Luego de las primeras seis fechas del campeonato, la tabla general nos indica que las Chivas Rayadas de Guadalajara son el sotanero general, situación que se me hace rara.
No logró entender como un equipo que jugó tan bien en el pasado torneo, el cual, lo dominó por lo menos en la temporada regular adjudicándose el primer lugar de la tabla general, hoy sea el último lugar, sobre todo cuando mantiene la gran parte de ese plantel.
Se puede decir que ha Chivas le hacen falta refuerzos; no obstante, varios de sus integrantes, tanto juveniles como adultos forman parte de selecciones nacionales, entonces no creo que el problema vaya por ahí.
Asimismo, Ignacio Ambríz se ha mantenido, quizá no como el mejor técnico, sino como alguien rentable que mantuvo al San Luis jugando un nivel regular, por lo menos mejor de lo que ha exhibido el Rebaño hasta el momento.
Entonces, si no son ni jugadores, ni técnico, quién es el verdadero culpable de la actual crisis rojiblanca; la respuesta se reduce a Jorge Vergara.
El mandamás rojiblanco, si bien ha tenido algunos aciertos, y actualmente Chivas sigue manteniéndose como un gran producto mercadológico, aunado a las exportaciones de jugadores como Javier Hernández, un gran estadio entre otras cosas; las decisiones gerenciales y la falta de confianza en sus jugadores, cuerpos técnico y hasta directivos, han creado un hueco difícil de llenar, que se refleja directamente en los resultados en la cancha.
Y es que Vergara quiere abarcar y tener un rol protagónico en su equipo que rebasa a sus mismos jugadores; un claro ejemplo, es que primero les da su apoyo, con elogios y otras cosas, para que después de un mal resultado los termine exhibiéndolos, por medio de la prensa.
Este miércoles se ha anunciado que habrá noticias en el seno rojiblanco, se ha especulado que Rafael Ortega podría ser destituido; sin embargo, está bien sabido que por más despidos que puedan a ver en el Rebaño, las cosas continuarán igual, hasta que Jorge Vergara entienda que debe respetar procesos, pero sobre todo debe de respetar su histórica ideología, la cual, convirtió a Chivas en el equipo más popular de México, pero sobre todo debe respetar a su gente, y a esto me refiero no solamente a su afición, sino a los que conforman al apodado Rebaño Sagrado.
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