(La primera parte la pueden encontrar enhttp://www.criteriohidalgo.com/notas.asp?id=65866) Caro le salió decir la verdad a Ángel Reyna, hoy la directiva de las Águilas del América anunció que el jugador está separado de manera definitiva, y por tanto, por lo menos, no jugará este miércoles ante Santos, si bien le va.
Me parece un tanto ridícula la decisión de separar a un ícono como Reyna, quien si bien, no ha tenido una buena temporada, a consecuencia de lesiones y aunado al mal desempeño de América, me atrevo a decir que es de los pocos que dan la cara en la cancha y fuera de ella.
Reyna que tras la salida de Cuauhtémoc Blanco me atrevo a decir que es el jugador más representativo de Coapa, no dijo mentiras, y señaló de manera tajante el mal desempeño de Aquivaldo Mosquera, un defensa pecho frío que se ha conformado con presentarse y no con jugar. por Dios, alguien me puede decir ¿Quién diablos lo eligió como capitán?.
A mi parecer, no sólo Reyna tenía que estar suspendido, sino también Mosquera, y no por mala conducta o algo similar, sino por su falta de nivel en un equipo, tan importante como es América.
Si bien la crisis que pasa el conjunto crema viene de raíz desde los directivos y sus malas decisiones y que ha derivado la contratación de petardos o más bien cartuchos quemados como son el mismo Mosquera, Vicente Sánchez, Matías Vuoso, entre otros, las decisiones gerenciales son del mismo dueño, Emilio Azcarraga, quien no asume su papel, y desde su arribo ha visto a los cremas como un negocio más y ha dejado que promotores como Carlos Hurtado, en complicidad de otros bandidos de cuello blanco, como Michel Bauer se apropien del equipo.
No se necesita ser un brujo, para saber que en América se desatará la tormenta al término de la campaña; no obstante, lejos de una limpia de jugadores, se necesita compromiso en todos los sectores para devolver ese pundonor al equipo de Coapa que lo han convertido a lo largo de la historia, en el equipo odiado o amado del balompié mexicano.
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