Dialogo en redes
Carnal, rólate el agua y de paso la toalla
Lilia Cedillo
¿Por qué practicar un tipo específico de deporte puede predisponernos a una determinada infección? Seguramente, ustedes habrán escuchado que en alguna ocasión, se quiso prohibir la participación, en competencias, de los deportistas portadores del virus del VIH-SIDA, por el temor a generar contagios de este terrible virus.
Existen deportes donde el grado de exposición es mayor, por ejemplo en los llamados deportes de contacto, como es el caso del box, las artes marciales, el fútbol americano y, el basquetbol entre otros. Es decir; en aquellos deportes en los que los contrincantes están en contacto muy cercano o en los que puedan producirse heridas con sangrado. Seguramente ustedes recordarán a “Magic” Johnson, quien aún es un famosísimo basquetbolista de la NBA en los estados unidos y quien es, seropositivo al sida.
Una persona que adquirió el virus del VIH-SIDA, puede después de un tiempo – volverse seropositivo, y en cierto tiempo variable se le pueden presentar, signos y síntomas característicos del síndrome; en los que disminuye la respuesta inmune. En esta etapa, el paciente puede adquirir fácilmente enfermedades infecciosas y en muchos casos puede morir. Precisamente; cuando las personas se vuelven seropositivas se les pueden empezar a administrar antivirales contra el virus del VIH-SIDA de tal suerte que se retarde la aparición de signos y síntomas del síndrome, en el caso de “Magic” Johnson, al haberse él, vuelto seropositivo le comenzaron a administrar el antiviral. Hasta la fecha “Magic” Johnson no ha desarrollado el síndrome y se retiró del básquetbol, más por decisión propia que por haber desarrollado el sida. Pero en fin, así somos los humanos cuando nos “apanicamos” no escuchamos razones.
Y volviendo al tema, se han hecho experimentos en los que se buscan Staphylococcus (una bacteria que habita en nuestra piel) y en particular los llamados Meticilinos resistentes. Sustancias que son un antibiótico usado para combatir al Staphylococcus y la resistencia a este antibiótico puede servirnos como un marcador para saber si el estafilococo que existe en las manos es el mismo que está en nuestra ropa o en algunos objetos. Pues bien, unos investigadores hicieron un experimento en el que se buscaban Staphylococcus en jugadores de fútbol americano y en diversos objetos de sus pertenencias. Los resultados fueron asombrosos. Los compañeros de equipo compartían la presencia de esta bacteria principalmente en las navajitas de afeitar y en las toallas, lo que sucede es que los jugadores a menudo comparten estos objetos relacionados con su higiene personal. Ni se habla de los resultados de la existencia de esta bacteria en las mochilas de los jugadores. Como en aquellas, generalmente se guarda ropa mojada por el sudor, de tal manera, se les proporciona a los bichos: humedad -que tanto les encanta para proliferar-. Además de dotarles así, de una serie de nutrientes.
Por ello, es importante hablar con los deportistas y decirles que en lo posible no compartan bebidas, ni la toalla, o las navajitas de afeitar y que mejor saquen y laven pronto su ropa húmeda de las mochilas, antes de que los perniciosos hongos proliferen en su playera o uniforme preferido. Ni se diga respecto a otros deportes de contacto como el box, donde al observar escenas en cámara lenta, se puede apreciar cómo, los contendientes se salpican mutuamente sus correspondientes fluidos corporales; llámese sudor, sangre o lágrimas (sí, porque aunque sean muy machos también lloran) y como el contrincante está muy cerquita; terminan intercambiando bichos.
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