COLUMNA:
ESTAMOS EN CONEXIÓN
DÍA
DEL NIÑO, SANACIÓN DE NUESTRO NIÑO INTERIOR
Por: Jorge García D.
"Lo que uno ama en la infancia se queda
en el corazón para siempre". -Jean-Jacques Rousseau-
Una frase que nos hace conectar directamente con
nuestro niño interior; todo lo que amamos en la infancia se queda para siempre
dentro nuestro, nos define y nos conduce al yo adulto ...
Cada persona tiene un niño interior que necesita de
amor y de aceptación, sin importar la edad que tenga, por muy independiente que
seas, en tu interior puedes tener un niño o una niña muy vulnerable que
necesita ayuda; tal vez, por muy maduro, quizá llevas dentro de ti a un niño que
tiene hambre de calor y de afecto. Cada edad que hemos vivido está dentro de
nosotros, dentro de la conciencia y de la memoria.
Sin embargo, existe la posibilidad que el niño
interior se encuentre lastimado y parte del cuidado es el proceso de sanación,
esto incluye el hecho de volver a unir todas las partes de nosotros mismos como
si fuese un gran rompecabezas, para poder alcanzar la plenitud. Recordando
siempre que, ahora como adultos tal vez no seamos lastimados y heridos de la
misma manera en la que fue lastimado nuestro niño interior, pero si es probable
estar siguiendo patrones y que estos a su vez, nos afecte a largo de nuestra
vida.
El niño interior es un concepto nacido de la
terapia Gestalt. Para la Gestalt, el niño interior es la estructura psicológica
más vulnerable y sensible de nuestro “yo”, que es formada fundamentalmente a
partir de las experiencias, tanto positivas como negativas, que tenemos durante
los primeros años de la infancia. Dependiendo del tipo de experiencias y de
cómo las interiorizamos, el niño interior puede ser una “personita” alegre,
optimista y sensible o, por el contrario, alguien temeroso de la vida,
exacerbado e irritable.
Con el paso del tiempo, este niño se va escondiendo
en lo más profundo de nuestro ser, pero sale a la luz en determinadas
circunstancias, como, por ejemplo, cuando necesitamos enfrentar un proyecto que
demanda mucha imaginación o cuando revivimos un miedo que, como adultos, no
debería atemorizarnos, o por el contrario en un momento de suma euforia y
felicidad, en el que no sabemos cómo reaccionar ante los afectos, porque no
reconocemos el amor ni dentro, ni fuera o hacia nosotros, siendo quizá que
jamás nadie nos brindó afectos, amor o atención y crecimos con ausencias o
carencias. La mayoría de las personas no se percatan de la existencia de este
niño interior, pero lo cierto es que en ocasiones es él quien determina cómo
respondemos ante determinadas circunstancias.
Todos llevamos dentro el niño que fuimos. Cuidar al
niño interior es de vital importancia para la mejora emocional y para mantener
una sana autoestima. Casi todos en la infancia hemos tenido heridas emocionales
y, si no las solucionamos en su momento, el niño interior estará dañado.
¿Cómo saber
si nuestro niño interior está herido?
Cuando somos pequeños todos tenemos experiencias
positivas y negativas. Si vivimos experiencias negativas y somos capaces de
resolver de manera adecuada, entonces esta experiencia se incorporará en
nuestro “yo” sin causar daños y pasaremos a la fase sucesiva del desarrollo.
Si no superamos el impacto emocional de estas
experiencias, es probable se generen sentimientos de ira, frustración o
tristeza que afectaran en nuestro presente, pues el niño interior está herido
siendo quien cargar con los problemas irresueltos, no superando los conflictos
del pasado y ocasionando otros nuevos en el presente. Si tienes miedos
irracionales, rencor, odio, tristeza, enojo, duda, insatisfacción y reaccionas
de manera desproporcionada ante situaciones que no son importantes o saboteas
tus metas constantemente, es probable que tu niño interior esté dañado. Lo cual
es perfectamente comprensible, ya que llevas heridas profundas que no acabas de
sanar.
¿Cómo Sanar
a tu Niño Interior?
El niño interior trae consigo ilusión, creatividad,
espontaneidad y alegría. Sin embargo, pudiera revivir miedos del pasado,
provocando un comportamiento de irritabilidad convirtiéndose en un problema que
debemos solucionar. ¿Cómo hacerlo? Sanar al niño interior es un camino de
autodescubrimiento porque debemos regresar en el tiempo para descubrir cuáles
han sido esos eventos negativos que aún no hemos podido resolver desde nuestras
emociones, manteniéndonos atados al pasado, en ocasiones este viaje al pasado
puede ser doloroso, puesto que profundiza en heridas que no sanaron del todo y
cuando reconocemos, liberamos el dolor, ayudamos al
niño interior a sanar y podemos mirar al futuro.
Deja Salir
al Niño Interior
Si volvieras a ser niño ¿Qué harías? ¿Cuál era tu
juego favorito? Es lindo recordar el pasado, pero ¿en verdad estás conectado
con tu niño interior? A través de estos métodos podrás revivir a tu niño
interior
1. Recuerda cómo eras de niño y lo que querías; 2.
Deja ir el pasado; 3. Cumple ese sueño que abandonaste; 4. Vuelve a jugar; 5.
Permítete maravillarte con algo; 6. Déjate consentir por tus papás; 7. Haz algo
espontáneo y creativo; 8. Cómprate un juguete; 9. Diviértete como un niño; 10.
Ámate incondicionalmente.
Debe existir un compromiso de cuidar y de amar a
ese niño o niña interior, el cual debe iniciar por aceptarse tal y como es,
empezando a escuchar nuestras propias necesidades, sentimientos y actuar sobre
lo que, SI desea y aun sueña, porque nuestro niño interior nunca deja de soñar,
crear, sorprenderse, confiar, creer, arriesgarse y atreverse. Haciéndonos
sentir más libres, independientes, amorosos, fraternales, solidarios,
resilientes, siendo cada vez más fuertes con cada dificultad resuelta, y
sabiendo que, en cada solución a determinada situación, dificultad, pesar,
acumulamos amor, ese amor que nos hace ser quienes somos hoy.
Tener una relación sana con nuestro niño interior
no solo resulta beneficioso para nosotros mismos, incluso para aquellos que son
padres, también puede ayudarles a realizar el trabajo de padres y madres de
manera sana, por ello procuremos a nuestros niños y niñas.
Derechos de
las niñas y los niños
Los Derechos Humanos de niñas, niños y
adolescentes, reconoce a niñas, niños y adolescentes, en:
I. Derecho a
la vida, a la supervivencia y al desarrollo
II. Derecho de prioridad
III. Derecho a la identidad
IV. Derecho a vivir en familia
V. Derecho a la igualdad sustantiva
V.I Derecho a no ser discriminado
V.II Derecho a vivir en condiciones de bienestar y
a un sano desarrollo integral
V.III Derecho a una vida libre de violencia y a la
integridad personal
I.X Derecho a la protección de la salud y a la
seguridad social
X. Derecho a la inclusión de niñas, niños y
adolescentes con discapacidad
XI. Derecho a la educación
XII. Derecho al descanso y al esparcimiento
XIII. Derecho a la libertad de convicciones éticas,
pensamiento, conciencia, religión y cultura
XIV. Derecho a la libertad de expresión y de acceso
a la información
XV. Derecho de participación
XVI. Derecho de asociación y reunión
XVII. Derecho a la intimidad
XVIII. Derecho a la seguridad jurídica y al debido
proceso
XIX. Derechos de niñas, niños y adolescentes
migrantes
XX. Derecho de acceso a las tecnologías de la
información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y
telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e Internet
"La
infancia es una etapa maravillosa. No hay pasado, no hay futuro; sólo un
presente que se mira con inocencia e ilusión" -Carla Montero-
"Es
más fácil construir un niño fuerte que reparar a un adulto roto" -Frederick
Douglass-
#EstamosEnConexión #RadioEnRedes
Todos los Lunes de 17:00 a 19 horas, a través de:
www.radioenredes.com
0 comentarios:
Publicar un comentario