Columna Nuevos Horizontes
Chiles poblanos chinos, en nogada de nueces chilenas
Alberto Jiménez Merino
Aunque las estadísticas de importación reportan la compra anual de casi 18
millones de toneladas de maíz, y más de la mitad de la carne bovina, arroz, trigo y
otros alimentos que consumimos, no he encontrado datos que comprueben el
ingreso de chile poblano de origen chino para los chiles en nogada.
Incluso, técnicamente es difícil traer estos productos frescos de distancias tan
largas por mar pues superan los 60 días, o, las casi 24 horas por vía aérea, a
mayores costos. Lo que sí está sucediendo es que hay una mayor producción de
chile poblano en otros estados de México.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER),
en 2022 la producción nacional alcanzó 1.5 millones de toneladas de chile poblano
en 140 mil hectáreas, destacando los estados de Chihuahua, Zacatecas, Sinaloa,
San Luis Potosí y Guanajuato.
La producción estatal de chile poblano ha registrado cifras cercanas a mil 500
toneladas en sus dos tipos principales: el poblano tradicional y el miahuateco, este
último, un tipo de chile ligeramente más pequeño y más picoso que se produce en
la región de Tehuacán. Ambos son la base del mole y los chiles en nogada, en sus
principales usos. Las estadísticas y sus problemas no han variado al menos desde
el año 2005.
Este cultivo se practica en cerca de 200 hectáreas, por casi 600 productores, en
los municipios de la Sierra Nevada, Valle de Tecamachalco y Valle de Tehuacán.
Destacan San Martín Texmelucan, San Salvador el Verde, Huejotzingo, San
Nicolás de los Ranchos, Tlahuapan, Chiautzingo, Teotlalcingo y Calpan. También
Tepeaca, Acatzingo, Palmar de Bravo, Tecamachalco, Tehuacán, Tlacotepec de
Benito Juárez, San José Miahuatlán, Santiago Miahuatlán, San Gabriel Chilac,
Tlaltepexi, Zinacatepec, y Ajalpan.
Pese a ello, la producción del chile poblano presenta entre sus principales
problemas el reducido tamaño de las parcelas, falta de asesoría técnica y de
semilla mejorada, problemas sanitarios de la raíz y la escasa tecnificación del
cultivo referente al riego, acolchado y protección contra granizo.
Esto ha limitado los rendimientos y la creación de volúmenes para acceder a
mejores mercados. Más allá del mole, también están las rajas poblanas, crema
poblana, sopa poblana o los chiles rellenos de queso. Hay un gran potencial en
este y muchos cultivos que, mejor apoyados pueden representar mayores
beneficios a la economía estatal y nacional.
Y, respecto a la nogada de nuestros muy famosos chiles, creo que aún sigue
siendo poblana, pero en un descuido es posible que pronto sea de otro origen.
Porque según Naxeai Luna, José Luis Jaramillo y José Sergio Escobedo,
investigadores del Colegio de Posgraduados Campus Puebla (2016), a partir del
2010 las importaciones de nuez de castilla procedentes de California y Chile, a
México, están aumentando. Los principales países productores mundiales son
Estados Unidos, Francia, China y Chile.
La producción nacional de Nuez de Castilla de acuerdo con SADER, asciende a
mil 556 toneladas anuales, destacando el Estado de México y Puebla, y siendo los
principales consumidores Puebla, Estado de México, Ciudad de México y Tlaxcala.
En Puebla la región productora más importante del estado es la Sierra Nevada en
los municipios de Tlahuapan, San Nicolás de los Ranchos, Calpan, Texmelucan,
Domingo Arenas, San Pedro Cholula, Huejotzingo, Tlalancaleca y Nealtican. Hay
también nueces en Guadalupe Victoria, Ciudad Serdán, Tlachichuca, Acatzingo,
Libres y Puebla.
Los sistemas de producción de nuez de castilla, de acuerdo con los investigadores
del Colegio de Posgraduados, arriba citados, son tres muy tradicionales.
Predomina en un 70 por ciento el de producción de autoconsumo, en los patios de
las casas; otro, es el de nogales asociados con otros cultivos como maíz, frijol o
calabaza, en el que un 68 por ciento tienen menos de 5 árboles en producción; y
finalmente, en el tercero, los huertos están en pequeñas superficies y un 90 por
ciento son menores a una hectárea con máximos de 4. En realidad, no hay
huertas comerciales para un cultivo con gran potencial. ¡Otro oro blanco
subaprovechado!
Por esta razón, en 2007 se promovió la capacitación de los productores poblanos,
con el apoyo de expertos chilenos que trabajaron en la Sierra Nevada y
Guadalupe Victoria. Ya hemos compartido antes el apoyo recibido del Instituto
Nacional de Investigaciones Agrícolas de Chile (INTA), que a través de un
convenio con la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR), envió personal técnico para
la capacitación práctica.
En Chile visité huertas comerciales de nogal de castilla con 200 árboles por
hectárea, que producen 5 mil nueces por árbol, dando un total de un millón de
nueces por hectárea. Los expertos chilenos trabajaron con nuestros productores
en aspectos de tamaño de cepa y de planta para su establecimiento, cantidad de
árboles por hectárea, abonado, poda de los árboles, fertilización, manejo de la
humedad, cosecha y procesamiento del fruto. Fue un gran paso, aún insuficiente
para detonar el desarrollo del nogal.
Actualmente, tanto en el chile poblano como en la nuez de castilla, la pera, la
manzana y el durazno para los chiles en nogada, se requiere de apoyos del
gobierno sobre capacitación práctica, acompañamiento técnico, formación de
recurso humano, la tecnificación, desarrollo de infraestructura, servicios técnicos y
logísticos y, apoyo para el desarrollo de las cadenas productivas que fortalezcan el
desarrollo económico de las regiones.
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