lunes, 2 de mayo de 2022

DÍA DEL NIÑO, SANACIÓN DE NUESTRO NIÑO INTERIOR

 


COLUMNA: ESTAMOS EN CONEXIÓN

DÍA DEL NIÑO, SANACIÓN DE NUESTRO NIÑO INTERIOR

Por: Jorge García D.

 

"Lo que uno ama en la infancia se queda en el corazón para siempre". -Jean-Jacques Rousseau-

 

Una frase que nos hace conectar directamente con nuestro niño interior; todo lo que amamos en la infancia se queda para siempre dentro nuestro, nos define y nos conduce al yo adulto ...

 

Cada persona tiene un niño interior que necesita de amor y de aceptación, sin importar la edad que tenga, por muy independiente que seas, en tu interior puedes tener un niño o una niña muy vulnerable que necesita ayuda; tal vez, por muy maduro, quizá llevas dentro de ti a un niño que tiene hambre de calor y de afecto. Cada edad que hemos vivido está dentro de nosotros, dentro de la conciencia y de la memoria.

 

Sin embargo, existe la posibilidad que el niño interior se encuentre lastimado y parte del cuidado es el proceso de sanación, esto incluye el hecho de volver a unir todas las partes de nosotros mismos como si fuese un gran rompecabezas, para poder alcanzar la plenitud. Recordando siempre que, ahora como adultos tal vez no seamos lastimados y heridos de la misma manera en la que fue lastimado nuestro niño interior, pero si es probable estar siguiendo patrones y que estos a su vez, nos afecte a largo de nuestra vida.

 

El niño interior es un concepto nacido de la terapia Gestalt. Para la Gestalt, el niño interior es la estructura psicológica más vulnerable y sensible de nuestro “yo”, que es formada fundamentalmente a partir de las experiencias, tanto positivas como negativas, que tenemos durante los primeros años de la infancia. Dependiendo del tipo de experiencias y de cómo las interiorizamos, el niño interior puede ser una “personita” alegre, optimista y sensible o, por el contrario, alguien temeroso de la vida, exacerbado e irritable.

 

Con el paso del tiempo, este niño se va escondiendo en lo más profundo de nuestro ser, pero sale a la luz en determinadas circunstancias, como, por ejemplo, cuando necesitamos enfrentar un proyecto que demanda mucha imaginación o cuando revivimos un miedo que, como adultos, no debería atemorizarnos, o por el contrario en un momento de suma euforia y felicidad, en el que no sabemos cómo reaccionar ante los afectos, porque no reconocemos el amor ni dentro, ni fuera o hacia nosotros, siendo quizá que jamás nadie nos brindó afectos, amor o atención y crecimos con ausencias o carencias. La mayoría de las personas no se percatan de la existencia de este niño interior, pero lo cierto es que en ocasiones es él quien determina cómo respondemos ante determinadas circunstancias.

 

Todos llevamos dentro el niño que fuimos. Cuidar al niño interior es de vital importancia para la mejora emocional y para mantener una sana autoestima. Casi todos en la infancia hemos tenido heridas emocionales y, si no las solucionamos en su momento, el niño interior estará dañado.

 

¿Cómo saber si nuestro niño interior está herido?

Cuando somos pequeños todos tenemos experiencias positivas y negativas. Si vivimos experiencias negativas y somos capaces de resolver de manera adecuada, entonces esta experiencia se incorporará en nuestro “yo” sin causar daños y pasaremos a la fase sucesiva del desarrollo.

 

Si no superamos el impacto emocional de estas experiencias, es probable se generen sentimientos de ira, frustración o tristeza que afectaran en nuestro presente, pues el niño interior está herido siendo quien cargar con los problemas irresueltos, no superando los conflictos del pasado y ocasionando otros nuevos en el presente. Si tienes miedos irracionales, rencor, odio, tristeza, enojo, duda, insatisfacción y reaccionas de manera desproporcionada ante situaciones que no son importantes o saboteas tus metas constantemente, es probable que tu niño interior esté dañado. Lo cual es perfectamente comprensible, ya que llevas heridas profundas que no acabas de sanar.

 

¿Cómo Sanar a tu Niño Interior?

El niño interior trae consigo ilusión, creatividad, espontaneidad y alegría. Sin embargo, pudiera revivir miedos del pasado, provocando un comportamiento de irritabilidad convirtiéndose en un problema que debemos solucionar. ¿Cómo hacerlo? Sanar al niño interior es un camino de autodescubrimiento porque debemos regresar en el tiempo para descubrir cuáles han sido esos eventos negativos que aún no hemos podido resolver desde nuestras emociones, manteniéndonos atados al pasado, en ocasiones este viaje al pasado puede ser doloroso, puesto que profundiza en heridas que no sanaron del todo y

cuando reconocemos, liberamos el dolor, ayudamos al niño interior a sanar y podemos mirar al futuro.

 

Deja Salir al Niño Interior

Si volvieras a ser niño ¿Qué harías? ¿Cuál era tu juego favorito? Es lindo recordar el pasado, pero ¿en verdad estás conectado con tu niño interior? A través de estos métodos podrás revivir a tu niño interior

1. Recuerda cómo eras de niño y lo que querías; 2. Deja ir el pasado; 3. Cumple ese sueño que abandonaste; 4. Vuelve a jugar; 5. Permítete maravillarte con algo; 6. Déjate consentir por tus papás; 7. Haz algo espontáneo y creativo; 8. Cómprate un juguete; 9. Diviértete como un niño; 10. Ámate incondicionalmente.

 

Debe existir un compromiso de cuidar y de amar a ese niño o niña interior, el cual debe iniciar por aceptarse tal y como es, empezando a escuchar nuestras propias necesidades, sentimientos y actuar sobre lo que, SI desea y aun sueña, porque nuestro niño interior nunca deja de soñar, crear, sorprenderse, confiar, creer, arriesgarse y atreverse. Haciéndonos sentir más libres, independientes, amorosos, fraternales, solidarios, resilientes, siendo cada vez más fuertes con cada dificultad resuelta, y sabiendo que, en cada solución a determinada situación, dificultad, pesar, acumulamos amor, ese amor que nos hace ser quienes somos hoy.

 

Tener una relación sana con nuestro niño interior no solo resulta beneficioso para nosotros mismos, incluso para aquellos que son padres, también puede ayudarles a realizar el trabajo de padres y madres de manera sana, por ello procuremos a nuestros niños y niñas.

 

Derechos de las niñas y los niños

Los Derechos Humanos de niñas, niños y adolescentes, reconoce a niñas, niños y adolescentes, en:

 I. Derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo

II. Derecho de prioridad

III. Derecho a la identidad

IV. Derecho a vivir en familia

V. Derecho a la igualdad sustantiva

V.I Derecho a no ser discriminado

V.II Derecho a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral

V.III Derecho a una vida libre de violencia y a la integridad personal

I.X Derecho a la protección de la salud y a la seguridad social

X. Derecho a la inclusión de niñas, niños y adolescentes con discapacidad

XI. Derecho a la educación

XII. Derecho al descanso y al esparcimiento

XIII. Derecho a la libertad de convicciones éticas, pensamiento, conciencia, religión y cultura

XIV. Derecho a la libertad de expresión y de acceso a la información

XV. Derecho de participación

XVI. Derecho de asociación y reunión

XVII. Derecho a la intimidad

XVIII. Derecho a la seguridad jurídica y al debido proceso

XIX. Derechos de niñas, niños y adolescentes migrantes

XX. Derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e Internet

 

 

"La infancia es una etapa maravillosa. No hay pasado, no hay futuro; sólo un presente que se mira con inocencia e ilusión" -Carla Montero-

 

"Es más fácil construir un niño fuerte que reparar a un adulto roto" -Frederick Douglass-

 

#EstamosEnConexión #RadioEnRedes

Todos los Lunes de 17:00 a 19 horas, a través de: www.radioenredes.com

0 comentarios:

Publicar un comentario

lunes, 2 de mayo de 2022

DÍA DEL NIÑO, SANACIÓN DE NUESTRO NIÑO INTERIOR

 


COLUMNA: ESTAMOS EN CONEXIÓN

DÍA DEL NIÑO, SANACIÓN DE NUESTRO NIÑO INTERIOR

Por: Jorge García D.

 

"Lo que uno ama en la infancia se queda en el corazón para siempre". -Jean-Jacques Rousseau-

 

Una frase que nos hace conectar directamente con nuestro niño interior; todo lo que amamos en la infancia se queda para siempre dentro nuestro, nos define y nos conduce al yo adulto ...

 

Cada persona tiene un niño interior que necesita de amor y de aceptación, sin importar la edad que tenga, por muy independiente que seas, en tu interior puedes tener un niño o una niña muy vulnerable que necesita ayuda; tal vez, por muy maduro, quizá llevas dentro de ti a un niño que tiene hambre de calor y de afecto. Cada edad que hemos vivido está dentro de nosotros, dentro de la conciencia y de la memoria.

 

Sin embargo, existe la posibilidad que el niño interior se encuentre lastimado y parte del cuidado es el proceso de sanación, esto incluye el hecho de volver a unir todas las partes de nosotros mismos como si fuese un gran rompecabezas, para poder alcanzar la plenitud. Recordando siempre que, ahora como adultos tal vez no seamos lastimados y heridos de la misma manera en la que fue lastimado nuestro niño interior, pero si es probable estar siguiendo patrones y que estos a su vez, nos afecte a largo de nuestra vida.

 

El niño interior es un concepto nacido de la terapia Gestalt. Para la Gestalt, el niño interior es la estructura psicológica más vulnerable y sensible de nuestro “yo”, que es formada fundamentalmente a partir de las experiencias, tanto positivas como negativas, que tenemos durante los primeros años de la infancia. Dependiendo del tipo de experiencias y de cómo las interiorizamos, el niño interior puede ser una “personita” alegre, optimista y sensible o, por el contrario, alguien temeroso de la vida, exacerbado e irritable.

 

Con el paso del tiempo, este niño se va escondiendo en lo más profundo de nuestro ser, pero sale a la luz en determinadas circunstancias, como, por ejemplo, cuando necesitamos enfrentar un proyecto que demanda mucha imaginación o cuando revivimos un miedo que, como adultos, no debería atemorizarnos, o por el contrario en un momento de suma euforia y felicidad, en el que no sabemos cómo reaccionar ante los afectos, porque no reconocemos el amor ni dentro, ni fuera o hacia nosotros, siendo quizá que jamás nadie nos brindó afectos, amor o atención y crecimos con ausencias o carencias. La mayoría de las personas no se percatan de la existencia de este niño interior, pero lo cierto es que en ocasiones es él quien determina cómo respondemos ante determinadas circunstancias.

 

Todos llevamos dentro el niño que fuimos. Cuidar al niño interior es de vital importancia para la mejora emocional y para mantener una sana autoestima. Casi todos en la infancia hemos tenido heridas emocionales y, si no las solucionamos en su momento, el niño interior estará dañado.

 

¿Cómo saber si nuestro niño interior está herido?

Cuando somos pequeños todos tenemos experiencias positivas y negativas. Si vivimos experiencias negativas y somos capaces de resolver de manera adecuada, entonces esta experiencia se incorporará en nuestro “yo” sin causar daños y pasaremos a la fase sucesiva del desarrollo.

 

Si no superamos el impacto emocional de estas experiencias, es probable se generen sentimientos de ira, frustración o tristeza que afectaran en nuestro presente, pues el niño interior está herido siendo quien cargar con los problemas irresueltos, no superando los conflictos del pasado y ocasionando otros nuevos en el presente. Si tienes miedos irracionales, rencor, odio, tristeza, enojo, duda, insatisfacción y reaccionas de manera desproporcionada ante situaciones que no son importantes o saboteas tus metas constantemente, es probable que tu niño interior esté dañado. Lo cual es perfectamente comprensible, ya que llevas heridas profundas que no acabas de sanar.

 

¿Cómo Sanar a tu Niño Interior?

El niño interior trae consigo ilusión, creatividad, espontaneidad y alegría. Sin embargo, pudiera revivir miedos del pasado, provocando un comportamiento de irritabilidad convirtiéndose en un problema que debemos solucionar. ¿Cómo hacerlo? Sanar al niño interior es un camino de autodescubrimiento porque debemos regresar en el tiempo para descubrir cuáles han sido esos eventos negativos que aún no hemos podido resolver desde nuestras emociones, manteniéndonos atados al pasado, en ocasiones este viaje al pasado puede ser doloroso, puesto que profundiza en heridas que no sanaron del todo y

cuando reconocemos, liberamos el dolor, ayudamos al niño interior a sanar y podemos mirar al futuro.

 

Deja Salir al Niño Interior

Si volvieras a ser niño ¿Qué harías? ¿Cuál era tu juego favorito? Es lindo recordar el pasado, pero ¿en verdad estás conectado con tu niño interior? A través de estos métodos podrás revivir a tu niño interior

1. Recuerda cómo eras de niño y lo que querías; 2. Deja ir el pasado; 3. Cumple ese sueño que abandonaste; 4. Vuelve a jugar; 5. Permítete maravillarte con algo; 6. Déjate consentir por tus papás; 7. Haz algo espontáneo y creativo; 8. Cómprate un juguete; 9. Diviértete como un niño; 10. Ámate incondicionalmente.

 

Debe existir un compromiso de cuidar y de amar a ese niño o niña interior, el cual debe iniciar por aceptarse tal y como es, empezando a escuchar nuestras propias necesidades, sentimientos y actuar sobre lo que, SI desea y aun sueña, porque nuestro niño interior nunca deja de soñar, crear, sorprenderse, confiar, creer, arriesgarse y atreverse. Haciéndonos sentir más libres, independientes, amorosos, fraternales, solidarios, resilientes, siendo cada vez más fuertes con cada dificultad resuelta, y sabiendo que, en cada solución a determinada situación, dificultad, pesar, acumulamos amor, ese amor que nos hace ser quienes somos hoy.

 

Tener una relación sana con nuestro niño interior no solo resulta beneficioso para nosotros mismos, incluso para aquellos que son padres, también puede ayudarles a realizar el trabajo de padres y madres de manera sana, por ello procuremos a nuestros niños y niñas.

 

Derechos de las niñas y los niños

Los Derechos Humanos de niñas, niños y adolescentes, reconoce a niñas, niños y adolescentes, en:

 I. Derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo

II. Derecho de prioridad

III. Derecho a la identidad

IV. Derecho a vivir en familia

V. Derecho a la igualdad sustantiva

V.I Derecho a no ser discriminado

V.II Derecho a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral

V.III Derecho a una vida libre de violencia y a la integridad personal

I.X Derecho a la protección de la salud y a la seguridad social

X. Derecho a la inclusión de niñas, niños y adolescentes con discapacidad

XI. Derecho a la educación

XII. Derecho al descanso y al esparcimiento

XIII. Derecho a la libertad de convicciones éticas, pensamiento, conciencia, religión y cultura

XIV. Derecho a la libertad de expresión y de acceso a la información

XV. Derecho de participación

XVI. Derecho de asociación y reunión

XVII. Derecho a la intimidad

XVIII. Derecho a la seguridad jurídica y al debido proceso

XIX. Derechos de niñas, niños y adolescentes migrantes

XX. Derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e Internet

 

 

"La infancia es una etapa maravillosa. No hay pasado, no hay futuro; sólo un presente que se mira con inocencia e ilusión" -Carla Montero-

 

"Es más fácil construir un niño fuerte que reparar a un adulto roto" -Frederick Douglass-

 

#EstamosEnConexión #RadioEnRedes

Todos los Lunes de 17:00 a 19 horas, a través de: www.radioenredes.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario