lunes, 11 de septiembre de 2023

Al igual que los campesinos renuevan cada ciclo agrícola la esperanza de una mejor cosecha

 


Columna Nuevos Horizontes


Claudia Sheinbaum, Nueva Esperanza de México


Alberto Jiménez Merino

Al igual que los campesinos renuevan cada ciclo agrícola la esperanza de una

mejor cosecha, hoy los mexicanos, como cada seis años, renovamos el anhelo de

un mejor gobierno (2024-2030), que será por primera vez en nuestra historia,

encabezado por una mujer.

Todos los mexicanos deseamos un país en donde haya seguridad, justicia,

oportunidades de desarrollo local para no salir a buscarlas en otras partes,

sistemas de salud eficientes, seguridad y soberanía alimentaria, transporte,

movilidad e infraestructura básica, mejor educación para nuestros niños y jóvenes,

abasto y tratamiento de agua, un medio ambiente sano, ríos y mares limpios.

Para enfrentar estos grandes retos, como ciudadano comprometido con el

desarrollo y, como lo dije públicamente desde el 7 de mayo pasado, la persona

más indicada es la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, ex jefa de gobierno de la

Ciudad de México y actualmente, Coordinadora Nacional de la Defensa de la

Transformación.

La doctora Sheinbaum, es una activista, científica y académica, experta sobre

cambio climático y energías limpias, cuenta con dos libros publicados sobre medio

ambiente y más de 100 artículos especializados. Se ha desempeñado con

honestidad y cercanía al pueblo como secretaria del Medio Ambiente, jefa

delegacional en Tlalpan y es la primera mujer electa como jefa de gobierno de la

Ciudad de México.

Entre sus mayores logros, Sheinbaum Pardo devolvió la tranquilidad a la gente al

mejorar la seguridad pública en la capital de la república y ubicarla entre las dos

entidades más seguras del país. Defiende la seguridad de las mujeres y su

derecho a una vida libre de violencia, además de que garantizó el derecho a la

salud con mejores servicios e invirtió en la movilidad en una de las ciudades más

grandes del mundo.

Actualmente, es tiempo de las mujeres, quienes con su capacidad y mayor

sensibilidad pueden brindar una atención más efectiva a las principales

necesidades y problemas de los mexicanos tales como la seguridad pública, la

pobreza, la seguridad alimentaria, el deterioro ambiental, el empleo digno, la

salud, la educación, la atención al campo, la sequía, el cambio climático, y hacer

las transformaciones necesarias de la realidad actual para crear un mejor futuro

para los niños y jóvenes.


Es tiempo de recuperar y fortalecer la unidad entre los mexicanos mediante un

liderazgo promotor de la convivencia y la civilidad, que potencie la cooperación y

los esfuerzos que, en lo individual o en la confrontación, se han desaprovechado.

Los retos del desarrollo nacional son enormes. La pacificación y la recuperación

de la tranquilidad en amplios territorios para que las familias vivan seguras, es una

de las mayores prioridades nacionales.

Nuestro país cuenta con 199 mil centros de población, con más de 120 millones

de habitantes, 57 grupos étnicos y una gran dispersión poblacional que limita la

atención de los servicios públicos. En los centros urbanos hay grandes problemas

de movilidad y crecimiento desordenado o incontrolado.

Mejorar la productividad del campo mexicano, la seguridad alimentaria de las

familias más pobres, apoyo más efectivo a los pequeños productores, el

aprovechamiento productivo de más de 11 mil kilómetros de litorales, la adopción

de prácticas agroecológicas como la agricultura de conservación en zonas de

temporal, la agricultura protegida, la tecnificación del riego para producir mejor y

ahorrar agua para uso público, apoyar el desarrollo de las cadenas productivas

agroalimentarias; la tecnificación, sanidad e inocuidad, acopio, transformación,

financiamiento y comercialización, requieren hoy de mejores políticas y mayor

presupuesto.

Recuperar los recursos naturales suelo, agua, vegetación, fauna terrestre y pesca

ribereña de ríos y mares son necesidades que no pueden esperar. Como también

recuperar los bosques, la recarga artificial de acuíferos, el garantizar el abasto de

agua potable, el mejorar el bombeo con paneles solares, el tratamiento de las

aguas residuales, limpiar los ríos, así como planes para mitigar y revertir los

efectos de la sequía y el cambio climático.

Resolver el abasto de medicamentos para la población y los servicios hospitalarios

de calidad, son grandes retos de la actualidad conjuntamente con la atención a las

discapacidades y enfermedades crónicas.

La atención a la migración interna en la que más de 2.8 millones de jornaleros

agrícolas esperan políticas para mejorar sus condiciones de vida y la migración

hacia Estados Unidos, estimada en más de 900 mil mexicanos en el último año,

junto a un fenómeno creciente de ciudadanos provenientes de Centroamérica,

África y otros países que tienen su paso por nuestro país y demandan atención

solidaria.

Este México padece también, desde hace mucho el problema de la alta rotación

de funcionarios públicos, lo que complica el seguimiento y evaluación de las

políticas y programas, agravado por problemas de coordinación interinstitucional

que se acentúan por cuestiones ideológicas o competencia política.


Un perfil como el de la doctora Claudia Sheinbaum es el indicado para una tarea

tan enorme como la descrita, una lideresa que unifique e impulse el progreso de

México con las mejores estrategias.

Como poblano y como mexicano, mi apoyo es para Claudia Sheinbaum, una

Nueva Esperanza.


Es tiempo de recuperar y fortalecer la unidad entre los mexicanos mediante un

liderazgo promotor de la convivencia y la civilidad, que potencie la cooperación y

los esfuerzos que, en lo individual o en la confrontación, se han desaprovechado.

Los retos del desarrollo nacional son enormes. La pacificación y la recuperación

de la tranquilidad en amplios territorios para que las familias vivan seguras, es una

de las mayores prioridades nacionales.

Nuestro país cuenta con 199 mil centros de población, con más de 120 millones

de habitantes, 57 grupos étnicos y una gran dispersión poblacional que limita la

atención de los servicios públicos. En los centros urbanos hay grandes problemas

de movilidad y crecimiento desordenado o incontrolado.

Mejorar la productividad del campo mexicano, la seguridad alimentaria de las

familias más pobres, apoyo más efectivo a los pequeños productores, el

aprovechamiento productivo de más de 11 mil kilómetros de litorales, la adopción

de prácticas agroecológicas como la agricultura de conservación en zonas de

temporal, la agricultura protegida, la tecnificación del riego para producir mejor y

ahorrar agua para uso público, apoyar el desarrollo de las cadenas productivas

agroalimentarias; la tecnificación, sanidad e inocuidad, acopio, transformación,

financiamiento y comercialización, requieren hoy de mejores políticas y mayor

presupuesto.

Recuperar los recursos naturales suelo, agua, vegetación, fauna terrestre y pesca

ribereña de ríos y mares son necesidades que no pueden esperar. Como también

recuperar los bosques, la recarga artificial de acuíferos, el garantizar el abasto de

agua potable, el mejorar el bombeo con paneles solares, el tratamiento de las

aguas residuales, limpiar los ríos, así como planes para mitigar y revertir los

efectos de la sequía y el cambio climático.

Resolver el abasto de medicamentos para la población y los servicios hospitalarios

de calidad, son grandes retos de la actualidad conjuntamente con la atención a las

discapacidades y enfermedades crónicas.

La atención a la migración interna en la que más de 2.8 millones de jornaleros

agrícolas esperan políticas para mejorar sus condiciones de vida y la migración

hacia Estados Unidos, estimada en más de 900 mil mexicanos en el último año,

junto a un fenómeno creciente de ciudadanos provenientes de Centroamérica,

África y otros países que tienen su paso por nuestro país y demandan atención

solidaria.

Este México padece también, desde hace mucho el problema de la alta rotación

de funcionarios públicos, lo que complica el seguimiento y evaluación de las

políticas y programas, agravado por problemas de coordinación interinstitucional

que se acentúan por cuestiones ideológicas o competencia política.


Un perfil como el de la doctora Claudia Sheinbaum es el indicado para una tarea

tan enorme como la descrita, una lideresa que unifique e impulse el progreso de

México con las mejores estrategias.

Como poblano y como mexicano, mi apoyo es para Claudia Sheinbaum, una

Nueva Esperanza.

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lunes, 11 de septiembre de 2023

Al igual que los campesinos renuevan cada ciclo agrícola la esperanza de una mejor cosecha

 


Columna Nuevos Horizontes


Claudia Sheinbaum, Nueva Esperanza de México


Alberto Jiménez Merino

Al igual que los campesinos renuevan cada ciclo agrícola la esperanza de una

mejor cosecha, hoy los mexicanos, como cada seis años, renovamos el anhelo de

un mejor gobierno (2024-2030), que será por primera vez en nuestra historia,

encabezado por una mujer.

Todos los mexicanos deseamos un país en donde haya seguridad, justicia,

oportunidades de desarrollo local para no salir a buscarlas en otras partes,

sistemas de salud eficientes, seguridad y soberanía alimentaria, transporte,

movilidad e infraestructura básica, mejor educación para nuestros niños y jóvenes,

abasto y tratamiento de agua, un medio ambiente sano, ríos y mares limpios.

Para enfrentar estos grandes retos, como ciudadano comprometido con el

desarrollo y, como lo dije públicamente desde el 7 de mayo pasado, la persona

más indicada es la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, ex jefa de gobierno de la

Ciudad de México y actualmente, Coordinadora Nacional de la Defensa de la

Transformación.

La doctora Sheinbaum, es una activista, científica y académica, experta sobre

cambio climático y energías limpias, cuenta con dos libros publicados sobre medio

ambiente y más de 100 artículos especializados. Se ha desempeñado con

honestidad y cercanía al pueblo como secretaria del Medio Ambiente, jefa

delegacional en Tlalpan y es la primera mujer electa como jefa de gobierno de la

Ciudad de México.

Entre sus mayores logros, Sheinbaum Pardo devolvió la tranquilidad a la gente al

mejorar la seguridad pública en la capital de la república y ubicarla entre las dos

entidades más seguras del país. Defiende la seguridad de las mujeres y su

derecho a una vida libre de violencia, además de que garantizó el derecho a la

salud con mejores servicios e invirtió en la movilidad en una de las ciudades más

grandes del mundo.

Actualmente, es tiempo de las mujeres, quienes con su capacidad y mayor

sensibilidad pueden brindar una atención más efectiva a las principales

necesidades y problemas de los mexicanos tales como la seguridad pública, la

pobreza, la seguridad alimentaria, el deterioro ambiental, el empleo digno, la

salud, la educación, la atención al campo, la sequía, el cambio climático, y hacer

las transformaciones necesarias de la realidad actual para crear un mejor futuro

para los niños y jóvenes.


Es tiempo de recuperar y fortalecer la unidad entre los mexicanos mediante un

liderazgo promotor de la convivencia y la civilidad, que potencie la cooperación y

los esfuerzos que, en lo individual o en la confrontación, se han desaprovechado.

Los retos del desarrollo nacional son enormes. La pacificación y la recuperación

de la tranquilidad en amplios territorios para que las familias vivan seguras, es una

de las mayores prioridades nacionales.

Nuestro país cuenta con 199 mil centros de población, con más de 120 millones

de habitantes, 57 grupos étnicos y una gran dispersión poblacional que limita la

atención de los servicios públicos. En los centros urbanos hay grandes problemas

de movilidad y crecimiento desordenado o incontrolado.

Mejorar la productividad del campo mexicano, la seguridad alimentaria de las

familias más pobres, apoyo más efectivo a los pequeños productores, el

aprovechamiento productivo de más de 11 mil kilómetros de litorales, la adopción

de prácticas agroecológicas como la agricultura de conservación en zonas de

temporal, la agricultura protegida, la tecnificación del riego para producir mejor y

ahorrar agua para uso público, apoyar el desarrollo de las cadenas productivas

agroalimentarias; la tecnificación, sanidad e inocuidad, acopio, transformación,

financiamiento y comercialización, requieren hoy de mejores políticas y mayor

presupuesto.

Recuperar los recursos naturales suelo, agua, vegetación, fauna terrestre y pesca

ribereña de ríos y mares son necesidades que no pueden esperar. Como también

recuperar los bosques, la recarga artificial de acuíferos, el garantizar el abasto de

agua potable, el mejorar el bombeo con paneles solares, el tratamiento de las

aguas residuales, limpiar los ríos, así como planes para mitigar y revertir los

efectos de la sequía y el cambio climático.

Resolver el abasto de medicamentos para la población y los servicios hospitalarios

de calidad, son grandes retos de la actualidad conjuntamente con la atención a las

discapacidades y enfermedades crónicas.

La atención a la migración interna en la que más de 2.8 millones de jornaleros

agrícolas esperan políticas para mejorar sus condiciones de vida y la migración

hacia Estados Unidos, estimada en más de 900 mil mexicanos en el último año,

junto a un fenómeno creciente de ciudadanos provenientes de Centroamérica,

África y otros países que tienen su paso por nuestro país y demandan atención

solidaria.

Este México padece también, desde hace mucho el problema de la alta rotación

de funcionarios públicos, lo que complica el seguimiento y evaluación de las

políticas y programas, agravado por problemas de coordinación interinstitucional

que se acentúan por cuestiones ideológicas o competencia política.


Un perfil como el de la doctora Claudia Sheinbaum es el indicado para una tarea

tan enorme como la descrita, una lideresa que unifique e impulse el progreso de

México con las mejores estrategias.

Como poblano y como mexicano, mi apoyo es para Claudia Sheinbaum, una

Nueva Esperanza.


Es tiempo de recuperar y fortalecer la unidad entre los mexicanos mediante un

liderazgo promotor de la convivencia y la civilidad, que potencie la cooperación y

los esfuerzos que, en lo individual o en la confrontación, se han desaprovechado.

Los retos del desarrollo nacional son enormes. La pacificación y la recuperación

de la tranquilidad en amplios territorios para que las familias vivan seguras, es una

de las mayores prioridades nacionales.

Nuestro país cuenta con 199 mil centros de población, con más de 120 millones

de habitantes, 57 grupos étnicos y una gran dispersión poblacional que limita la

atención de los servicios públicos. En los centros urbanos hay grandes problemas

de movilidad y crecimiento desordenado o incontrolado.

Mejorar la productividad del campo mexicano, la seguridad alimentaria de las

familias más pobres, apoyo más efectivo a los pequeños productores, el

aprovechamiento productivo de más de 11 mil kilómetros de litorales, la adopción

de prácticas agroecológicas como la agricultura de conservación en zonas de

temporal, la agricultura protegida, la tecnificación del riego para producir mejor y

ahorrar agua para uso público, apoyar el desarrollo de las cadenas productivas

agroalimentarias; la tecnificación, sanidad e inocuidad, acopio, transformación,

financiamiento y comercialización, requieren hoy de mejores políticas y mayor

presupuesto.

Recuperar los recursos naturales suelo, agua, vegetación, fauna terrestre y pesca

ribereña de ríos y mares son necesidades que no pueden esperar. Como también

recuperar los bosques, la recarga artificial de acuíferos, el garantizar el abasto de

agua potable, el mejorar el bombeo con paneles solares, el tratamiento de las

aguas residuales, limpiar los ríos, así como planes para mitigar y revertir los

efectos de la sequía y el cambio climático.

Resolver el abasto de medicamentos para la población y los servicios hospitalarios

de calidad, son grandes retos de la actualidad conjuntamente con la atención a las

discapacidades y enfermedades crónicas.

La atención a la migración interna en la que más de 2.8 millones de jornaleros

agrícolas esperan políticas para mejorar sus condiciones de vida y la migración

hacia Estados Unidos, estimada en más de 900 mil mexicanos en el último año,

junto a un fenómeno creciente de ciudadanos provenientes de Centroamérica,

África y otros países que tienen su paso por nuestro país y demandan atención

solidaria.

Este México padece también, desde hace mucho el problema de la alta rotación

de funcionarios públicos, lo que complica el seguimiento y evaluación de las

políticas y programas, agravado por problemas de coordinación interinstitucional

que se acentúan por cuestiones ideológicas o competencia política.


Un perfil como el de la doctora Claudia Sheinbaum es el indicado para una tarea

tan enorme como la descrita, una lideresa que unifique e impulse el progreso de

México con las mejores estrategias.

Como poblano y como mexicano, mi apoyo es para Claudia Sheinbaum, una

Nueva Esperanza.

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