostraba señales de grandeza, tan asombroso era su
crecimiento que algunos decían que su construcción no podía haber sido obra
humana, sino celestial, esa ciudad era y sigue siendo la Ciudad de los Ángeles.
Hoy la conocemos con orgullo como la cuatro veces heroica Puebla de Zaragoza.
Su origen es único, como su historia. Puebla no nació de conflictos ni de
guerras, Puebla nación de un sueño, el de crear un espacio de paz, convivencia
y conocimiento.
El 16 de abril de 1531, el franciscano Fray Toribio de
Benavente celebró una misa, convocando a pueblos mesoamericanos y a españoles
sin hogar, con un solo propósito: fundar una ciudad donde se pudiera construir
un nuevo futuro. Desde entonces Puebla fue un proyecto colectivo. A pesar de
lluvias, inundaciones y dificultades, sus primeros habitantes no se rindieron,
lo que los sostuvo fue algo poderoso, la certeza de que estaban dando forma a
una sociedad plural, solidaria y profundamente humana.
Un año más tarde, el 20 de marzo de 1532, la Reina Isabel de
Portugal firmó la cédula real, que le otorgó a Puebla el título de ciudad. Fue
una mujer quien selló oficialmente nuestro nacimiento como la Ciudad de los
Ángeles. Con ello llegó el reconocimiento, la responsabilidad y también el
impulso para seguir creciendo. Fueron los pueblos originarios quienes, con su
talento y su trabajo, dieron forma a los barrios tradicionales. Peninsulares,
tlaxcaltecas, cholultecas y tantos otros convivieron aquí. Y a esa mezcla se
sumaron los saberes llegados desde Asia a través de la Nao de China.
De esta armonía nació una nueva cultura, una que hoy se
saborea, se mira y se siente en cada rincón de puebla. De ahí surgió nuestra
legendaria concina poblana, también majestuosa talavera, el único proceso
artesanal de México inscrito como patrimonio cultural inmaterial de la Unesco y
único patrimonio binacional con España. Y de ahí también el trazo perfecto de
nuestra ciudad. Tan preciso, que incluso hoy con tecnología satelital sigue
causando asombro. Por su historia y su belleza, la Unesco declaró el Centro
Histórico de Puebla patrimonio mundial en 1987.
Hoy podemos decir con orgullo que Puebla conserva la mayor
cantidad de monumentos históricos dentro de las ciudades patrimonio del mundo:
2 mil 617. Pero Puebla no sólo es piedra, un templo ni cúpula. Puebla es
conocimiento, es tradición educativa, es la Biblioteca Palafoxiana, la única en
América que conserva su edificio, su mobiliario y su orden original. Por eso
también es reconocida por la UNESCO como memoria del mundo.
Puebla es también protagonista de la historia de México. Fue
la primera en jurar la Independencia con Iturbide. Resistió con valentía
heroica el ataque francés el 5 de mayo de 1862. Soportó 62 días de sitio en
1863 y fue la primera ciudad en ser retomada para restaurar la república. Y el
18 de noviembre de 1910, con Aquiles Serdán, dio el primer grito de la
Revolución.
Por esos 4 hechos gloriosos Puebla lleva con honor el título
de 4 veces Heroica. Hoy celebramos 494 años de su fundación, celebramos a una
ciudad abierta que recibe y transforma, a una ciudad que ha sido hogar de
mexicanas y mexicanos que creen en el legado, en la memoria y en el futuro.
Porque Puebla es de todos y por eso con alegría, con orgullo y con profunda
responsabilidad hoy celebramos juntos su grandeza. Qué chula, qué chula y
grande es Puebla.
EL ENFOQUE DE MORENA
Gissel Santander Soto, de Morena, expuso: Hoy celebramos con
mucho orgullo y emoción 494 años de la fundación de nuestra amada ciudad de
Puebla de Zaragoza. Una tierra noble, generosa y llena de historia que fue
concebida desde su origen un 16 de abril de 1531, como un sueño. Un sueño que
tomó forma como una ciudad perfectamente trazada, armónica, tendida entre ríos
y volcanes. Construida con esperanza, con visión y con un profundo deseo de
crear un nuevo hogar para generaciones enteras.
Puebla no es solo un lugar en el mapa, es una ciudad con
fuerza, con carácter y con una esencia que se respira en sus calles, en sus
barrios, en sus colonias, en sus plazas y en sus tradiciones. Desde sus inicios
ha sido testigo de grandes cambios, de profundos desafíos, de batallas libradas
con coraje y determinación.
A lo largo de casi cinco siglos, Puebla ha demostrado una y
otra vez su capacidad de resistencia y, sobre todo, de resiliencia. Es en esta
fuerza donde radica su grandeza. Celebrar la fundación de Puebla no es
simplemente recordar una fecha histórica, es abrir un espacio para la reflexión
profunda, para el agradecimiento y para la inspiración.
Evocamos con respeto a grandes figuras que enmarcaron el
rumbo de nuestra historia. A Ignacio Zaragoza, cuyo valor en la Batalla del 5
de mayo, sigue siendo símbolo de dignidad nacional. A los Hermanos Serdán,
valientes precursores de la Revolución Mexicana. Y a tantas y tantos poblanos
que con sacrificio, pasión y amor por su tierra contribuyeron a forjar esta
ciudad que hoy nos llena de orgullo.
Pero Puebla también vive lo cotidiano, en las tradiciones
que nos dan identidad, en cada paso de una China Poblana, en el bordado de sus
vestidos. Puebla vive en su cultura, en su arquitectura colonial que embellece
el Centro Histórico, Patrimonio Cultural de la Humanidad. En sus museos, en sus
universidades, en la calidez de su gente.
Y cómo no hablar de nuestra gastronomía, reconocida a nivel
mundial. El mole poblano, los chiles en nogada, las tradicionales chalupas y
cemitas que llenan de sabor nuestras tardes. Y, por supuesto, taco árabe, que
representa esa fusión de culturas que Puebla ha sabido abrazar con orgullo y
hospitalidad.
Hoy, al cumplir 494 años, no solo celebramos el pasado
glorioso de nuestra ciudad, renovamos también nuestra promesa con el futuro.
Nos comprometemos a seguir construyendo una Puebla digna, una Puebla de paz, de
arte, de educación, de respeto, de inclusión y de unidad.
Sigamos haciendo de nuestra Puebla un referente de lo mejor
de México. Sigamos trabajando por una ciudad que no olvide sus raíces, pero que
también mida el porvenir con ambición, con responsabilidad y con esperanza. Que
viva Puebla de Zaragoza. Que viva Puebla de los Ángeles.
Hasta aquí la versión de los diputados federales poblano,
que ojalá hagan algo a su nivel para empezar desde ahora a organizar los
festejos de los 500 años de Puebla Capital.
En fin, como escribió Ernesto Moreno Machuca (Puebla,
1919-2008), en su poema Ciudad de Puebla:
Ciudad, que
te vengo a dar
mi corazón
palpitante,
el que
pervive por ti
y te ha
cantado bastante.
raultorress@hotmail.com
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